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—Jake. —Dijo e hizo un gesto con los ojos. Nick se volteó hacia la puerta del salón, Jake estaba ahí, apoyado sobre el marco y sonrió en cuanto ella lo miró. Nick volvió a mirar a Court directo a los ojos, quien sólo respondió con una risa pequeña —¡Lo has flechado, chica!

—Por favor —Espetó. Una vez más miró hacia él, quien le hizo una seña con la mano para que saliera. 

Casi por hipnosis, se puso de pie y se acercó a Jake a paso torpe, bajo la mirada atenta de su nueva amiga. En algo que Courtney definitivamente no se parecía a ella, era en eso de emocionarse tanto por todo, no es que Nick no fuese una amargada, ni nada por el estilo, pero Courtney tal vez se iba hacia el extremo de la felicidad y la emoción. Es decir, ¡todo la emociona!

—Hey. —Dijo, una vez que estuvo parada frente a Jake. —¿Qué hay?

—¿Cómo estás?—Preguntó el chico y le mostró una de sus sonrisas perfectas. 

—Muy bien. —Suspiró y, asintiendo con la cabeza, se llevo las manos al interior de los bolsillo traseros de su pantalón. "Aquí viene un silencio incómodo", pensó. Y así fue. A veces se pregunta por qué es tan fácil hablar en una fiesta, sin embargo, tan difícil hacerlo en la escuela, a pesar de ser la misma persona. Es tan extraño. 

—Oye —Dijo al fin, rompiendo con el silencio entre ambos y con los pensamientos de Nick. —Ahm... —Desvió un poco la mirada, como si estuviese ordenando las palabras en su mente. —Quería agradecerte por hacerme compañía ayer por la noche. 

—Claro, no hay problema. —Respondió Nick con algo de rapidez. Por alguna razón se sentía demasiado incómoda como para continuar la conversación y quería volver pronto a sentarse en su lugar. Por lo demás, el profesor no tardaría en llegar y, siendo sólo el segundo día de clases, no quería comenzar con las detenciones aún. 

Dio un paso atrás, preparada para entrar nuevamente al salón. 

—Oye. —Insistió el chico. Ella volvió a su posición anterior y asintió, esperando a oír lo último. —Fue una buena conversación —sonrió. —Claro, con algo de vodka no es complicado conversar, —agregó, soltando una risita. — pero me agradas mucho, es fácil hablarte de lo que sea y creo que eres genial. 

Bueno, ahora que decía todo eso, por supuesto que podía relajarse, ¿no? El chico era lindo, había que admitirlo. Nick sonrió y, sin dejar de mirarle directo a los ojos, le dio las gracias. 

—Espero no haberte causado problemas con Horan, en realidad debimos haber ido por él, pero, tú sabes —dijo, riéndose nuevamente. — no estaba con todos mis sentidos a la perfección. 

—Eres adorable —Dijo Nick, dejando escapar una risa también. De pronto vio al profesor de su sección acercarse por sobre el hombro de Jake. —Tengo que entrar, ahí viene Mr. Simpatía. ¡Te veo luego!

—Bien, te cobraré eso —Respondió Jake, refiriéndose a  verla luego y se alejó hacia el salón de en frente. 

Nick entró a paso apresurado a la sala y caminó hasta su lugar con la mirada pegada en el suelo. Todos estaban sentados ya en sus lugares, incluyendo a Niall y Harry, quienes no dejaron de observarla desde sus lugares hasta que estuvo sentada también. 

—¡¿Qué te ha dicho?! —Preguntó Courtney, en un intento poco controlado de susurro. 

Nick la fulminó con la mirada, abriendo sus ojos tanto como pudo para darle a entender que estaba hablando demasiado fuerte. Miró en dirección a Niall por el rabillo del ojo: Su compañero de asiento decía algo cerca de su oído y él miraba hacia ella, disimulando también.

Si no fuese ella misma la protagonista de esa ridícula escena, probablemente hubiese estado riéndose, pues era bastante cómico en realidad. Claro, pero tratándose de sí misma, se sentía incómoda. 

—Nada en especial, —Musitó —sólo quería saludar.

No tenía claro el por qué, pero algo le decía que en adelante, quizá debería omitir algunos detalles de su vida con Court. No es que desconfiara de ella, por el contrario, realmente creía que serían muy amigas en un futuro próximo, pero se entusiasmaba con tanta facilidad que llegaba a irritarla un poco. Aunque con el carácter de Nick, que la chica le agradase ya era mucho decir. 

El resto de la clase fue tedioso, incómodo y aburrido. La mezcla perfecta para desesperar a Nick en tan sólo un rato. 

Al fin sonó la campana y todos se levantaron de sus asientos, casi como si tuviesen un resorte debajo de sus traseros. 

—Voy por una barra. —Dijo Nick y salió del salón, tan veloz como sus pies le permitían. Sabía que ese día tendría que evitar a sus amigos tanto como pudiese. Incluyendo a todos y cada uno de ellos. Se sentía tan extraña, joder, ¡qué día!

Una vez que salió, se mezcló con el resto de los estudiantes que había en el pasillo y comenzó a caminar el dirección a la cafetería, no sin antes revisar sus bolsillos para verificar que llevaba algunas monedas consigo. 

Pero antes de llegar si quiera hasta la cafetería, chocó con alguien que venía de frente. 

—Qué torpe, lo siento mucho. —Se disculpó, sabiendo que era ella la distraída. 

—¡Wilcutt! —Dijo Max, con una mezcla de sorpresa y nerviosismo en su rostro. 

Nick puso sus ojos en blanco, rogando al Karma que dejara de actuar sobre ella a tan tempranas horas. ¿Qué le esperaba para el resto del día? 

—Debes estar bromeando —Se quejó, más para sí misma que para él. —¿Me dejarías pasar? No estoy de ánimos. 

Suerte que Max es un chico tímido... o al menos cuando se trata de Nick lo es, y mucho. Pero el Karma no podia dejar pasar ni un sólo detalle, por lo que apenas Max se hizo a un lado para dejarla pasar, Dave apareció junto a él. ¡Diooossssss! ¿Podía ser peor?

—Ross. —Dijo Nick, elevando una ceja. Podía estar muy harta de todo y de todos, pero al aparecerse alguien con quien tenía roses o de plano odiaba, su ego era el que estaba en juego y Nick es de aquellas que defiende su ego hasta el final. 

—Hey Wilcutt, ¿cómo va tu vida fuera del closet? —Bromeó, sin quitar la estúpida sonrisa que llevaba estampada en su cara. 

—Dudo que sea de tu incumbencia. Como tampoco lo es la relación que tenga con mi mejor amigo —Agregó sin una pizca de vacilación. —Sólo por si lo has olvidado. 

Dicho eso, creyó que era suficiente e intentó hacerse paso para entrar a la cafetería de una vez por todas, pero por supuesto que ese Dave Ross tampoco iba a quedarse de brazos cruzados después de eso. 

—¿Me dejarías pasar? —Preguntó, al borde de perder la paciencia. De pronto unas cuantas personas se habían hecho a un lado para observar la escena, al parecer ya era tarde para dejar todo hasta ahí. 

—Olvídalo, preciosa. ¿Crees que puedes decirme esa sarta de estupideces y marcharte como si nada? —No dejaba de sonreír con ironía y cada vez que hablaba se acercaba un poco más a Nick. Si alguien en toda la escuela se atrevía a fastidiar a Nick cuanto fuese posible, ese era Ross. Un pequeño detalle que pasó por alto. 

—Escuchame bien, idiota. —Dijo Nick, muy despacio y sin dejar de mirarlo a los ojos. —Hoy no estoy de humor y si crees que molestarme no te traerá ninguna consecuencia, lo siento, pero no será así. Puedes alejarte ahora e ignorarme, creo que sería bastante inteligente de tu parte. 

—Punto uno; —Amenazó Dave, poniendo un dedo entre su rostro y el de Nick, donde el espacio se hacía cada vez más reducido —No soy idiota, deberías darle ese título a alguien más. Punto dos, —Continuó, sumando su dedo medio. —A mi nadie me amenaza, ¿me escuchas bien, lame-chochas? 

Cosas como esas eran las que hacían a Dave Ross un experto en sacar a relucir la versión furiosa de Nick, de hecho, si ella era conocida entre sus profesores por ir a detención con frecuencia, era en gran parte gracias a él. 

—Perdona, ¿Cómo me llamaste? —Preguntó Nick, para confirmar lo que acababa de oír y poder asesinarlo con una buena excusa. 

—Te llamé lame-chochas.

Not The Right One (fanfic n.h)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora