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—Hombre, por milésima vez, ¡Que te quedes quieto! —exclamó Nick en un intento fallido por no ensuciar sus jeans favoritos con restos de la mezcla decolorante. 

—Lo siento, lo siento —respondió Niall entre risas —, es que estoy incómodo, ya no quiero estar sentado. 

—Vale, como quieras. Pero no te aseguro un cabello bien teñido si te quito la mezcla ahora —amenazó ella, sabiendo que con eso bastaría para que obedeciera.

—Bien, bien. —se rindió. —¿Pero cuánto falta? 

—Deberías saberlo ya, hacemos esto siempre, Niall.

Nick es esa clase de persona que siempre parece estar al borde de perder la paciencia, pero Niall suele ser la excepción para ella.

—Pero tú eres la que se encarga de todo, yo sólo te hago enojar —admitió él, esbozando una sonrisa enorme y achinando sus ojos.

Nick suspiró y rodó sus ojos. —Veamos... —Con la punta de su dedo tocó la pasta sobre la cabeza de su amigo. —Puede que esté listo, ven aquí. 

Niall hizo un gesto de ganador y se acercó al borde de la bañera.

—Hey, así que... ¿ya terminaste con el chico? —preguntó de pronto, Nick puso a correr el agua de la ducha sobre su cabeza sin enfriarla primero. —¡Auch! ¡Está caliente!

—Lo siento. —respondió riéndose. Tal vez era una manera de seudo vengarse por la pregunta. Aunque era obvio que él la haría y que ella tendría que responderla. —Sí, hoy por la tarde.

—Pobre hombre... —se lamentó con falsa tristeza. —¿Cual era su nombre? 

—Max —dijo ella en un tono plano. —Mira hacia la izquierda. — Niall obedeció y miró hacia la derecha. —Hacia tu otra izquierda, perdedor. 

—¡Pues especifica! —se quejó, robándole unas risitas a su amiga. Si alguien es capaz de hacer reír a Nick las veinticuatro horas del día, ese es Niall.  —¿No crees que va siendo hora de dejar de romper corazones? ¿Y dejar de lavarme el cabello, también?

—¡Disculpa! —exclamó, elevando sus cejas con un poco de exageración. —Creo que tu recomendación viene de muy cerca, ¿quieres contar a cuántas chicas has roto tú? —«Comenzando por mí», agregó en su mente. Cerró el grifo de agua y metió sus manos entremedio de la toalla que colgaba a su lado. 

—Bueno, puede que estemos empatados —se defendió el recién teñido. —Pero las chicas suelen saber cuando pretendo tener algo serio y cuando no. No como alguien aquí, que sólo se aburre y termina sus relaciones. 

—Por favor, lo hago por su bien. Y por lo demás, no tengo la culpa de no sentir algo tan graaaaande por el chico. —respondió hablándote al reflejo de Niall en el espejo, que se observaba haciendo distintas expresiones faciales y acomodando su cabello con las manos. 

Niall se volteó para mirarla de frente. —Quizá simplemente no tienes sentimientos. —advirtió con falsa expresión de espanto en su rostro.

—Ridículo —respondió terminando con el debate y salió del baño. 

—¿Esa es toda tu respuesta? ¿Ridículo? —insistió él, siguiéndola a lo largo del pasillo.

—Sip —Nick sabe que Niall no puede dejar una discusión hasta la mitad. Claro, si se trata de una sin sentido, porque cuando va en serio es al revés; Imposible sacarle las palabras de la boca.

Suspiró derrotado y se echó de espaldas sobre la cama, calzando el lugar de su cabeza con las piernas de Nick. La miró y sonrió. Ella se preguntaba si algún día dejaría de derretirse así frente a esa sonrisa. 

Not The Right One (fanfic n.h)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora