32

13.6K 776 47
                                    

—Lo soy. —Afirmó. Sonrió de medio lado, lo que la hacía ver tan jodidamente terrorífica, es decir, ¿Quién sonríe y afirma ser una perra? —Soy una perra ebria, con una familia rota y un novio lindo y estoy hablando con su mejor amiga, que asegura estar infinitamente enamorada de él, pero que por alguna razón sale con otro chico. ¿Todos sabemos eso? Todos sabemos eso. Genial. Salud. —Elevó su vaso y le dio unos cuantos sorbos, luego suspiró. 

—¿Sabes qué? —Continuó monologando, —De todos modos, no sé qué taaaaaaaaanto le ves. Digo, sí es lindo y todo, pero es aburrido. —¿Aburrido? Las mejores y más grandes risas de su vida habían sido con Niall y, a menos que ella fuera la persona menos impresionable del universo, no se explicaba que pudiera aburrirse de él. —Es que Niall es tan... ¡Dios! Es tan inocente, y a veces creo que le hablo a la pared, ¿sabes? Porque es jodidamente distraído y...

—Bien, Courtney, ya lo tengo. Basta. —Interrumpió Nick, al borde de perder la paciencia. —No sé qué hago aquí escuchándote hablar pestes de mi mejor amigo. ¡Por qué vine hasta aquí, en primer lugar!

—Lo defiendes tanto, como si él lo hiciera contigo. Escúchame, pequeña bastarda, estás perdiendo tu tiempo. Bien, sí, yo soy una perra, pero no estoy triste y patéticamente enamorada de alguien que sólo me ve como a su hermana pequeña. ¿Por qué crees que muchas veces no responde el teléfono? ¡Joder! ¡Dale un respiro!

Tras oír esa sarta de estupideces -que en ese momento, al menos, sí lo parecían -, Nick presionó la mandíbula, cerró sus ojos y respiró profundo, para así: 1- No asesinarla ahí mismo o, 2-No comenzar a llorar. Ambas cosas parecían igual de posibles, si es que no ocurría una y luego la otra. 

Suerte que no estaba en todas sus facultades y podía tomarlo con más humor, además de sentirse creativa. Por lo que se puso de pie y, con un cálculo tan frío como las palabras de Courtney, lanzó su pie al aire, dándole con la punta de su zapatilla directo en el vaso de vodka que ella sostenía con la poca fuerza que el alcohol le había dejado. 

—¡¿Estás loca?! —Exclamó, luego de tomar aire con exageración. Su rostro y la puntas de su cabello estaban empapadas de vodka, al igual que su top y parte de sus pantalones capri de mezclilla. Esperaba haberla humillado lo suficiente con eso. ¿Quería guerra? La tendría. 

—Que te den, Court —Espera, pensó tras haber dado unos cuantos pasos. ¡No! Entonces volvió a asomarse desde la pared trasera —Mejor que no. Que no te den —Corrigió, riéndose, como quien cuenta un chiste nuevo.  —No olvides enjuagarte el cabello por la mañana, podría quedar pegajoso. 

Lo mejor de todo: No delataba a Harry.

                                                                    ***

Por la mañana la despertó la voz de Jane y un golpe de papel en la cara. —Tienes carta —dijo y cerró la puerta de su habitación. ¡¿Qué diablos?! 

Se incorporó sobre la cama, sólo para darse cuenta del horroroso dolor de cabeza que ese movimiento le había proporcionado. Sentía como si le hubiese pasado un camión encima y seguía un poco aturdida, pero aún no descubría si era por el sueño o por la resaca de la noche anterior. 

Después de quejarse un poco consigo misma, tomó el sobre que Jane le había lanzado (¡Qué grosera!). Llevaba su nombre escrito con tinta, en una manuscrita pobre que denotaba la rapidez o el poco interés con que lo habían escrito. Dentro, una carta. 

Bien, esto no será fácil, pensó, antes de hacer un esfuerzo sobrehumano por enfocar cada letra, de cada palabra, de cada uno de los cuatro grandes párrafos impresos en el papel. Entonces se preguntaba quién diablos se tomaría el tiempo de escribir esa carta y enviársela por correo, cuando existía el internet, los mensajes de texto y las llamadas móviles. 

Not The Right One (fanfic n.h)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora