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Al cerrar la puerta de su casa detrás de sí, su corazón se aceleró en cosa de segundos. Seguramente Jane estaría igual o peor. Sin embargo, cuanto antes salieran de todo eso, antes recuperarían la calma de su hogar. 

Siendo las 22.30, Nick caminó a pasos lentos y silenciosos hasta la habitación de Jane y la encontró recostada sobre su cama, con la mirada perdida y el televisor encendido. 

—Ya estoy en casa. 

—No me digas —Dijo sin mirarla.

—Bien, ¿vamos a decirles? —Se apoyó sobre el marco de la puerta y cruzó sus brazos sobre su pecho. 

—No. 

—No seas niña, Jane. Vamos. Ahora. 

Jane respiró profundo, esperó unos segundos y levantó el control remoto, apuntando hacia el televisor. Lo apagó, se incorporó sobre la cama. 

—Tengo miedo. 

—Yo también, vamos. 

Nick tomó de la mano de su hermana y fueron hasta la habitación de sus padres, donde John revisaba unas cuentas y Denise leía aquel libro con el que se había obsesionado comenzando el verano. 

John bajó las cuentas y levantó la mirada. —Hola, chicas. ¿Qué hay?

Al ver a Jane congelada, Nick debió tomar la incitativa. Al menos esa cualidad en ella era bien vista dentro de su familia. Se acercó y apagó el televisor que, de todos modos, ni siquiera sabía por qué estaba encendido. 

—Tenemos que... ah... hablar. Con ustedes. 

Le dio un empujoncito a Jane y la hizo caminar hasta sentarla sobre el borde de la cama. 

Tanto Denise como John se quitaron sus lentes ópticos y los dejaron en sus respectivas mesitas de noche. —¿Pasa algo? —Preguntó Denise, alarmada como cualquier madre que se encuentra con sus hijas de la mano y muy serias. 

—Ah... si.

Miró a Jane: Cualquiera diría que estaba por desmayarse, o bien, mearse en sus jeans. De todos modos no parecía estar lista para hablar. Nunca lo estaría. 

"No puedo", dijeron sus labios en silencio. 

Nick abrió la boca, preparada para hablar, pero, como solía pasar, se olvidaba de un detalle. ¿Cómo decirlo sin sentir que estaría abriendo la Caja de Pandora? Nick era experta en decir las cosas tal y como eran. 

Entonces, si Jane no pensaba decirlo...

—Jane está embarazada.

—Dios mío, Virgen santísima. —Como verán, Denise era bastante religiosa. Se llevó las manos a la boca, mientras John se levantó de la cama y la rodeó, para mirar a Jane con ojos severos. 

                                                                   ***

—Ven, Joey. Vamos a dar una vuelta. 

Joseph asintió enérgico, llevándose las manos a las orejas. Algo que solía hacer cada vez que oía a alguien discutir, fuera por la razón que fuera. Un poco dramático, sí. 

Aprovechando la conversación que había tenido con Nialler hacía unas horas, no dudó en enviarle un mensaje. Él podría ayudarle con la explicación que le debían a Joey, pues el chico era bastante inteligente, además de entrometido. 

Niall no tardó mucho en salir y encontrarse con ellos en el parque de niños, a unas cuántas cuadras de sus casas. Nick se había preocupado de abrigar al pequeño Joe, pues los días ya no eran tan calurosos como antes y no faltaba mucho para que el otoño comenzara oficialmente. 

Not The Right One (fanfic n.h)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora