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—Sigues viva —Dijo Jane tras abrir la puerta de su habitación —Eso es un logro. — Se hizo a un lado para que Nick entrara y se sentaron frente a frente sobre la cama. 

—No estuvo tan mal. —Comentó Nick y luego suspiró. 

—¿Cuál será tu castigo? 

—No podré patinar por una semana —Respondió, poniendo los ojos en blanco. —Quedan menos de dos meses para el campeonato, si no tengo suficiente tiempo para entrenar no sé qué voy a hacer.

—Por favor, te he visto patinar, ¡lo haces increíble! —Le alentó su hermana.

—Por eso eres mi hermana favorita. —sonrió. 

—Soy tu única hermana, tonta. 

—Por eso lo digo. —Respondió, riéndose. Jane le dio un golpecito en el hombro y se removió sobre la cama para ponerse más cómoda. 

—¿Y bien? ¿Qué cosas taaaan terribles sucedieron? —Preguntó, exagerando con su tono de voz. 

Nick suspiró de nuevo. Vale, cuando le contaba sus cosas a Jane solía exagerar un poco, pues sabía que ella siempre la vería como una triste víctima y de cierta forma le agradaba ser mimada por su hermana mayor. 

—Vale, primero que todo, anoche hubo una fiesta en la casa de un chico de la escuela. Todos estaban ahí y nosotros también fuimos. Resulta que hay un chico nuevo en la sección de Louis y Zayn, se llama Jake y los chicos están medio enamorados de él. —Dijo, recordando cuando Niall lo había mencionado y se rió. —Lo invitan a todas partes y creo que lo llevaron a recorrer todo el barrio, porque antes vivía en Cardiff. 

—¡Guau! Me gustaría ir allá.

—¡A mí también, además Jake ha dicho que es genial!

—Bueno, ve al grano. 

—Claro, resulta que en la fiesta este chico, Jake, me pidió que le hiciera compañía porque quería comprar cigarrillos y los demás ya estaban bien entonados con el Vodka. Entonces fui con el y ni siquiera lo conocía, hablamos un poco y todo eso, pero no le dije a los chicos que saldría un rato y cuando volvimos a la fiesta todos dijeron que Niall había ido por mí, de hecho tenía muchas llamadas perdidas suyas en mi teléfono que jamás oí. El punto es que Jake y yo nos sentamos sobre el césped un buen rato, estuvimos bebiendo vodka-naranja también y conversando, es bastante simpático. 

—¿Lo besaste? —Interrumpió Jane, abriendo muchísimo sus ojos y su boca. 

—¡Claro que no! 

—Bien, continúa. —Respondió. Ambas estaban hablando muy rápido, siempre lo hacían cuando una de las dos estaba relatando algo importante, pues se ponían muy ansiosas por saber todo de una vez. 

—Bien. Entonces estábamos hablando y bebiendo y no besándonos —Agregó para recalcar. — y Niall aún no volvía de salir a buscarme. La verdad es que no tengo ni la menor idea de a dónde fue a buscarme, pero cuando llegó... 

Tardó un buen rato en terminar de contarle todo lo que había sucedido en la fiesta y luego lo del enojo de Niall y todo eso, considerando además todas las interrupciones de Jane, que no dejaba de hacer preguntas entremedio de su narración y escuchaba todo muy atenta.

Finalmente le dio su opinión, que básicamente se resumía en que debiese dejar de darle tanta importancia a Niall, que después de tantos años ya es hora de darle una oportunidad a algún chico y al fin enamorarse de alguien más o, al menos intentarlo. Pues no perdía nada.

El resto de la tarde se mantuvo ocupada escribiendo un ensayo de dos mil palabras sobre la Revolución Industrial de 1845; esa era la tarea extra que se había llevado a casa en castigo. Quizá en años anteriores no hubiese hecho la tarea, pero luego de la larga conversación con Jane y algo de autoreflexión decidió que ya era hora de enderezarse y comenzar a hacer las cosas bien, mal que mal, era su último año de preparatoria y en la universidad nadie aceptaría a una chica con actitudes como las suyas. 

A la mañana siguiente no le fue fácil levantarse, pues se había dormido muy tarde terminando el maldito ensayo, pero valdría la pena haber cumplido con su deber. Se sentía mucho mejor que el día anterior y planeaba mantener esa actitud durante el resto de la semana. Estaba decidido: Desde ahora sería una mejor alumna en el colegio y una mejor persona. 

—"Que no soy lesbiana, sólo lo dije para sacarme a Max de encima" — fue una de las primeras oraciones que dijo al llegar a la escuela. Bueno, eso de ser mejor persona podía tener sus excepciones, ¿no? De todos modos necesitaría descansos de la bondad de vez en cuando, al menos hasta que se acostumbrara. 

Además, aclarar los rumores debía ser el primer paso para quitarse los problemas de encima, no podía ir por ahí pretendiendo ser mejor si los rumores seguían rondando los pasillos del colegio. Aunque seguía preguntándose por qué ser gay parecía ser tan importante para todos. Es decir, desde que el rumor había comenzado, el nombre de Nick estaba en boca de todos y no era agradable. 

Se alejó del grupo de personas con el que acababa de desmentir el rumor y continuó su camino hasta el salón de su clase, acompañada siempre por la calma y una pequeña sonrisa. 

—¡Hey, Nick! —Exclamó alguien desde atrás. Se dio media vuelta y divisó a Jake acercándose a paso apresurado hacia ella. —¿Cómo estás?

—De maravillas —Dijo, esbozando una linda sonrisa. Jake frunció el ceño y ladeó su cabeza, sin comprender.

—¿Qué hay de tu detención de ayer? Escuché que peleaste con un chico o algo así. 

—David Ross, sí. —Suspiró. —La verdad es que jamás nos hemos llevado bien, pero no es nada. Tuve una reacción algo violenta de momento. —Explicó. —Es más, —agregó —me enviaron una tarea como parte del castigo y la he hecho completa. —Sonrió, orgullosa de sí misma y estiró sus manos, en las que llevaba una carpeta con su ensayo dentro. 

—¡Vaya! Qué aplicada eres. —Dijo, riéndose con su dentadura de comercial. —Vamos a ver... —Le dio una rápida lectura al ensayo y asintió con la cabeza al terminar. 

—¿Qué opinas? —Preguntó Nick, optimista. 

—Opino que deberías salir conmigo. 

                                                                     ***

—¡¿Qué?! —Exclamó Courtney en cuanto escuchó la historia de su amiga. Al toque de campana, Nick prácticamente había corrido una maratón hasta la sala, para llegar antes que el profesor y, por supuesto, para contarle todo a su compañera de puesto. —¡Mamma mía, un appuntamento romantico! ¡che io sapevo esso! —Comenzó a exclamar con un acento gracioso. 

—¿Hablas italiano? 

—Un po'. —Respondió. —Pero eso no importa, ¡qué le has respondido! Me imagino que saldrás con él. 

—No lo sé.

—Estás tomándome el pelo, ¿no es así? ¿Cómo que no lo sabes? 

—Court, no siento cosas en el estómago cuando lo veo, mi corazón ni siquiera se acelera tanto, no lo sé. Es lindo y todo, pero...

—Niall.

—Exacto. —Se quejó y dejó caer su cabeza sobre la mesa, apoyando la frente contra la superficie. 

—No puedo creer que seas tan tonta. 

—¿Disculpa? —Preguntó, levantándose rápidamente.

—¡Claro! Jake está buenísimo, es lindo, sus sonrisa es jodidamente perfecta, además en las pocas oportunidades en las que he intercambiado palabras con él me he dado cuenta de que es muy gracioso. Vamos, que el chico es grandioso y su estás aquí dándote contra la mesa porque no sabes si salir con él, como si fueras a casarte o algo por el estilo. ¿Piensas convertirte en monja si Niall jamás se fija en tí? 

Courtney tenía toda la razón. Por lo demás, seguro Jake se había armado de valor para pedirle la famosa cita y todo lo que hizo ella fue decir que lo pensaría y arrancar en cuanto sonó la campana. ¿Qué clase de respuesta era esa? 

Por otro lado, eso de ser monja estaba completamente fuera de sus planes, por mucho que Nick creyera en el Karma, sabía que jamás había hecho algo tan malo como para merecer una cosa así en su destino. Como dice el dicho, "A falta de Niall, hay algo de Jake". 

Tal vez sería hora de abortar la misión Niall.

... O al menos intentarlo. 

Not The Right One (fanfic n.h)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora