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—¿Bianco o rosso? —Preguntó un hombre al acercarse a Nick con un carrito repleto de botellas de toda clase de vino. 

—¿Disculpe? —Preguntó, complicada. No sólo tenía la mente en cualquier lugar excepto donde se encontraba, sino que además, el restaurant al que habían ido era cien por ciento italiano. 

Sí, incluyendo el idioma en el que hablaban.

—Pregunta si quieres vino blanco o vino tinto —Tradujo Jake, acercándose a su oreja. 

—¡Oh! Vino blanco, por favor. 

—Bianco essere —Respondió el hombre y destapó una botella de vino blanco. 

Nick suspiró. Estaba estresada y confundida y estar ahí en ese preciso momento no ayudaba en nada. 

—¿Todo bien? —Preguntó Jacob, tomando de su mano sobre la mesa. El resto de la familia conversaba a viva voz, eran numerosos. Otro detalle que Nick no había previsto. 

Pero tenía total sentido que una familia italiana fuese numerosa y bulliciosa. De hecho, era lo esperable.

—Sí —Respondió, esforzándose por dibujar una sonrisa en su rostro. 

—Bien, bien, bien —Dijo el padre de Jake por sobre el resto de las voces que se cruzaban de un lado a otro de la mesa. 

Jake estaba sentado a la derecha de Nick; su hermano menor, cuyo nombre ya había olvidado, a su izquierda. Frente a ella estaban las dos que le seguían al pequeño y un poco más allá el papá y la mamá. Los dos hermanos y la hermana mayor de la familia se encontraban a la derecha de Jake, completando así la larga mesa. 

—Vamos a brindar por Nicole, porque al fin tuvimos el honor de conocerla. Esperamos seguir viéndote muy seguido, figlia. ¡Salute! 

¡Salute! —Exclamaron todos y juntaron sus copas en el centro. 

Nick no hacía más que sonreír y morir de vergüenza por dentro. Jake la admiraba contento y acariciaba su mano. 

Besó su mejilla. 

El transcurso de la noche iba tranquilo. No había tenido problemas más grandes que el aprender a enrollar las pastas en su tenedor de la forma correcta. Le tomó poco menos de cinco minutos de observar al resto para aprenderlo. 

De vez en cuando alguien preguntaba sobre ella, qué hacía, cómo era su familia, a qué se dedicaban sus padres, entre otras cosas. Luego, a partir de sus respuestas comenzaban una larga conversación que se desviaba a otros temas totalmente diferentes. Eran divertidos. 

—¿Hay algo que hagas, además de la escuela? —preguntó Bianca, una de las hermanas mayores de Jake. — Digo, cuando yo estudiaba hacía otras cosas, tú sabes... deporte, arte, no lo sé.

—Sí, yo patino. —Respondió Nick, orgullosa. 

—¡Eso es adorable! —Dijo ella. —Patinaje, ¡guau! ¿Patinas en hielo o en la calle? 

Ella se estaba confundiendo, claro que no entendería que se refería al skate si Nick sólo decía "patino". 

—Ah, no... 

—Al menos ella sí hace cosas de chicas —Interrumpió Agostina. La más linda de las hermanas, al gusto de Nick. —¿Recuerdas esa chica con la que salió Jacobo una vez?

—¡Oh, sí! Ni siquiera era linda. ¿Sabes a qué se dedicaba? —Preguntó Bianca, dirigiéndose a Nick. 

—Chicas, por favor. —Intervino Jake. —¿Van a hablar de otras chicas en frente de mi novia actual? 

Not The Right One (fanfic n.h)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora