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—Lo siento —Se apresuró en decir. La había cagado por completo. —Lo siento. Lo siento. No... Es que... —Avergonzada, miró al suelo. Suspiró, dándose cuenta de lo que acababa de hacer. 

Niall dio unos pasos más cerca. —¿Estás bien, Nick? ¿Hay algo de lo que quieras hablar? 

—No s... Ah. Hay muchas cosas en mi cabeza, yo... 

La acercó a él con sus brazos y la rodeó, presionándola con fuerza. Nick volvió a suspirar y sus ojos se aguaron. Comenzó a llorar al fin.

Entraron en la casa y Niall la sentó sobre el mesón de la cocina. Buscó un vaso de agua y con las yemas de sus dedos le limpió la cara. 

Ya estaba tranquila.

—Lo siento. 

—No, está bien. ¿Vas a decirme qué anda tan mal ultimamente?

Nick asintió con la cabeza. Sus pestañas estaban mojadas y se juntaban entre sí, haciendo pequeñas separaciones. Ella no lloraba mucho. No porque fuese un robot, ni porque se creyera la gran cosa. Simplemente no le sucedía a menudo.

—No es que no quiera que estés feliz, Nialler. —Comenzó, ésta vez mucho más serena. —No soy tan egoísta. —Hizo una mueca graciosa y Niall rió. 

Tomó un sorbo de agua y continuó: —Es que han pasado muchas cosas y, bueno... te he necesitado. 

Se encogió de hombros y Niall suspiró. —Ven aquí —Dijo, abrazándola y posando una mano detrás de su nuca. —Lo siento mucho. 

 Si le preguntas a Nick, no pretendía llegar hasta ese punto. A menudo sentía que estaba perdiendo la cordura, porque si te detienes a pensarlo, Niall es sólo un chico y ella, sólo una chica. Sólo tenía dieciocho años y un mes de vida y estaba permitiendo que todo el asunto de Courtney la volviera loca, a pesar de ser sólo una novia de su mejor amigo. 

Es que al final todo era tan simple como eso. Sólo personas, sólo un asunto, sólo un lugar. 

Justo antes de que Niall pudiese hablar nuevamente, el bolsillo de Nick comenzó a vibrar y sonar, con esa 'musiquita desagradable', como él solía llamarle. Era sólo su novio.

Nick sorbió por la nariz antes de responder. —Hola, Jake. 

—Hola, cariño. ¿Cómo estás?

—Todo bien, en casa de Nialler. 

—Genial —Dijo, sin mucho interés. —Oye, estaba pensando en tí y... bueno, me dije "Hey, jamás has sacado a tu chica a cenar solos". ¿Qué te parece? Además, justo ahora me muero por una cena de barbacoa.

—Ah... —Jake era lindo y todo, pero su falta de memoria era increíble. —Jake, soy vegetariana, ¿lo recuerdas? —protestó, tratando de sonar tan dulce como le fuera posible. 

—¡Joder, es cierto! Bien, podemos comer algo más en ese caso. 

—O podríamos dejarlo para otro día. Ah... Entrené duro hoy y estoy algo cansada. 

—Claro. Sí. —Dijo. Y en su voz se notaba que trataba de reprimir su decepción. 

—Lo siento. 

—Está bien, bebé. No hay problema. Te hablaré mañana. 

—Bien, adiós Jake. —Alejó el teléfono de su oreja, pero volvió a ponérselo al escuchar un "¡Oye!" muy agudo desde el auricular. —¿Sí?

—Te quiero. 

Se congeló por un momento al oírlo. Nick de por sí era una persona fría, no se le daba muy bien eso de compartir sentimientos y decirle a la gente que la quería, a eso incluyamos que ni siquiera sentía la gran cosa por Jake, además de pensar que era lindo y adorable. Entonces, cada vez que él -que durante el mes y algo que llevaban saliendo se había encargado de demostrarle lo cariñoso y amable que es - hacía sus demostraciones de cariño, ella se incomodaba y sentía ganas de darse con el teléfono en la frente, al no ser capaz de sentir lo mismo. 

Not The Right One (fanfic n.h)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora