La Institutriz | Mi Luz (libro 1)

Cap. 47-Solo Amor.

A la reunión luego se le unieron Thomas y Patrick, este último no podía ocultar una sonrisa cada que miraba a Sophie, haciéndola fruncir el ceño confusa por sentir el escrutinio de su mirada.

La muchacha no entendía muy bien el por qué, pero luego de mirar a Thomas, lo comprendió todo. Seguro ya le había comentado a su hermano la posibilidad de que ella estuviese embarazada. Sólo esperaba que no fuera a hacer algún comentario fuera de lugar. No estaba lista para eso.

Al cabo de unos minutos el teléfono de la casa comenzó a sonar con insistencia, y fue Diana quién atendió la llamada. Luego de intercambiar palabras con el interlocutor, expandió su sonrisa para llamar la atención de Sophie. Con un gesto con el teléfono en manos, le indicó que la llamada era para ella. Sophie saltó del sofá en un movimiento y en dos pasos estuvo al lado de Diana, sujetando el teléfono.

– ¿Emily? –dijo emocionada sabiendo que así sería.

Desde uno de los sofás Patrick, prestó suma atención cuando la escuchó hablar y saber que su rubia estaba ahí, al otro lado de la línea. Trató de tranquilizar el pálpito precipitado de su corazón ante esa idea. Aún el suave tacto de sus labios seguía impregnado en los suyos. Y muy en el fondo algo le aseguraba que volvería a verla. Claro que sí.

– ¿Quién más? Obvio que soy yo. –bromeó Emily tratando de poner humor antes de ponerse sentimental. Sophie sonrió conociendo a su amiga.

– ¿Y que tal tu nuevo hogar? –preguntó Sophie con emoción– ¿Cómo es?

– Es más amplio que la habitación que compartíamos en el instituto. –suspiró ante ese recuerdo.

– ¿Tienes alguna compañera de piso? –preguntó balanceando su peso de un pie a otro con ansiedad.

– Aún no, pero creo que llegará en cualquier momento. Hay una cama más aquí. Fue todo una odisea, llegar y tratar de encontrar mi habitación. Por poco y entro en la habitación de un chico, morí de vergüenza. –Sophie río ante esa imagen.

– Puedo imaginarlo... –pudo escuchar la risa de su amiga del otro lado– ¿Cuándo inicias tus clases?

– En dos días. Estoy muy nerviosa por eso.

– Tranquila, te irá muy bien, ya verás. –alentó Sophie con sinceridad. Conocía la capacidad de su amiga.

– ¿Sophie?

– Dime.

– Ya te estoy echando de menos, amiga. –confesó.

– Y yo a ti... sobretodo ahora mismo. Me encantaría que aún estuvieras aquí. Que te hubieses ido mañana. –confesó.

– ¿Por qué? ¿Qué ha sucedido?

Sophie se aseguró de que nadie escuchará lo que iba a decir. Observó de un lado a otro y en voz baja, habló.

– La exesposa de Thomas, está aquí en la casa. –reveló.

– ¡¿Qué?! ¡¿Por qué?! –se escuchó a Emily asombrada.

– Sabes lo de su enfermedad... vino a compartir con sus hijos. Pero eso no es lo que me tiene intranquila. –siguió hablando en voz baja y jugando con un mechón de su cabello.

– ¿Entonces?

– Creo... puede que yo... –aclaró su garganta antes de soltar la bomba– esté embarazada... y no sé cómo hacer con ella aquí –confesó. Emily no dijo nada por varios segundos, preocupando a Sophie– ¿Emily?

– Sigo aquí... –susurró la rubia– estoy procesándolo –dijo haciendo reír a Sophie–, pero tú te estabas cuidando, Sophie.

– Al parecer no fueron muy eficaces. Según Diana y Thomas, tengo todos los síntomas de un embarazo.