4.01: Belles de jour

Start from the beginning
                                    

La puerta se abrió bruscamente.— ...se los diré, te lo prometo —decía Dan por teléfono.

Sus movimientos, y sus palabras, se detuvieron cuando nos vió del lado de afuera. Parecía que no esperaba encontrarnos a ambas allí, que abrir la puerta solo había sido algo mecánico.

— ¿Decirles qué? —cuestionó Vanessa.

Adiós, hielo.

— ¿Qué hacen aquí? —ignoró su pregunta con cautela—. Juntas...

— Tu padre me llamó, dijo que no podía localizarte —explicó ella—. Le dije que intentara con Serena, supuse que estarían juntos —alzó las cejas—. ¿Sino que otra posible razón hay para que no hayas llamado en todo el verano? O para que tengamos esta conversación en la puerta.

— No, Vanessa, lo lamento —negó sobresaltado—. Pero sí hay una razón.

— Yo también vine a ver si había algo vivo aquí, pero viendo y analizando la situación actual... —recorrí el loft con la mirada. Estaba sucio y desordenado de punta a punta—. ¿Te volviste ermitaño?

— No debería preocuparme después de lo que hiciste, pero, ¿te encuentras bien? —preguntó Vanessa.

— Yo...

— Estás mejor que bien —volvió a hablar antes de que Dan pudiera hacerlo—. ¿Por eso nos has estado evitando? —señaló con su dedo una canasto, donde había ropa interior de mujer—. ¿Estás viendo a alguien?

De acuerdo, no estaba esperando eso. Un hallanamiento hubiera tenido más sentido.

— No, no lo estoy —negó rápidamente—. No lo estoy.

Dan, ¿hay alguien ahi? —a distancia, se escuchó el grito de una mujer.

Dan suspiró, Vanessa sonrió con ironía. Yo traté de no incomodarme por la tensión.

— Mejor me voy.

— Sí, probablemente esa sea una buena idea, Ash —contestó Dan—. Gracias.

En ese instante se escucharon nuevos pasos. Supuse que serían de la supuesta nueva mujer en la vida de Dan. Y mis pensamientos fueron confirmados cuando otra presencia irrumpió la sala, pero no era del todo nueva...

— ¿Sales con Georgina? —cuestioné, con los ojos abiertos y la mandíbula caída.

— No, nosotros no estamos saliendo.

— Es verdad —Georgina sonrió—. Casi nunca salimos de la casa.

— No, pero no es lo que están pensando...

— ¿Qué otra razón podrá haber en el mundo para que Georgina Sparks deje su ropa interior en tu casa? —lo interrumpió Vanessa, igual de confundida que yo.

Dan se quedó en silencio, demostrando resignación en su rostro. A lo lejos, Georgina levantó a un bebé de un chocecito que no había notado hasta entonces. Mis ojos se abrieron aún más cuando se acercó.

— Conozcan a Milo —murmuró Dan—. Es nuestro hijo.

Tiene que ser una broma.

══════════════════════
Vista: Ashley regresando a la ciudad con algo más que un itinerario de viajes completo. ¿Quién es ese importado que acabas de recibir en tu casa, A? Y si es secreto, quiero saberlo aún más.
══════════════════════

No pude quedarme para escuchar la historia completa acerca de cómo me convertí en tía, todavía tengo que asistir a la fiesta de Eleanor. De todas maneras, supe lo más importante: al principio del verano Georgina apareció en la puerta de su loft con una barriga a punto de explotar, informándole a Dan que durante su tiempo compartido en la NYU había quedado embarazada, dando a luz a Milo. Desde ahí, Dan estuvo tratando de no enloquece.

Ashley Clayton | Gossip GirlWhere stories live. Discover now