Ashley Clayton | Gossip Girl

2.22: Los caballeros sureños las prefieren rubias

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Eventualmente, todas las reinas se encuentran en terreno desconocido, fuera de los muros del castillo. En el caso de Blair Waldorf, el East Village.
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Había trabajado toda la mañana con una sesión de fotos. Uno piensa que es fácil cambiarse de atuendo y que le tomen fotografías, pero realmente es mucho más difícil de lo que parece. Terminé muy cansada. Para animarme un poco, me reuní con Dan en la galería de Rufus.

Bebíamos un café mientras conversábamos.

— ¿Y qué tal el trabajo? —pregunté señalando su atuendo.

— Bueno, probablemente mi salario sea menor al costo de tu bolso, pero no me quejo.

— Hm, se nota —ironicé, bebiendo de mi taza.

En ese momento Jenny se acercó.

— Oh, ahí estás —le dijo a Dan—. ¿Ya le hablaste del anillo?

— ¿Anillo? —fruncí el ceño—. ¿Qué anillo?

— Esta mañana sorprendimos a nuestro padre mirando uno —respondió Dan.

— ¿Un anillo... anillo? —pregunté, refiriéndome a un anillo de compromiso. Dan asintió—. ¡Oh, Dios mío! —sonreí. Pero ellos nos parecían contentos—. Esperen. Estas son buenas noticias, ¿verdad?

— Bueno, él... él solo miró. No compró.

— Él se acobardó —alcé las cejas—. ¿Por qué? Digo, las bodas son geniales. Tienen mucha variedad de comida exquisita.

— Tal vez porque Jenny básicamente le dijo que nunca se mudaría con los VDW.

— Está bien, o le preocupa que Dan se haya acostado con... su hermanastra —ella lo desafió.

— Espero que no sea así, porque realmente hay cero posibilidades de que Serena y yo volvamos a estar juntos —suspiró.

— ¿Y ustedes están bien? —indagué.

— Sí, bueno, sería raro. Papá se casa con Lily, compartiendo camas con Chuck...

— Sí, quiero decir, definitivamente sería extraño —rió Jenny—. Pero, no sé, deberías haberlo visto. Estaba prácticamente saltando. No creo que lo haya visto nunca tan feliz.

— Huh, no creo haber visto nunca a nadie tan feliz —agregó Dan.

— Entonces deberían decirle que cuenta con su apoyo —sugerí.

Justo en ese momento, Rufus atravesó la puerta hablando por teléfono. O prácticamente gritándole al teléfono.

— ¡No, eso no es... eso no puede ser de ninguna forma correcto! —dijo. Cuando se dio cuenta que estábamos ahí, nos dedicó una mirada—. Eso no es lo que discutimos.

— ¿Papá?

— Uh, no —dio la vuelta—. No, no, no. No lo tendré.

— Tal vez no hoy —murmuró Jenny, respondiendo a mi sugerencia.

Los miré moviendo las cejas antes de volver a mi café.

A pesar de ser la quinta boda de Lily, puede notarse a kilómetros que está verdaderamente enamorada de Rufus. O sea, esperó veinte años para estar con él, creo que no hay que decir más nada... ¿Es posible amar tanto tiempo a alguien a pesar de ni siquiera verlo? Quiero arrancarme el corazón por solo considerar esa condena.

*Omnisciente*

Chuck y Nate jugaban básquetbol en una pequeña cancha en el parque. Habían estado recuperando el vínculo, así que decidieron salir a pasar el rato juntos. Pero Nate no estaba exactamente conectando con el juego.