3.18: La insoportable culpabilidad del ser

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Arriba, Upper East Siders.

Es hora de despertar de nuestro sueño y de entrar a la dura realidad... algunas pesadillas no terminan cuando abrimos los ojos.
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Resulta que Chuck y Blair se habían peleado el mismo día del cumpleaños de Nate y llevaban días sin hablarse

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Resulta que Chuck y Blair se habían peleado el mismo día del cumpleaños de Nate y llevaban días sin hablarse. Cada uno estaba haciendo lo que mejor sabe hacer en estas situaciones: aislamiento social, actitudes groseras y regreso a los malos hábitos. Nosotros, como buenos amigos que somos, decidimos accionar para detener la caída, aunque nos rodeemos de incomodidad por nuestros propios problemas sin resolver. Así que, esa mañana, me dirigí al Empire para darle comienzo a la persuasión amistosa.

Caminamos hacia la sala principal de la suite cuando escuchamos pasos. Y ahí estaba Chuck, en una bata desarreglada, con toda su gloria adormecida mientras revisaba cada botella vacía en su bar personal. Cortesía de un arduo trabajo en equipo.

— No vas a encontrar nada ahí —avisé, haciéndolo voltear para enfrentarnos.

— Por suerte poseo un bar abajo —contestó despreocupado.

Intentó salir, pero nos interpusimos en el camino, dejándolo atrapado entre la barra y la pared.

— Ten, bebe esto —dijo Nate, extendiéndole una taza de café. Chuck solamente lo miró indiferente—. Oye, sabemos que tu acto tiene que ver con lo que sucedió entre tú y Blair. Pero ya recuperaste el Empire. Deberían estar celebrando, no peleando.

— ¿Quieres decirnos qué sucede? —preguntó Serena

— Vamos —Nate le acercó el café.

Chuck resopló, tomando la taza a regañadientes.

— Creí que nuestra relación podía soportar lo que fuera... y al parecer no era así.

De alguna manera logró obtener una pequeña petaca de whisky de algún compartimento secreto en su mesa de pool, que obviamente no confiscamos en nuestro allanamiento. A continuación, vertió el contenido amargo dentro del café, para luego darle un sorbo.

— Pero aún la amas, ¿no? —cuestioné, haciendo que Chuck me mirara como si hubiera dicho una estupidez—. Entonces demuéstrale que lo sientes. Llévala a Blue Hill, o cómprale esos Louboutin nuevos en Saks.

— Le compraría todo Saks y aún así no sería suficiente. No quiere hablar conmigo, ya traté.

— ¿Cuándo? —entrecerré los ojos, sabiendo que no ha hecho otra cosa además de ser un ermitaño.

— No has salido en días —agregó Nate.

— Me pidió que la dejara en paz.

— No debes esperar mucho, Chuck, o creerá que no te importa —aconsejó Serena.

Ashley Clayton | Gossip GirlWhere stories live. Discover now