2.13: Adiós a Bart

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Más torres que Trump, más dólares que Bloomberg... Bart Bass dejó su marca en Manhattan.

La muerte de una figura pública puede sacudir una ciudad. Pero la verdadera historia siempre es la que ocurre en privado, lejos de los titulares, en casa.
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Esa mañana nos levantamos temprano. El aire tenía una vibra distinta, claramente no era un día cómo cualquiera.

Ahora, estaba desayunando con mi madre.

— Que bonita foto de Bart, Lily debería agradecérselo al redactor —dijo ella leyendo el periódico—. ¿Cómo está Charles?

— ¿Quién sabe? —alcé los hombros—. No regresa mis llamadas. Lo único que sé es que está oculto en el Palace. Le llevan comida, así que hay algo vivo allí —suspiré.

Me angustiaba mucho que no quisiera tener contacto conmigo. Ya había intentado encontrarlo personalmente pero fracasé en reiteradas oportunidades. Seguía repitiendo que Chuck necesitaba su espacio, que era un momento difícil y que podía afrontarlo como quisiera, pero eso no significaba que no me preocupara por él.

De todos modos, lo entendía. No sé cómo me hubiera comportado yo si mi padre hubiera muerto también en ese accidente que le arrebató la vida a Bart. Fueron días difíciles, existió la posibilidad, casi sucedió... pero al final del día, mi padre estaba vivo y el de Chuck no.

— ¿Estás preocupada? —preguntó mi madre, conociéndome. Yo asentí con una expresión triste—. Tal vez podamos hacer algo con el hotel.

— Déjalo —negué con la cabeza—. Nate está tratando de convencerlo. Tiene que avisarme.

— Hablando de Nathaniel... ¿qué te traes con él?

No hay peor momento, realmente.

— ¿Disculpa? —me aclaré la garganta.

— Últimamente estás pasando más tiempo con tu amigo —comentó curiosa—. Estoy sorprendida. Sería tu primera relación...

¿Cómo saca conclusiones tan rápido?

— Mamá, hoy es el funeral de Bart y papá deberá usar muletas hasta quién sabe cuándo —contesté inquieta—. Creo que no es momento para hablar de mi situación sentimental.

— ¿Por qué te pones a la defensiva? Tengo razón —sonrió con un triunfo que me hizo virar los ojos—. No falla mi intuición materna.

Abrí la boca y la cerré sin pronunciar una palabra. Para mi suerte, mi padre apareció por las escaleras, subiendo con cuidado.

— ¡Papá! ¿Qué haces? —Quise levantarme para ayudarlo, pero él me hizo un gesto con la mano para que volviera a sentarme—. Sabes que debes mantenerte en cama. A penas la doctora dejó que te vayas del hospital.

Soltó un suspiro fatigado mientras tomaba asiento entre nosotras dos.

— Me aburro allí solo

— ¿Cómo te sientes, querido? —le preguntó mi madre con dulzura.

— Bart siempre quiso que lo honrara con la cabeza en alto... debo aprovechar que me sacaron el cuello ortopédico.

Reí levemente. Por los menos estaba de buen humor.

Sabía lo duro que era esto para él. A pesar de sus negocios, él y Bart eran mejores amigos y compartían prácticamente todo. Había estado actuando con frialdad, como si no estuviera realmente afectado, pero nosotras lo conocíamos mejor. Y en verdad no podemos culparlo por querer resguardarse en una coraza imperturbable.

Ashley Clayton | Gossip GirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora