— De acuerdo, creo que ahora me siento mejor —suspiré, deteniendo mi risa—. Todos estos meses creí que estabas evitándome, ya que no te vi más en las clases.
— Al principio lo hacía —admitió sin vergüenza—. Pero luego los exámenes me patearon el trasero y decidí enfocarme en lo verdaderamente importante. Y huir de ti como si fueras un virus no iba a ayudar... También debo agradecerle a Sam.
— ¿Sam? —entrecerré los ojos, sin saber de quién hablaba.
— Samantha, una estudiante sobresaliente de Tisch que conocí haciendo un seminario de lectura y escritura académica. Ella me pateó el trasero más fuerte cuando mi desempeño en un trabajo compartido no fue el mejor, y lo ha estado haciendo desde entonces —sonrió con anhelo—. No llega tarde, ni se queda colgada viendo mi heterocromía, pero también es una buena compañera evitando que me salga del carril.
— Oh —murmuré, sin saber qué contestar.
Trato de no dejarme vencer por las emociones que siento en ese momento. En su lugar, intento reprimirlas lo mejor posible, ya que no tengo ninguna razón para sentirme celosa o reemplazada por esa supuesta Sam. No hay motivo valido.
— ¿Y tú, qué estuviste haciendo? —preguntó, cambiando de tema—. ¿Cómo estás las cosas con Nate?
Abrí los labios brevemente, meditando antes de responder.— En realidad, rompimos hace un tiempo.
El asombro en su rostro fue inmediato.
— Uh, lo siento, no tenía idea.
— Está bien, no tienes que disculparte. Solo no funcionó —dije despreocupada—. Y, ahora, estoy contenta de haberte visto. Me di cuenta que aún hay cosas que quiero decirte, que descubrí en este tiempo en el que no nos vimos, empezando por...
Un carraspeo, proveniente de la mesa de al lado, evitó que continuara. La responsable del sonido es una anciana, que nos mira a ambos con los brazos cruzados, moviendo la barbilla en dirección a la bandeja de Zac.
— Joven, por mucho que aprecie un intercambio entre dos desconocidos ex amantes, he estado observando mi pedido por tanto tiempo que casi que puedo saborear la canela de mi café —refunfuñó.
De acuerdo... Le dediqué una mirada de reojo a Zac, obteniendo una mueca de culpa. Supongo que no fui la única que olvidó completamente en dónde nos encontrábamos.
— No somos ex amantes —respondió, recibiendo una mirada más severa que antes. Hubiera reído si no estuviera asustada por la mujer—. Hm, disculpe, señora. Mejor voy a rehacer su pedido. Estará listo en un instante. Lo lamento.
══════════════════════
Llamada a Serena van der Woodsen. Luego de una vida en la sala de espera de papi, parece que el doctor finalmente ha llegado.
══════════════════════Caminé entre las mesas de la cafetería, hasta caer en una silla frente a Dan. Me prestó atención luego de colgar el teléfono, dejándolo sobre la mesa.
— Tardaste un poco. Ya ordené.
— ¿Por qué no me dijiste que Zac trabajaba aquí? —cuestioné seria.
— Supongo que lo viste —dedujo, haciéndome fruncir el ceño—. Oye, me enteré una vez que llegué, y me dijiste que estabas en camino, así que no había razón para cambiar de lugar. Resulta que mi cafetería habitual está en remodelación, por lo que me metí en una de las calles paralelas y llegué aquí... Además, ¿no es hora de que arreglen sus problemas?
YOU ARE READING
Ashley Clayton | Gossip Girl
Paranormal𝐍𝐨 𝐞𝐫𝐞𝐬 𝐧𝐚𝐝𝐢𝐞 𝐡𝐚𝐬𝐭𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐨 𝐡𝐚𝐛𝐥𝐚𝐧 𝐝𝐞 𝐭𝐢... Una escuela privada, pero no vida privada. Lo que sea que los estudiantes hacen, va directamente a su blog. La desconocida pero escandalosa Gossip Girl, le da problemas a los...
3.19: El extraño doctor van der Woodsen
Start from the beginning