𝐍𝐨 𝐞𝐫𝐞𝐬 𝐧𝐚𝐝𝐢𝐞 𝐡𝐚𝐬𝐭𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐨 𝐡𝐚𝐛𝐥𝐚𝐧 𝐝𝐞 𝐭𝐢...
Una escuela privada, pero no vida privada. Lo que sea que los estudiantes hacen, va directamente a su blog. La desconocida pero escandalosa Gossip Girl, le da problemas a los...
— Está bien, eso es... Sé que crees que estás de acuerdo con eso, pero no quieres ver a tu novia con otro chico. Quiero decir, comparar miradas y ruidos —frunció el ceño.
Bien, ahora entiendo porque Nate estaba tan cuidadoso con mostrarle las películas a Dan, pero Olivia es una actriz. Es su trabajo interpretar escenas y hacerlas parecer reales, no podemos creer todo lo que dice un blog. Digo, tenemos experiencia con eso.
— No, mira, ese es el problema con tu teoría. No tengo ni idea de si hace ruidos todavía. No hemos llegado a la etapa de ruidos, aunque tenemos planes para mañana por la noche, así que... —su teléfono sonó—. Esperen un momento. Tal vez es ella —lo abrió para leer.
Segundos después, nuestros teléfonos también sonaron. Alcé una ceja mientras veía de qué se trataba... Oportuno.
══════════════════════ Vista: Una estrella con la mano en el frasco de galletas.
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Hasta Perez Hilton sabe que el Chico Solitario tendrá su regalo de Halloween. ══════════════════════
Ignoramos el posteo para no hacer más tensa la situación, ya que la expresión en el rostro de Dan fue más que suficiente. Así que puso el DVD en su computadora y se sentó en el otro sofá individual. Yo estaba sobre el regazo de Nate, sin prestarle demasiada atención a la película. La trama no es de mi agrado.
La escena en cuestión estaba comenzando. La música cambió, al igual que la iluminación, volviendo todo más intimo. Traté de no reírme de las muecas de Dan, que claramente estaba intentando no explotar cuando los besos llegaron. Parece una de esas situaciones en las que miras una película con tus padres y una escena sexual comienza y no sabes qué hacer con la vergüenza que tienes.
— Ahora entiendo porque te gustan tanto estás películas —le murmuré a Nate, quien rió suavemente antes de picotear mis labios.
Patrick besó a Olivia en el cuello, para luego morderla. Los gemidos eran cada vez más fuertes mientras su cuerpo se elevaba.
— ¿Ella está levitando? —preguntó Dan, entumecido.
— Estoy bastante seguro de que es pantalla verde —respondió Nate con indiferencia.
— ¿Es su actuación tan buena en el resto de la película? Porque miren cómo lo está viendo —señaló la pantalla—. Eso es amor. Es definitivamente amor —entrecerré los ojos mientras lo escuchaba—. Y lujuria y gratitud...
— Amigo, es un orgasmo —contrarresté.
— Sí —contestó serio.
— La verdad, es muy comprensible que te estés molestando —dijo Nate, acomodándose en el sofá. Mi espalda se enderezó por esa acción—. Digo, es tu novia la que está ahí. No es disfrutable.
