3. Capitulo 9

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Remus estaba terminando de corregir los pergaminos de los jóvenes de Sexto año. La clase pasada les había pedido un ensayo considerable y, de repente, llegó a sentir cierta comprensión hacia Severus cuando decía que cada vez tenía menos expectativas en algunos estudiantes. Podía entender que algunas cosas les resultaran complicadas y demás, pero de ahí a esforzarse poco o nada en sus labores lo desalentaba un poco. Pero bueno, eran una minoría. El resto realmente estaba puesto en aprender y estudiar las cosas que asignaba.

También había considerado lo que Severus le dijo el día que le enseñaron a Harry el hechizo para conjurar un Patronus y estaba en proceso con los demás estudiantes. Primero, comenzó con algunos ejercicios escritos y un ensayo no muy largo sobre ese hechizo. Después, les aseguró que comenzarían a practicarlo muy pronto. De todas formas, le había pedido a Harry que no les mencionara a sus amigos que él ya sabía ese hechizo y él lo aceptó, pareciendo emocionado por tener un secreto como ése. Sonrió levemente y decidió acabar con la pila de ensayos. Harry realmente se parecía mucho a Lily cuando era estudiante, más que a James. Mucho más que a James, de hecho. No era algo que pudiese decir, ya que Severus le había dicho el año pasado que Harry era «mucho mejor que James Potter».

Lupin exhaló suavemente por la nariz. Aún no había tenido la oportunidad de hablar mucho con Sirius sobre eso, puesto que ambos estaban más centrados en atrapar al traidor por el que Black había acabado en Azkaban y por el que ahora él era un prófugo de la justicia. Su amigo actualmente estaba escondido en el número 12 de Grimmauld Place, un hogar ubicado en Londres y en un vecindario Muggle, protegido por un encantamiento para que nadie la encontrase. No se habían escrito demasiado desde entonces, ya que estaban preocupados de que alguien pudiese sospechar.

De todas formas, los profesores estaban más centrados en proteger a los estudiantes de los Dementores y no había rastro de otro peligro, así que era poco probable que alguien sospechase algo. Según Sirius, hasta los Dementores eran menos peligrosos que quien él consideraba su enemigo. Habiendo visto sus memorias tiempo atrás antes de ayudarlo a escapar, Lupin sabía bien que no mentía.

Pero incluso si tenían la suerte de encontrarlo sin ayuda y sólo guiándose con lo poco que Remus pudo ver en los recuerdos y lo que Sirius en sí recordaba, ¿cómo probarían que había sido Pettigrew el verdadero traidor y asesino de Muggles? Dudaban que los Aurores los escucharan el tiempo suficiente como para mostrarles los recuerdos de Sirius y de ser así, se sabría que Remus lo había ayudado a escapar. Otra opción era hacer que él mismo confesara, pero no sabían cómo.

Ah, qué complicado, pensó con fastidio, lanzando el último ensayo corregido. Sabía que su mejor amigo le clavaría los colmillos a Pettigrew en cuanto lo viese y, aunque él mismo sintiese gran ira hacia esa rata, debía evitarlo o Sirius acabaría de nuevo en Azkaban y esta vez, con una causa que todos sabrían realmente, por mucho pesar que le causara pensarlo. Así como Snape no había superado de todo su rencor hacia ellos, Remus era perfectamente consciente de que Black tampoco lo había hecho y eso podía llegar a generarle más de un problema.

No quería ni imaginarse cómo reaccionaría cuando supiese que Severus había estado cuidando de Harry todos esos años desde las sombras. Claro, el hombre de negro le había dejado claro que nadie más debía saberlo y Lupin era un hombre de palabra: si decía que nadie lo sabría, ni bajo una maldición lo revelaría. Además, era un favor que creía deberle.

Ésa era otra cosa que no podría hablar con Sirius ni con nadie, ya que pondría en peligro su actual relación con Severus. Había sido un gran avance que el hombre de negro lo invitase a tomar algo a su casa durante las vacaciones luego de cuidar a Harry y la verdad, no quería perder eso. Había esperado mucho que las cosas se arreglaran y ahora que estaba pasando, no podía hablarlo con su mejor amigo. Eso lo tenía nervioso. La verdad, no quería perder a ninguno.

Siempre contigoWhere stories live. Discover now