3. Capitulo 6

2.2K 284 85
                                    

Al día siguiente, tuvieron la primera clase de Lupin. Nadie dudaba que fuera una persona competente para el puesto; lo habían aprendido el año pasado. El día anterior, los alumnos mayores tuvieron clase con él y los demás habían oído que las cosas que les enseñó fueron geniales, ya que no se quedó sólo en lo teórico, sino también en lo práctico.

El grupo de amigos hablaban tranquilamente, preguntándose cómo sería, puesto que los alumnos mayores no les habían hablado mucho de eso para no arruinar la sorpresa. En medio del aula, un ropero considerablemente grande era lo que más figuraba.

— ¿Hará que nos enfrentemos en un duelo también?—dijo Ron, que estaba sentado en una mesa, literalmente.

—No lo creo. Siendo una primera clase, quizás nos enseñe algo teórico antes—contestó Hermione, repasando un poco.

—Al menos estaremos seguros ahora. El profesor Lupin realmente parece saber cómo manejarse—comentó Harry—. ¿Tú qué crees que, Luna?

—Yo creo que el profesor Lupin debe ser mejor profesor que Lockhart—respondió la rubia. Había decidido asistir a una clase para ver cómo era el nuevo profesor—. El año pasado demostró ser también muy bueno en el duelo, aunque el profesor Snape pareció hacerlo mejor.

—Él quiere el puesto hace años. No me sorprendería que se sintiese un poco tocado por eso—exclamó Draco, ladeando brevemente la cabeza.

Poco después, Lupin entró precipitadamente al salón, disculpándose por el retraso, y todos se acomodaron en sus sillas. Pero apenas terminaron de hacerlo cuando Remus les pidió a todos que se pusieran de pie. Cuando lo hicieron, de un solo movimiento de su varita mandó las sillas y las mesas contra las paredes de los costados.

—Decidí que nuestra primera clase debería ser práctica, así podrán comenzar a familiarizarse con la materia—anunció Remus. Todos se miraron, sonriendo complacidos.

Los alumnos se pusieron uno al lado del otro para poner total atención al hombre.

—Muy bien. Ahora, presten mucha atención y tengan sus varitas listas—pidió el profesor. Se puso al lado del ropero y prosiguió—: Lo que está dentro del ropero... ¿alguien sabe qué es?

—Un Boggart, señor—contestó Luna, sin dejar de mirar el ropero.

—Bien dicho, Luna. ¿Alguien sabe cómo es?

Hermione contestó antes que nadie.

—Nadie sabe cómo es, ya que es un ser cambiante, que justamente se transforma en lo que uno más teme.

—Bien. ¿Y por qué siempre es mejor enfrentarse a un Boggart con alguien más o en grupo que solo?

Esta vez, Draco respondió:

—Porque así el Boggart no sabrá en qué transformarse, ya que estará confundido con todos los miedos.

—Excelente, alumnos. Lo que vamos a hacer hoy es aprender cómo enfrentarse a uno mediante la diversión, la risa—explicó Lupin, dando pasos lentos alrededor del ropero—. Para eso, existe un hechizo muy sencillo para lograrlo. Repitan, Riddikulus—pidió. Todos así lo hicieron—. Ahora bien, con el conjuro, deben pensar en transformar al Boggart en algo divertido, algo gracioso, ya que eso es lo que lo debilita. Cuando piensen en su mayor miedo, deben lanzar el hechizo concentrándose en algo que los haga reír.
»Neville, ¿quieres intentarlo primero?

El joven asintió lentamente y se puso delante del grupo. Estaba un poco nervioso, especialmente porque todos estaban muy callados, expectantes a lo que iba a salir de ahí. En el primer año, habría dicho que le temía sólo al profesor Snape, pero con todo lo que había pasado y pensando en las veces que los había ayudado a estudiar, se dijo que era tan malo como él pensaba; estricto sin dudas, pero nada más. Luego, pensó en su abuela. No le temía específicamente a ella, sino a lo que le podía decir cuando creía que no estaba a la altura de sus expectativas. Ya tenía algo.

Siempre contigoWhere stories live. Discover now