4. Capitulo 25

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Durante el almuerzo del día siguiente, el grupo de amigos se encontraba comiendo cerca del lado, en plena luz del día, donde sabían que nadie los molestaría y que podrían ver si alguien andaba merodeando cerca de ellos. No había sido difícil evadir a los demás. Nadie tuvo mucho tiempo de reaccionar cuando los vieron alejarse con un poco de la comida. Las otras escuelas los miraron como si fuesen extraños y luego siguieron como si nada. Y los alumnos de Hogwarts ya estaban acostumbrados, así que los ignoraron, como siempre.

Harry y Ron comenzaron a contarles que la noche anterior habían seguido a Hagrid y a Madame Maxime. El segundo se justificó diciendo que su hermano Charlie le había escrito para contarle que tenía una «tarea importante» con sus dragones y que tenía que ver con Hogwarts. Eso le había dado todos los motivos que necesitaba para seguirlos. Cuando Hermione le preguntó por qué, Ron simplemente respondió: « ¿Quién en Hogwarts sabría más de dragones que Hagrid?». Sin embargo, su amiga parecía más preocupada porque habían salido durante la noche y al bosque prohibido sin que nadie lo supiera.

—Oigan, luego podemos debatir el tema de las reglas—intervino Draco—, pero ahora mismo centrémonos en idear algo para que Harry no sea calcinado vivo.

—Gracias por la imagen mental—murmuró Harry, temblando un poco.

—De todas formas, las reglas sólo dicen que los profesores no pueden ayudar—señaló Draco, con tono sugerente—. Hasta el momento nadie ha dicho nada de los compañeros de Casa o amigos.

—Si, ya entendí—espetó Hermione, rodando los ojos—. Entonces, ¿creen que los demás sabrán de esa primera prueba?

—Fleur y Krum ya deben saberlo. Madame Maxime estaba con Hagrid y Krum tiene a Karkaroff, que para mí debió haberlo visto sin que nadie lo notara—comentó Ron, aunque no muy preocupado.

— ¿Y Cedric lo sabrá?—preguntó Luna—. No creo que alguien se lo haya dicho aún.

—Yo tengo la idea de hacerlo—soltó Harry, un poco rápido—. En cuanto piense en algo, le diré para que se prepare. No quiero que lo tome por sorpresa.

—En cuanto a lo otro—exclamó Neville—, Harry, quizás puedas pasar esa prueba de cualquier forma, porque no habrá una forma «segura» de pasarla. Creo que eso quedó más que claro.

—Lo he pensado, pero siento que mis opciones son pocas—contestó Harry.

—Menos es más—exclamó Ginny—. Puede que la magia no afecte directamente al dragón, y sin embargo, tienes una Saeta de Fuego, ¿no? Es una escoba muy rápida. Entonces, dale otro uso que no sea sólo para el Quidditch y aprovecha el hechizo Accio. Si no quieres perder tantos puntos por tardar, no te alejes de donde estarán, sólo desestabiliza al dragón. Charlie siempre dice que eso puede distraerlos más de lo que pensamos.

—Es una gran idea, hermanita—sonrió Ron, mientras le pasaba un brazo por los hombros para atraerla hacia él y despeinarla.

—Déjame—espetó ella al alejarse—. ¿Ustedes qué piensan?—les preguntó a los demás, ignorando a su hermano.

—Creo que es una idea tan arriesgada y capaz de acabar con cualquiera... que me parece excelente—respondió Draco, sonriendo ampliamente.

—Yo creo que será lo mejor. Como dijiste, no hay muchos opciones—dijo Neville, asintiendo.

—Igual yo—convino Hermione—. Sólo deberás tener cuidado de no dejar caer tu varita. Pégala a tu mano si hace falta, porque si la pierdes...

—Ni lo digas—suspiró Harry, cerrando los ojos un momento.

—Bueno, en ese caso, sólo queda que se lo digas a Cedric—dijo Luna, cruzando las piernas—. Él no está enojado por esto. De hecho, está preocupado. Lo escuché hablar con algunos compañeros y les pedía que te dejaran en paz.

Siempre contigoWhere stories live. Discover now