4. Capitulo 7

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Apenas habían pasado tres días desde que Harry había ido a quedarse en la casa del profesor Snape y sus amigos ya lo habían invitado a salir. Aunque el joven hubiese preferido que lo visitaran y quedarse en la casa de su profesor, ellos insistieron en sus cartas y luego en la puerta de la casa con sonrisa socarronas. Con eso, Snape acabó diciéndole que los acompañara, que ya tendrían tiempo de visitarlo y no de sólo salir. El joven accedió y, tras despedirse de su profesor, salió con sus amigos. Hermione dio la idea de que podían visitar algunos lugares en la ciudad de Londres. Intrigados, Draco, Neville y Ron preguntaron si hablaba del mundo Muggle, a lo que ella asintió sonriendo. A Harry le encantó la idea de volver a visitar algunos sitios familiares. No conocía muchos, pero el hecho de volver a ver a personas sin magia casi resultaba interesante para él. Luna les dijo que conocía varias formas de llegar, ya que en muchas ocasiones lo había hecho con su padre por la curiosidad que ambos tenían por saber cómo se arreglaban los Muggles sin magia; de hecho, Xenophilius había escrito algunos artículos sobre ello.

La forma más rápida fue parar un carruaje que se movía solo, sin guía ni caballo (o lo que fuera que usaran en ese mundo, por propios pensamientos de Harry y Hermione). Éste podía llegar hasta un lugar apartado y dejarlos bajar donde nadie los vería. Sonaba bien. Durante el viaje, Neville, Ron y Draco les hicieron varias preguntas a Harry y Hermione sobre «su mundo», cómo hacían los Muggles para arreglarse sin magia, ya sea para hacer tareas o moverse de un lugar a otro, si todos creían en la magia o sólo la veían como una fantasía, si había suposiciones de la misma y cosas así. Luna iba leyendo uno de los artículos de su padre para recordar bien todo sobre ellos, queriendo asegurarse de no olvidar nada. No pensaba actuar de otra forma que no fuese sólo para ocultar su magia, pero quería evitar asustarlos si preguntaba algo «raro». Estaba convencida de que sería divertido y se lo hizo saber a Harry mientras Hermione les explicaba a los otros tres cómo era el entretenimiento en la televisión y los videojuegos.

-Pero ya habías visitado el mundo Muggle, ¿verdad?-preguntó él, mirándola ahora.

-Oh, sí. Pero jamás he ido con amigos. Papá dijo que siempre podía llevar a quien quisiera, pero nadie estaba realmente interesado-admitió Luna, dejando la revista en su regazo-. Me alegra ir con ustedes. ¡Será sensacional!

-No lo dudo-sonrió Harry. El entusiasmo de Luna le causaba cierta ternura-. ¿Hay algo en particular que te gustaría ver?

-Hmm... Me sigue llamando la atención eso que habla Hermione sobre la... televisión... Suena extraño.

-Imagínate cómo sería si la vieran mis hermanos-se metió Ron, que quedó maravillado y perdido con la explicación de Hermione-. Creo que se desmayarían. Y Fred y George encontrarían formas de hacer alguna broma.

-No lo dudo-rió Draco-. De todas formas, mis padres jamás querrían algo así en casa. Lo considerarían una distracción, aunque no precisamente para mí.

-Mi abuela también, pero sí para mí-dijo Neville, ladeando un momento la cabeza-. ¿Y en qué se movilizan? No creo que tengan escobas voladoras o carruajes, ¿no?

Harry y Hermione rieron suavemente y el moreno respondió primero.

-No, ellos tienes autos, aunque no vuelan como el de tu papá, Ron. Esos andan por el asfalto como cualquier auto normal.

-Y también hay un vehículo llamado autobús-agregó Hermione-. A diferencia de los autos, puede llevar una cantidad grande personas y cada uno tiene una ruta para llevarlas a diferentes sitios.

- ¿Y si tienen prisa y no cuentan con el Flu?-preguntó Draco.

-Pues... Nos levantamos temprano y hacemos todo de prisa-respondió Harry, mientras Hermione le daba un codazo amistoso.

Siempre contigoWhere stories live. Discover now