4. Capitulo 34

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Harry había decidido buscar a su profesor de Pociones para hablar un poco con él. Necesitaba la palabra de un adulto en ese momento. Sólo quedaban días hasta la tercera prueba y se sentía cada vez más estresado.

El padre de Cedric había llegado a Hogwarts para apoyar a su hijo y, de paso, lanzarle miradas molestas a Harry. El moreno se había sentido bastante confundido al respecto y de la forma más tranquila posible, le preguntó qué pasaba. Amos, quien se había mostrado en el mundial de Qudditch como un tipo tranquilo y agradable, se mostró fastidiado por un artículo de El Profeta en el que salía Harry hablando con sus amigos y el titular decía: "ACABÓ CON EL QUE NO DEBE SER NOMBRADO Y AHORA PARTICIPA EN EL TORNEO MÁS PELIGROSO" y luego daba detalles de la participación de Harry como el más joven dentro de la competencia. Se molestó por ello y se lo hizo saber a Amos, alegando que jamás quiso participar. Antes de que el hombre pudiese decirle algo, Cedric le pidió a su padre que dejara de culparlo por un artículo que había hecho una reportera mediocre a un menor de edad sin su consentimiento. El señor Diggory miró a su hijo con cierto reproche y se alejó.

—Discúlpalo, Harry. Es... Él y mi madre están más preocupados que yo. Y ahora cree que ese artículo me «quitó» del foco como campeón—había dicho el mayor, sacudiendo la cabeza.

Harry fue comprensivo al respecto, pero fue un poco hiriente que el señor Diggory también considerara que lo había hecho con intención de opacar al resto. Aunque, en su caso, lo entendía un poco. A fin de cuentas, ¿qué no querría que sus hijos pudiesen destacar en lo que se proponen?

Tras eso, el joven decidió que, así como Cedric decidió estar con su padre mientras estuviese en Hogwarts, él quería ver a su profesor e intentar pedirle algún consejo o simplemente descargarse un poco. Sus amigos estaban emocionados con los hechizos y los duelos amistosos, por lo que no quería abrumarlos con esas cosas. Iban a estar así cuando llegara la última prueba. Mejor los dejaba esperar hasta entonces.

No estaba muy seguro de dónde podría buscar al hombre. ¿En su oficina? ¿El aula de Pociones? ¿La oficina del director? Incluso les preguntó a la profesora Sprout y a Flitwick, pero ellos tampoco sabían nada de su colega. Slughort tampoco le había dicho nada, pese a que cuando le preguntó, su respuesta llegó con cierto recelo e incluso le cuestionó con el mismo tono: "¿Por qué tú querrías verlo?". No le gustó nada. Frunció el ceño y respondió: "Con todo respeto, profesor, no le incumbe". Y con eso, siguió buscando. Al percatarse de lo que había dicho, abrió mucho los ojos y se sintió avergonzado.

Dobló en el próximo pasillo que vio, justo cuando unos alumnos de Ravenclaw pasaban por ahí. Uno de ellos le chocó el hombro bruscamente antes de volverse hacia él.

—No lo creía cuando me lo dijeron, pero resultó ser así—comenzó el chico, hablando bastante fuerte—. ¿No te alcanza con lo que hiciste cuando eras un bebé que también tenías que robarle el puesto a Diggory incluso en el final?

Harto de que lo culparan por lo mismo, Harry se volvió hacia él para encararlo.

—Son de Ravenclaw, ¿no? ¿Por qué no usan esa inteligencia de la que tanto alardean y entienden que yo no hice nada?

Los amigos del chico lo miraron igual de mal.

—Porque quizás no hay nada que pensar o analizar. ¡Todo salta a la vista!

— ¿Crees que no habría salido si me hubiesen dado la oportunidad? ¡Ni siquiera me dejaron elegir!

El chico de Ravenclaw se acercó de forma amenzante. Sólo ahí Harry notó que era más alto que él por varios centímetros. De repente, una parte suya recordó las veces que su primo se imponía sobre él cuando lo molestaba o golpeaba. No pudo evitar estremecerse un poco.

Siempre contigoWhere stories live. Discover now