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Esta semana ha pasado rápido, sin contar los diez ejercicios de matemáticas, los cinco de economía, seis de historia y cuatro de inglés. En fin, ha sido una vuelta a la rutina normal, aunque no tan normal porque me he estado juntando más con los spider después de tanto tiempo.

Son las 16:02 pm y estoy jugando con Luna en el jardín de mi casa, es viernes así que de vez en cuando pasa gente andando por la calle.

Mi madre se ha ido de compras con las madres de la calle, básicamente con las X-woman, una larga historia por contar, pero os quiero dejar con la intriga:

Era verano, tendríamos unos 11 años y Danna, Nico, Dylan, Joan y yo estábamos viendo una película en mi casa, para ser exacta, X-men. Acababa de terminar la película y como era ya de noche todas las madres vinieron a recoger a los invitados.
Pero en vez de recogerles, como siempre, se pusieron a hablar durante una hora y diez minutos más o menos, mientras nosotros estábamos haciendo de las nuestras, comentando la película, hablando o simplemente molestando a Nico con su apodo, y de repente Danna dijo -Vosotras que sois, ¿las X-woman?

Todas empezaron a reírse, pero les gustó la idea, y para carnaval se disfrazaron de X-woman. Así son ellas, unas divas, destacando por encima de todo. Sinceramente no he pasado más vergüenza en toda mi vida.

Volviendo a la realidad...

-Noa... - escucho desde la otra casa.

-Dime Lucas- le pregunto al hermano de Dylan que estaba ahí parado en las escaleras del jardín.

-Me ayudas con los deberes? Es que mi hermano no puede- me dice con ojos de cachorro.

-Claro, voy a meter a Luna a la casa y voy- le dije levantándome del césped, esto ya era costumbre, Dylan estaba ocupado y me tocaba a mi ser profesora y hermana mayor de su hermano, gracias a dios que son diferentes y no es un mini Dylan.

Dejó a Luna en mi cuarto, me cambió de ropa, poniéndome un pantalón vaquero corto y una camiseta color mostaza. Toco el timbre de la casa de al lado y el pequeño me abre la puerta y seguidamente entro a la casa en dirección a la habitación de estudio de Lucas junto a él. Lucas era un niño listo y de lo más parecido a su hermano, aunque con más carácter, supongo que es algo típico de los hermanos pequeños.

Después de media hora ya tenía hechos los 3 ejercicios de inglés que no sabía hacer y me distraje porque recibí un mensaje:

Joan: tenemos partido, vienes?

Yo: si, voy a mi casa y me cambio

Joan: dónde estás?

Yo: en casa de Dylan ayudando a su hermano a hacer deberes

Joan: vas para profesora

Yo: más quisieras, solo aguanto a Lucas jajaja

-Bueno Lucas me voy a mi casa, si necesitas algo llámame- le digo revolviéndole el pelo y dándole un beso en la cabeza.

Salgo de la casa y entro en la mía para cambiarme de ropa otra vez.
Esta vez escojo unos vaqueros cortos un poco rotos, un top de tirantes de los que se llevan este verano, algún que otro accesorio, como un collar, pendientes y alguna pulsera y me echo un poco de rímel.
En una mochila echo una botella de agua, una chaqueta vaquera y las llaves de casa.

-¡Papa! ¡Me voy!- le grito abriendo la puerta de la casa.

-¿A dónde vas?- me pregunta acercándose a mí y viéndome de arriba a abajo, pero no me preocupa mi padre no es como mi madre, sé que me dejara ir en un coche lleno de chicos y vistiendo tirantes y pantalón corto.

El Pijo De Al Lado #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora