038

76 13 0
                                    

Entre al coche de Dylan como cada mañana para ir al instituto, se había convertido en parte de la rutina. Le di un beso en la mejilla que hizo que me mirase.

-Buenos días- me dijo.

-Buenos días.

Me dio un pequeño beso en los labios y empezó a conducir. A pesar de que la música cubría el silencio, el trayecto fue incómodo. Había una especie de atmósfera de tensión. Al llegar al aparcamiento le hablé.

-Dylan.

- ¿Sí?

-Estoy aquí.

-Lo se Noa, te veo.

Fruncí el ceño. Sus bromas eran pesadas.

-No es momento para tus bromas o para que te comportes como un capullo. Estoy intentando ayudarte.

Cerró los ojos. No iba a responder.

-No vas a decir nada- siguió sin pronunciar palabra- te estas alejando, te estas encerrando en ti mismo y nos estas alejando de ti aposta.

Me miró sin saber que decir.

-Te conozco, se por lo que es. También se lo de la broma a María. Y te advierto de algo. No te atrevas a hacerle a ella el daño que me hiciste a mí.

-Nunca he querido haceros daño.

-Pero lo haces, y tú siempre piensas que nada nos afecta. Piensas en ti, en lo que a ti te llena. No somos personajes secundarios de tu vida, nosotros también tenemos una- suspiré, debía calmarme, no quería hablarle mal.

Él me miraba prestándome atención, como si quisiera grabarse todas las palabras que le decía.

-Sé que estas mal. Y sé que es por lo de la universidad, que estás pensando en lo que hacer, en lo que ganarás y en lo que perderás. Pero todos tenemos que tomar consecuencias, no todo se sirve en bandeja de plata. Y la mayoría de las veces se pierde más de lo que se gana.

-Noa, no es eso.

-Sé que quieres ir a Harvard, así que no me digas las cosas que son.

- ¿Cómo lo sabes?

-Llevas toda la vida diciéndolo. Te presto atención.

No sabía que decir, estaba sorprendido. Negué.

-Los demás también sentimos. Tu estas mal, pero los demás también tenemos nuestras rachas. Y no tienes ni idea de lo que puedes causar al decir una mala broma a alguien que no está bien.

Asintió.

-Sé que también tenéis vuestras cosas.

-No has entendido nada.

Abrí la puerta del coche y salí.

No quería saber nada relacionado con él por el momento. Se estaba comportando de manera egoísta y no era capaz de reconocerlo.

Aún quedaban unos minutos para que comenzarán las clases, por lo que entre al cuarto de baño para poder despejarme. No me gustaba estar de mal ánimo por algo así. Cuando me decidí a entrar me choqué con alguien.

-Mierda- murmuré acariciándome el brazo.

-Perdón- Britney y yo nos miramos. Antes de colgar el teléfono se despidió- tengo que cortar Brandon, más tarde hablamos.

Me miró y pudo notar que algo no iba bien.

- ¿Estas bien? Perdona por chocarme no estaba mirando.

-Perdón, yo tampoco. Pensaba que no habría nadie.

-No sueles venir a primera hora. ¿Ha pasado algo?

Asentí.

- ¿Quieres hablarlo?

-He discutido con Dylan- me miró prestándome más atención y supe que quería que continuase hablando- está mal, y quiero ayudarle, pero lo único que hace es alejarse. Y no solo de mí, también de los demás.

Britney se acercó a mí y me abrazó acariciando mi espalda. Yo me apoyé un poco en ella.

-Son épocas, todo va a mejorar. Va a darse cuenta de que os necesita.

-No me gusta que lo esté pasando mal y que sienta que no tiene a nadie.

-La misma Noa de siempre- susurró.

Echaba de menos a esta Britney, a la de verdad. Dolía verla mentir, porque sabía que todo lo que hacía o decía era reflejo de lo que pensaba de sí misma. Y me hacía daño ver como se convertía en aquello que no era. Esa maldad que derrochaba no era suya.

Odiaba como nos solíamos hablar, solo sabíamos decirnos cosas malas. Cuando en su día tan solo podíamos decirnos las buenas. Y odiaba mucho más no significar nada en su vida, cuando hacía años significábamos el mundo de la otra.

Pero aquí estábamos ahora, unidas en un abrazo que llevábamos años esperando con ansias. Porque a pesar de que nos prometimos que nunca nos separaríamos, tomamos caminos diferentes. Caminos que en aquel momento estaban más unidos que nunca.

-Sabes- murmuré- mentiría si te dijese que no te he echado de menos Brit.

[...]

La profesora de historia nos había mandado un trabajo para subir nota esa misma mañana. Y que además debíamos entrar lo antes posible. Por eso, le pedí a mi hermana realizarlo en su hora, ya que tan solo nos quedaba una actividad que hacer en su asignatura.

Dylan no apareció por la clase, y a todos nos pareció extraño. Pero Joan nos comunicó que había vuelto a casa para buscar unos apuntes que había olvidado traer.

-¿Habéis organizado el viaje? Mi padre me dijo que iba a haber fiestas temáticas y diferentes actividades.

-Me voy a disfrazar de vampiro- se burló Joan.

-Yo de humano para que me chupes la sangre- siguió Owen.

-Si todo va bien el sábado estaremos allí- dijo María.

-Mandarme muchas fotos. Sobre todo, de Joan disfrazado de vampiro- se rio.

-Te voy a mandar fotos de todos los chicos guapos que vea. Voy a empezar una colección de fotos con chicos, se las voy a pedir como si fueran famosos.

Todos nos reímos. Sabíamos que era capaz de hacerlo.

-Estoy esperando a que me pidas una foto como si fuese famoso- dijo Joan.

-Yo os la echo- Danna cogió el móvil de Owen, que se puso encima de las piernas de Joan.

- ¿Con beso o sin beso? - preguntó el moreno.

-Con beso.

Y Joan y Owen se dieron un pico que salió congelado en la foto.

.................................................................

¡Hola!

Últimamente me paso mucho por aquí, pero es porque también quiero haceros participes de esto.

Leo cada uno de los comentarios que ponéis en los capítulos y os intento responder a todos. Ya sabéis también que podéis hablarme por mi instagram y seguirme para estar al tanto de las actualizaciones y novedades.

Y hoy os quería hacer una pregunta:
¿Cuál es vuestro personaje favorito?

Os leo 👀

Besos de coco❤️

El Pijo De Al Lado #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora