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-Luna para, tengo que vestirme- le digo abriendo el armario y mirando la ropa que tengo a primera vista.

-Guau guau- me contesta sentándose en mi cama esperando a que termine.

Eran las 20:45, Dylan y su padre llegarían en 15 minutos y esta vez igual que todas las veces en las que teníamos reuniones de trabajo, debía comportarme correctamente. Lo que significaba intentar llevarme bien con Dylan, no era una cosa imposible pero si complicada.

Decidí ponerme una camiseta de manga que me llegaba hasta el codo, ajustada y blanca, una falda negra de tubo corta y unas pequeñas plataformas también negras.

Fui a la entrada quedaban menos de 2 minutos para que llegarán mis vecinos que a la vez son el socio de mi padre y su hijo.

Las 9 pm y...

Dingggg

Papa abre la puerta de casa y no me dejes a mí.

-Buenas noches, señor y señorito Jones- dice mi padre recibiendo a los invitados con un saludo de manos.

-Buenas noches, señor y señorita Evans- contesta el señor Jones dándome un beso en la mejilla.

-Venir, el comedor está por aquí- dice mi padre yéndose con Víctor (el señor Jones) en dirección al comedor, mientras yo cierro la puerta de la casa.

-Señorita Evans...- me dice Dylan con una sonrisa traviesa.

-Señorito Jones...- le contestó con una sonrisa fingida.

-Acomodaros- dice mi padre mientras que Dylan y yo entrábamos por la puerta.

-Bueno y bien ¿empezamos?- dice el señor Jones refiriéndose a los temas de la empresa.

[...]

-Creo que la comida ya debe estar lista iré a ver- dije levantándome de la silla.

-Hijo, acompaña a Noa- salto Víctor mirando a Dylan, a lo que el mismo rodó los ojos y puso una sonrisa fingida.

Genial...

-Le faltan unos tres minutos, me espero aquí, tu puedes ir y sentarte con ellos- le dije a Dylan mirando el horno.

-¿Tu? Esas no son maneras de hablar, a mí me hablas bien señorita- dijo como si eso le molestara, a pesar de ello siempre hace la misma broma. Pues es raro que tengamos que convertirnos en socios de un momento a otro.

-Ni que fueras un viejo de 100 años- le dije girándome para mirarle a los ojos.

-Se te van todos los modales cuando estas a solas conmigo- dijo dirigiéndose a la puerta de la cocina para irse con nuestros padres.

-Bastante he aguantado- le dije desafiándole, así que en vez de irse se quedó conmigo en la cocina.

Como le gusta joder

[...]

Cuando volvimos ya todo estaba resuelto y pasamos de ser unos socios de empresa a ser vecinos y amigos.

-Esta exquisito, Noa se te da muy bien cocinar- añadió Víctor después de probar la cena que había terminado de cocinarse hacia unos pocos minutos.

-Muchas gracias Señor Jones, todo lo que se me lo ha enseñado mi padre- conteste con una sonrisa.

-Dylan me ha contado que te han admitido en empresariales- dice Víctor mirando primero a Dylan y seguidamente a mí.

-Sí, he tenido mucha suerte eligen a muy pocos de penúltimo curso- digo después de mirar a Dylan sorprendida.

El Pijo De Al Lado #1Όπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα