Capítulo 47

1.2K 131 175
                                    

El orgullo estaba siendo más fuerte, entre más me fijaba en el espacio que dejaba ver la cortina hacia a fuera, mis pensamientos aumentaban las suposiciones preguntándome ¿y si andaba alguien merodeando? Un ladrón, un psicópata, un animal salvaje, cualquier cosa que pudiera ser tenebroso, o tal vez era yo que me seguía sugestionando, solo escuchaba mi respiración, repentinamente me asustaba del mismo sonido que ésta hacia al salir de mi boca, tontamente, pero el miedo me ganaba.

A esta hora, 3 de la mañana en donde parecía ser que las cosas tenebrosas aumentaban, solo con esa teoría era suficiente para comenzar a sudar frio y causar torpeza en la rapidez de mis piernas para correr ante el peligro.

Presioné mensajería en el celular, busqué a Chris y le estaba escribiendo cuando un silbido suena en la ventana seguido de un golpe que me hizo saltar del sofá cama y correr escalera arriba, me lancé a la cama encima del volumen que hacia él con su cuerpo, como si huyera de algo espeluznante, abrí las tapas y oí a Christian quejarse por los saltos que di en la cama, me quedé quieta apegada a él sin decir nada, sin tocarlo, solo sentía el calor de su cuerpo y lo miré fijamente, muriendo de miedo.

—...Nico —murmuró adormitado.

—Chris creo que anda alguien a fuera –le dije rápido.

—¿Cómo?

—Que anda alguien a fuera, escuché ruidos.

Él levantó un poco la cabeza como si quisiera oír mejor y chasqueó la lengua.

—Nico estamos en una zona rural además está lloviendo, es el viento.

—Pero golpeó la ventana.

—Ven aquí. —Abrió sus brazos.

—Te estás aprovechando.

—Oye, eres tú que te metiste a mi cama ¿Quién se aprovecha de quien, eh?

—...

No dije nada porque tenía razón.

—¿Sabías que a un kilómetro vivía una familia?

—¿Vivía? Me suena a pasado —dije viendo la sombra de su rostro en la oscuridad.

—Sí, pero creo que murieron todos en esa casa, cuentan que la madre mató a su esposo porque la maltrataba y luego mató a sus niños, después se suicidó, por eso se escuchan ruidos en la noche sobre todo cuando hay tormenta —me dijo como secreto—. Voy al baño —dijo moviéndose.

—¡No! —lo abracé de brazos y piernas hundiendo mi rostro en su pecho—. Me dio miedo, aunque sea solo una historia lo que cuenten.

Él se rio y me abrazó también.

—Si es broma Nico, lo sabes, la gente siempre inventa cosas, además yo los he visto y fue porque esa casa estuvo más de un año sola en mal estado y ahora la arreglaron.

—Si pero ya te dije, me da miedo igual.

—No me iré a ningún lado. —Besó mi frente y cerré los ojos.

Su cercanía, su calor, la paz de su respiración calmando la mía me tranquilizaba.

—Pero igual en dos días te doy la respuesta —murmuré.

—Sí, si claro, lo que digas.

—Te lo digo en serio. —Levanté un poco mi rostro, chocando nuestras narices

—Yo también te diré algo en serio Nicole —musitó—. Siento que somos la segunda oportunidad que nos han dado nuestras vidas para volver amar, para demostrarlo de verdad, con los errores del pasado y con lo que pudimos aprender de ellos. Sí, la jodí por no haberte dicho que estaba operado y de verdad estoy sufriendo por ello, vine aquí por ti a pesar de que las circunstancias ahora son diferentes, pero si tengo que hacer algo para tener tú confianza de nuevo lo haré, porque te amo demasiado y no voy a permitir dejar ir el amor de mi vida.

Dos Amores Un Solo CorazónWhere stories live. Discover now