Capitulo 30

1.1K 134 145
                                    


Mi mandíbula estaba siendo afectada por la ira que tenía en este momento, siendo presionada con intensidad de la preocupación y molestia que me causaba ver a esa mujer. Recién cuando alguien se cruzó por frente de nuestras miradas pude pestañear y desviar mi mirada, ella se sentó junto a un abogado.

—No sé qué mentiras le habrá dicho a ese señor para que la defendiera —murmuré y Ann maldijo por lo bajo.

Harry volteó los ojos al verla y Susan le sonrió sarcásticamente, definitivamente ahora no la conocía.

Segundos más tarde empezaron a entrar algunos doctores, entre otros colegas del hospital.

La secretaria de la sala comenzó dando algunas indicaciones para la apertura de la audiencia antes de darle la bienvenida al juez. Luego de que él entró nos pusimos de pie para su recibimiento y nos volvimos a sentar cuando lo indicó.

—Buenas tardes. Siendo las 16:00 horas, nos encontramos constituidos en la sala del tribunal para realizar una audiencia previa y poder llegar a un acuerdo sobre ambas partes. Se declara abierta la sesión —inició—. Puede proceder a leer la demanda y los cargos que se le imputan al acusado.

La secretaria asintió.

Mi estomago estaba sufriendo en este momento, sentía un nudo de nervios. Esperaba que en esta primera audiencia se definiera todo a nuestro favor, ya que si no era así, esto pasaría a una audiencia penal definitiva.

—La señorita Susan Miller, demanda al señor Christian Bradley por motivos de: Acoso sexual. Pidiendo justicia e indemnización por los hechos cometidos y daño moral, agregado a esto acusa a la señorita Nicole Rowein de: Maltrato psicológico laboral. Confabulando en su contra para despedirla sin motivo alguno, no permitiendo terminar su residencia en su lugar de trabajo.

No podía seguir escuchando, a pesar de que recién comenzábamos. Miré al suelo cabizbaja negando con la cabeza, no podía creer lo que decía la secretaria.

Es injusto.

La secretaria terminó de informarnos sobre la demanda de la innombrable. Hasta que el juez habló de nuevo.

—Que pase el acusado al estrado. Señor Christian Bradley. —Esperó a que se pusiera de pie—. Se le informa de su derecho a no declarar contra sí mismo y a no confesarse culpable hasta tener pruebas convincentes sobre los hechos. Si va usted a declarar, responda a las preguntas del abogado.

Lo hizo jurar decir la verdad, luego el abogado de la demandante comenzó a hacerle preguntas a Chris.

—Señor Christian Bradley, entiendo que es usted la máxima autoridad en su lugar de trabajo, siendo el director del Central hospital Utopia Health. Por lo que pudiera sentirse con el derecho de exigir lo que sea a su favor. —Se acercó más a él—. Horarios extras de trabajo, salarios mal remunerados, e inclusive pedir algo con lo que la señorita Susan Miller no estaría de acuerdo

—No —le dijo Chris muy seguro de sí mismo.

—Tranquilo, aun no le he preguntado —le interrumpió—. Según su informe de vida, usted estuvo casado con la señora Caroline Tremblay, pero por motivos que se desconocen se divorciaron hace casi dos años, luego de esto fugándose de su país, procedente de Canadá. ¿Podría ser uno de los motivos el que su exesposa lo haya descubierto en cosas indebidas? Responda.

Era el colmo, ahora relacionaban una cosa con la otra injustamente.

—El motivo por el que yo me divorcie de mi esposa no es porque me haya descubierto en algo inapropiado, fue de muto acuerdo. Y no me fugué de mi país. Años atrás ya había venido a Boston y residido un par de meses.

Dos Amores Un Solo CorazónWhere stories live. Discover now