Capitulo 11

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El sábado fue cuando sentí que la ampolleta se iluminó en mi cabeza. Estaba sola en casa frente al televisor paseándome por todos los canales y nada me interesaba. Típico, cuando por fin me siento a mirar la televisión no encuentro ningún programa atrayente.

Por otro lado, Harry salió con sus amigos y Ann fue a su academia de baile, estaba ensayando a full, ya que cada vez faltaba menos para su presentación. Me quedé sola en casa y fue cuando, al ir de canal en canal, me detuve en una película llamada Patch Adams. Recordé haberla visto siendo niña ya que dejó una profunda huella en mí, primero porque la película estaba basada en hechos reales —la hacía más cercana o más realista—, y segundo porque su método fue sencillo pero tuvo un gran impacto: logró revolucionar a la entidad médica por la forma en la que llevaba a cabo sus terapias, mediante la risa y entregar afecto en los pacientes.

«¿Será un buen método para realizar una terapia?», pensé.

Días atrás, aquella chica, Amanda, había sufrido quemaduras en la piel. Logré que se tranquilizara solo con decirle sinceramente lo que iba a suceder, porque podemos demostrar sinceridad, amabilidad y tantas otras cualidades.

Me paré rápidamente a mi habitación, busqué un cuaderno donde tomaba apuntes y un lápiz, luego me senté frente al televisor y comencé a escribir mis ideas para poder formularlas al día siguiente con los chicos.

· Inspirada en película Patch Adams.

· Cualidades de un médico.

· Trato con el paciente

· Afecto sincero.

· Seguridad.

· Respeto sin importar raza, condición social u otros.

· Vocación.

Al terminar de escribir, me quedé pensando en la última frase, «Vocación». Esa palabra que definía qué clase de profesional queríamos ser, y no que nos apuntaran con el dedo acusándonos de querer solo el dinero de quien necesitara nuestra ayuda. Es cierto que se necesita el dinero, pero ¿acaso no podemos expresar cualidades como las anteriores mencionadas?

Por vocación uno debe trabajar por una causa, no por aplausos, vivir para ayudar y no para recibir algo a cambio solo por interés.

Por más que le daba vueltas a otra idea, definitivamente estas notas que consideraba en mis manos, aunque sencillas, me parecían una buena forma de plantear al proyecto.

Terminé la película y después fui a la cocina; estaba preparando algo para cenar cuando Harry abrio la puerta y le dije:

—Hey, hola.

Le iba a preguntar cómo le fue, pero me interrumpió Ann, que venía atrás de Harry con cara de pocos amigos. Sin saludar, se fue directo a su habitación.

Miré a Harry tratando de entender qué había sucedido.

—A mí no me preguntes —me dijo, fastidiado.

—¿Cómo que no? Ustedes llevan días así, medios raros. ¿No crees que debería enterarme de algo? Si vivimos juntos...

—Pues es que no la entiendo.

Abrí mis ojos, sorprendida por su declaración

—¿Te dijo algo? —pregunté intentando sonar lo más tranquila.

—Agh... Nico, no es sencillo.

—Voy a llamarla, vigila la sartén, que estoy haciendo hamburguesas —dije, sacándome el delantal de cocina y saliendo de esta.

Dos Amores Un Solo CorazónWhere stories live. Discover now