Capitulo 42

876 103 111
                                    

Escuchar esas palabras "tengo información sobre Marcos Boyd" me hizo sentir indispuesta. Fue tanto que deseé que esa información no incluyera el que Marcos estuviera vivo, mis pensamientos en este momento podrían sonar crueles, inatendibles, pero si así fuera, él no tendría ningún derecho sobre mí, en cambio, decidí calmarme y dejar de torturarme mentalmente con cosas que aún no se comprobaban.

El silencio entre la llamada se hizo fatalmente eterno. Chris se detuvo antes de ir con mi familia para que terminara la llamada.

—¿Información verídica? ¿Sabe usted algo que finalmente me dejará tranquila? Sobre todo porque no me ha dicho cuál es su nombre —dije.

—Lo siento, mi nombre es George Kunz, trabajo en la recepción del hospital en San Francisco, tengo entendido por la señora Emma Keller que hubo una confusión de registros y datos por un trasplante que se realizó ella.

—Así es, mi pregunta es si tiene información o no, porque disculpe que sea tan insistente, pero no estoy para juegos después de todo lo que ha sucedido.

—Si, la información que tengo es que Marcos Boyd y Marcos Loyd se cruzaron en este hospital en la misma fecha, hace 3 años, Marcos Loyd murió por un accidente automovilístico y fue quien dio su corazón a la señora Emma keller.

—Si, eso lo sé.

—Pero Marcos Boyd estuvo aquí por urgencia y tuvo una operación quirúrgica, residió meses en el Hospital de San francisco inconsciente, no sabíamos de dónde provenía y cuando despertó no quiso informar al equipo médico, él pagó por sus propios medios todo y durante ese año él estuvo en terapia.

—¿Cómo? ¿Entonces estuvo más de un año en San Francisco?

—Según lo que muestran los registros sí señorita Rowein.

Mi mente comenzó a sacar cuentas rápidamente, tan solo 5 años se estaban cumpliendo desde la partida de Marcos, y el señor Kunz me informaba que hace 3 años mi exnovio había despertado de un coma que duró un par de meses.

¿Cómo no me llamó? ¿Por qué no me buscó? ¿Como demonios pudo ser tan insensible de no permitirme saber sobre él? Cuántas noches y días llorando por su culpa y él simplemente estaba viviendo en otra ciudad, buscando opciones de vivir y luchar solo contra su enfermedad.

Apreté mi mano en forma de puño y mi mandíbula hasta el punto en que me dolieron las encías, pero más dolió mi corazón, de rabia, angustia y miedo, miedo porque no sabía que estaba sucediendo ni mucho menos que iba a suceder, entonces cerré mis ojos soltando aire y me atreví a preguntar.

—¿Cuando falleció?

—Hmm Aquí no sale que haya fallecido.

—¿Cómo? —Sentí como si se me hubiese acabado todo el aire en mis pulmones y sintiera que me ahogaba en el fondo del mar.

—Eso dice su ficha, que no está registrado como que haya muerto, pero ¿usted tiene registros de que falleció?

—Demonios... según sus padres sí, pero nunca han visto el cuerpo, solo se quedaron con un formulario que al parecer fue falso, por como hubo ese enredo de información.

—Pero ¿cómo no lo buscaron? ¿Sabe que puede haber sucedido con él?

—No sé nada —dije con la respiración ahogada, caminando a paso lento porque las piernas me temblaban—. Sus padres lo buscaron pero solo le dieron ese registro y yo pues me quedé con una carta de él.

—Señorita quizás él aun esté vivo... ¿Quién le entregó esa carta?

—No puede ser... esa carta no tiene dirección, de hecho la obtuve después de mi accidente, simplemente estaba al lado del mueble, en la cama del hospital.

Dos Amores Un Solo CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora