Capitulo 3

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La noche anterior fue la mejor terapia que pude haber tenido junto a mis amigos. Recién a las seis de la mañana decidimos ir a acostarnos, después de ver tres películas mientras comíamos comida chatarra. El problema de «qué comíamos» le complicaba a Ann.

Annet O'Sullivan es bailarina de ballet clásico, estudia en el conservatorio. Comprendo que su dieta es bastante estricta, y qué decir de sus horarios de ensayo. Creo que, por decirlo de alguna forma, desde los tres años de edad jamás ha dejado de caminar sobre la punta de sus pies. Baila increíble y no me canso de verla danzar, tiene veintisiete años y le espera una gran carrera por delante.

Por otro lado, Harry Withman estúdia psicología, se especializó en el área infantil y adolescente. Ahora, con veintiocho años de edad, sigue estudiando psico—oncología.

Yo estudié cinco años de medicina general, luego dos de medicina interna, pensé en quedarme con eso porque creí que sería suficiente, pero después de todo lo sucedido cuatro años atrás, para mantener mi mente ocupada decidí ser especialista en oncología médica, orientada a tratamientos y terapia. En eso estoy ahora, a poco de terminar y realizar la residencia. No ha sido para nada sencillo, he pasado la mayor parte de mi vida estudiando, pero con medicina ya pude comenzar a trabajar y justamente lo que me motivó a especializarme en oncología fue Marcos.

Entonces, con Harry compartimos una clase, la de psico—oncología, materia que yo obtengo por regla dentro de la malla curricular y él la puede obtener como especialidad, mientras trabaja como psicólogo clínico. Así, por ejemplo, cuando realizara mi residencia profesional y yo tratara a un paciente, Harry atendería con ayuda psicológica a esa persona y a su familiar más cercano; de alguna forma estábamos vinculados, eso me parecía genial.

De hecho, Harry y yo estudiamos en Harvard, pero la verdad es que yo jamás —enfatizo la palabra jamás— fui la chica nerd que se mató estudiando en el colegio, ni la más ejemplar que destacaba en todo, ya que mi vida había tenido sucesos que complicaron mi rendimiento y fui diagnosticada con TDA o, mejor dicho, Trastorno de Déficit de Atención. Fue un diagnostico que con ayuda médica logré enfocar en mí vida y reorganizarme, sin embargo siento que por momentos estoy hiper enfocada en algo y en otros apenas puedo levantarme de la cama.

Si lo sabes controlar no llega a ser tan malo, de hecho Harry me decía multitasking girl.

No sé en qué minuto decidí estudiar medicina, quizá fue el hecho de intentar pasar más tiempo con mi madre y, para tener un tema de conversación, leía muchos libros de medicina.

Ahí me di cuenta de que todo lo que te propongas lo puedes lograr, no digo que fue fácil entrar a la universidad, sigo esforzándome demasiado y debo reconocer que soy perfeccionista. Lo negativo de eso es que a veces me hace sentir insegura saber si lo que hago estará bien o mal; lo positivo, me exijo a tal grado de asegurarme que quede lo más perfecto posible.

Estiré mis brazos y mis pies para dejar ir el último rastro de flojera que quedaba en mi cuerpo, miré la hora y recién eran las 10:12 am. Había dormido solo cuatro horas.

Cerré mis ojos, podría seguir durmiendo ya que era domingo, Harry y Ann debían estar plácidamente dormidos.

—¡Que te levantes, Nico! —me gritó Ann de repente, abriendo la puerta de mi habitación hasta atrás, rebotando en la pared.

—¡Ayyy, pero Ann! ¿Qué te sucede? —le dije

Por un momento sentí como si el corazón se me hubiera detenido. La miré sin la más mínima expresión, pero su sonrisa inmensa y el grito me sacaron de mi estado adormilado.

Dos Amores Un Solo CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora