Dos Amores Un Solo Corazón

Capitulo 27

Debía admitir que me tomó por sorpresa ver el contenido del sobre que Amanda me dio en la ceremonia. Con tanto que hacer no tuve tiempo de verlo y, bueno, entre el trabajo y ya siendo novios oficialmente con Chris, andaba con la cabeza por los aires.

Me levanté de mi asiento y me dirigí a paso apresurado a la oficina de Chris, que ya debía estar terminando la reunión que tenía programada con la administración. Después de todo lo sucedido el viernes, el hospital tuvo un gran reconocimiento y más personas se estaban acercando a atenderse, si no se organizaba podría transformarse en un caos, por lo que ahora se lo pasaban en reuniones administrativas.

Toqué la puerta de su oficina un par de veces y, al no responder entré para esperarlo. La sala de reuniones tenía una entrada por esa oficina, así que en cualquier momento Chris entraría. Mientras, guardé el sobre en el bolsillo de mi delantal y me quedé mirando su escritorio porque había una bandeja con una taza de café y un sándwich, los dos a medio terminar.

«Pobrecito... Ni tiempo tiene de comer», pensé. «Luego lo invitaré a cenar».

Me senté en el sofá y cerré los ojos, sonreí porque por mi mente se asomó el recuerdo de lo que sucedió después de que Chris me pidiera ser su novia. Comencé a recordar la siguiente escena:

—¿Chris, estás loco? —le pregunté, cuando íbamos casi corriendo de vuelta a la ceremonia.

—¿Todavía dudas de que estoy loco por ti? —nos reímos.

—Creo que no, pero pienso que no es necesario que hagas esto.

—Lo haré, Nico, no me importa lo que opinen los demás.

Cielos.

No me dio tiempo de reclamar porque ya estábamos en la ceremonia frente a todos y Chris anunciando su llegada mientras que en ningún segundo me soltó la mano.

Demonios, quería cubrirme el rostro entre una mezcla de emoción y nerviosismo.

Chris carraspeó la garganta un poco cerca del micrófono, sonreía de forma alucinante, que de solo ver no podía dejar de admirarlo y dijo:

—Ante todo, quiero darles las gracias por haber asistido y por su generosa colaboración, pero en esta ocasión, quiero captar su atención para liberarme de una verdad que vengo sintiendo desde hace mucho. Sin más rodeos, hoy les voy a anunciar que esta señorita hermosa y encantadora que me acompaña aquí, la doctora Nicole Rowein, es mi novia.

Sentí como si me disolviera en el suelo de tanto amor.

Él me abrazó y delante de todos me besó sutilmente. Al fondo escuché unos gritos como si estuvieran aullando lobos, Chris se rio mientras me besaba y me susurró:

—Esos son mis amigos y los tuyos. —me reí también. Después de eso, fue una locura total.