Capitulo 28

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Dejé que sonara un buen rato la llamada y contesté inquieta.

—¿Qué no tienes otra cosa que hacer más que molestarme a esta hora? —dije fastidiada.

—Ahora no... —respondió, seguía creyendo que su voz era demasiado extraña, quizás poco natural—. No dejo de pensar en ti.

Voltee los ojos.

—¡Pues quédate con tus pensamientos y no me jodas! —le grité.

Alejé el celular de mi oreja cuando siento unas carcajadas y puse cara de confusión, ¿podía ser posible?

—¡Hey! ¡No me cortes! —me gritó de vuelta cuando me estaba acercando el celular—. Soy yo.

Sentí que el rostro se me puso de todos colores, me levanté de la cama y salí corriendo, si, salí corriendo al apartamento de nada más y nada menos que de Christian Bradley, me había hecho una broma y caí redondita en su juego ¿Cómo tan tonta? Si su voz parecía tan falsa.

Abrí la puerta saliendo de mi apartamento y crucé el pasillo que dividían nuestras viviendas y le toqué la puerta, "fuerte".

—¡Me vas a escuchar Christian! —le dije elevando mi voz a través de la puerta y de repente se abrió y lo miré molesta, él estaba en pijama, una franela gris y un short del mismo color.

—Perdón, perdón, perdón —me dijo rápido, quiso tomarme la mano y me solté de su agarre.

—Estoy molesta contigo, no tienes idea de cómo me asustaste.

—Fue una pésima broma, lo sé... discúlpame —me dijo rogándome.

Demonios... así era más difícil mantener mi enojo.

—No —respondí cortante.

—¿No me vas a hablar más?

—Lo voy a pensar.

—No lo pienses mucho.

—Christian, de verdad me asusté.

—¿Pero por qué te asustaste? Si te dije la verdad, te veías preciosa. —Hizo una mueca queriendo reírse, y por su bien lo evitó.

—Porque jamás me imaginé que eras tú. —Lo mire de reojos—. A demás cambiaste la voz.

—No pensé que te asustarías tanto... ¿o tienes un admirador por ahí y no me has dicho? —dijo descaradamente, ahora el mirándome de reojos

—¡JA! No me vengas con eso señorito.

—Responde, no me cambies el tema.

—No tengo porque responderte eso después de la bromita. —Le saque la lengua.

—¿Cómo que no? Eres mi novia.

—Jum. —Me di media vuelta para irme y me agarró del brazo quitándome el celular—. Hey devuélveme mi celular.

—No, aun no. —Hizo como que me daba golpecitos en las manos al yo estar intentando alcanzar el celular—. ¿Me vas a disculpar?

—No.

Puso cara de sorprendido.

—¿Así de simple? ¿sin opción a nada?

—Pues sÍ. —Puse cara de enojo exagerado, di gracias a Dios que me resultó y no me puse a reír.

—¿Qué puedo hacer para remendar lo hecho?

—Tú verás.

—No te sale ponerte enojada —dijo medio sonriendo y se puso a buscar algo en mi celular, lo dejé porque no tenía nada que esconder, no sé qué quería ver.

Dos Amores Un Solo CorazónTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang