Dos Amores Un Solo Corazón

Capitulo 33

Tenía intenciones de olvidarme de lo ocurrido esta noche en el hospital, sé que no sería algo sencillo porque tendría que ser muy inhumana y sin sentimientos para hacer borrón y cuenta nueva, ¿qué persona normal tiene esa capacidad?

A veces con solo mirar una película o leer un libro pasaban días en que no podía superarlo, y ni hablar si era basada en hechos reales porque de solo saberlo me ponía a pensar en cómo pudo continuar después del suceso vivido.

Si en cierto minuto de mi vida llegue a sentir lástima de mí misma, fue el momento para hacer un cambio y finalmente creo que, sin duda de todo esto sacaría mi primera lección por lo horrible que era.

Frente al apartamento de Chris, di unos leves toques en la puerta y esperé, cuando esta se abrió, Chris me vio con una expresión tierna, tomó mi mano y me hizo pasar.

—Pareces una osita así, te ves tierna.

—Me ahorré traerme el pijama y como vivimos tan lejos —dije bromeando y cerré la puerta.

—Sobre todo —se rio—. ¿Comiste algo?

—Lo último que comí fue un alfajor y un café ¿y tú?

—Igual una taza de café y un sándwich, pero tengo ganas de comer algo más contundente, un plato como para obreros de construcción.

Solté unas carcajadas, no sé a qué se refería con ese tipo de platos, pero supuse que era una comida más proteica y calórica.

—Uhm vamos a ver que tienes en la nevera y preparamos algo.

—Eso me gusta. —Me guiñó el ojo.

Nos fuimos a la cocina y me mostró lo que tenía en la nevera, lo peor fue que al parecer se le había olvidado ir al supermercado porque tenía unos yogures, una botella de leche con chocolate, un par de cervezas y no seguí mirando.

—¿Estás en banca rota? —me burlé

—Creo que soñé que fui al supermercado —dijo sorprendido—. Demonios, no tengo nada.

—Hmm no sé si ahora comer un yogur sea de obreros —me reí.

—Para nada —se rio también—. Pues pediré comida... mañana tendré que ir al supermercado para poder desayunar.

—Estas muy despistado, bueno a ver ¿Qué pedimos?

—¿Pizza? ¿Comida china? ¿árabe? ¿italiana?

—Uff que tentación, creo que por la hora que es mejor una pizza, los demás países los dejamos para otro día. —Moví la cabeza de un lado a otro medio sonriendo.

—Hecho, pues pizza será.

Chris llamó a una pizzería y yo fui a sentarme al sofá frente al televisor que estaba en un canal de música y con Bowie en mis piernas. Cuando por fin llego la pizza, él se sentó en el sofá con la gran caja de pizza y para beber cervezas individuales para cada uno.

—¿Nos acercamos a una comida para obreros de construcción? —le dije riéndome.

—Faltan las papas fritas, pero si, por ahora está bien. —Sacó la lengua y yo negué con la cabeza riéndome. Luego comenzamos a comer la pizza que hace rato me estaba tentando a disfrutar.

—¿Y qué tal estuvo tú día? No creo que tan desastroso como el mío —dije desanimada.

—No pienses eso amor, es verdad que tú día no finalizó como esperabas, fue como un balde de agua fría, pero ¿sabes qué? Hiciste todo lo humanamente posible, ese chico ni siquiera habría resistido la cirugía por el estado en el que se encontraba