Capitulo 37

958 110 136
                                    

Eran pocos los momentos que tenía para sentarme en mi oficina a meditar, como ahora que me preguntaba ¿cuál fue el problema que ocurrió con mis amigos? y ya que ahora estaba rodeada de mis alumnos la mayoría del tiempo se me hacía más difícil pensar en demasiadas cosas.

Cuando fui a la oficina de Harry no estaba, le pregunté a Chris si lo habían enviado a trabajar a terreno o algo en la universidad, pero me dijo que no tenía información de eso, al no ser que haya ido por cuenta propia, o tal vez fue por ahí con Ann para hablar, y esto último era lo que yo esperaba.

El día pasó más lento de lo normal, a la hora de almuerzo tuve que hacerlo sola ya que Chris estuvo ocupado porque por fin terminaron todas las construcciones pendientes del hospital, los que trabajábamos allí nos sentíamos felices de tener todo lo necesario para desenvolvernos sin problemas con un paciente, así que mañana seria la inauguración y el comienzo para ocupar las respectivas salas.

Por la tarde le ayudé a Chris a organizar algunas cosas aunque andaba metida en el área que no me correspondía.

Consideraba que era un buen momento para despejarme un rato antes de entrar a realizar una cirugía. Le dije a Chris si íbamos por un café y luego salimos al jardín que en plena primavera a mediados de abril nuevamente volvió a florecer, el verde brotaba por todos lados y las hojas zigzagueaban con el suave susurro del viento que se mezclaban con el ligero sonido del agua caer en una cascada sobre una pileta, adornando el jardín y dando vida al hospital.

—¿Pero hablaste con Ann luego? —me dijo Chris caminando a paso lento junto a mi

—No, porque su excusa fue que no quería sentirse triste todo el día, yo no sé qué cosa le haya pasado, pero no me gusta estar así sin saber qué fue.

—Bueno, todas las parejas se molestan por algo en algún momento, no debe ser algo tan grave amor.

—Eso espero, en la noche lo sabré —dije resuelta—. ¿Y cómo quedó toda la construcción? —Bebí de mi café y nos sentamos en una banca bajo la sombra de un árbol.

—Quedó más espectacular a como lo imaginé, tú padre cuando venga quedará encantado.

—Seguro que sí, mi mamá no deja de decirme en que quedan poco menos de dos semanas para que se vengan, encontraron una casa a una cuadra de nuestro apartamento, así que estaremos cerca —sonreí emocionada.

—¡Genial! Pues yo tengo otra cosa que contarte —dijo y bebió de su café dejándome con curiosidad.

—¿Qué cosa? A ver te escuchó —Ladeé mi cuerpo para mirarlo más de frente.

—Me llamó mi padre, y me dijo que estaba haciendo arreglos para reunirse con tú padre y juntos poner una empresa de arquitectura aquí en Boston, en realidad es como agrandar la empresas ¿No te parece una buena noticia?

—¡Wow! —dije sorprendida—. Es una grandiosa noticia, siento como si nuestras familias estuvieran acercándose demasiado, eh —solté unas risitas.

—Así veo. —Levantó las cejas—. Ya no tenemos escapatoria tú y yo.

Bromeamos, pero sabíamos que en el fondo era lo mejor, después de que mi padre paso por tanto en su vida, esta sería una buena oportunidad, ahora solo esperaba que llegaran y además que mi mamá fuera parte de mi equipo, me sentía más tranquila, no como cuando Chris me dio la noticia y sentí mucho temor, creo que en esto tenían que ver mis alumnos de la universidad, ellos me han ayudado bastante a sentir confianza en ellos y conmigo misma.

—Nico —me dijo Chris como si fuera a decirme algo serio o esa impresión me hizo sentir.

—No me asustes.

Dos Amores Un Solo CorazónWhere stories live. Discover now