Capitulo 41

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9 llamadas perdidas que me desconcertaron, ¿habrá sido coincidencia esas 6 llamadas desconocidas, con las 3 llamadas de Emma? Al parecer todo tenía sentido, entonces el miedo me invadió en la noche, comencé a sudar frio y no hubo caso de poder dormir, no quería despertar a Chris que dormía serenamente tanto como Bowie a los pies de nosotros.

Me senté en la cama y miré mi celular de nuevo, ninguna llamada. Claro Nicole ¿Quién te va a llamar a las 5 am?

Puse mis pies en la alfombra felpuda al lado de la cama, sintiendo como el roce me generaba cosquillas al friccionar suavemente. Tenía el corazón acelerado por cualquier cosilla que se atravesaba por mi mente.

—Mi amor ¿estás bien? —murmuró Chris, quejándose por la pesadez del sueño.

—...No mucho —refunfuñé y solté un soplo—. Estoy esperando que sean las 6 para llamar a Emma y ver que sucedió.

Él se sentó en la cama, lo supuse porque se movió, luego apareció detrás de mí y me rodeo con sus brazos dejándome un beso en mi hombro.

—¿Qué es lo que te preocupa amor? ¿Crees que se hayan resuelto algunas cosas?

—Pienso de todo, y me preocupo, quiero terminar con esta intranquilidad que desde hace 5 años viene atormentándome, ¿sabes cómo odio que las cosas queden inconclusas? ¿Sabes que voy a hacer? —dije retóricamente—. Si dentro de este año no hallo respuesta, pues me olvido de eso, estoy cansada de torturarme.

—Y yo te dije que te ayudaría mi amor, pero al regreso de Punta Cana... quiero que de verdad nos relajemos allí.

—Ay lo sé —me quejé conmigo misma—. Lo siento.

Me voltee y lo abracé, no podía luchar contra sus encantos y además esa tranquilidad que tanto necesitaba y que él me brindaba en estas situaciones con el sonido de su voz. Logré dormir una hora y media más hasta que sonó la alarma, Chris se fue a bañar y vestir. Entre tanto yo verificaba que todo estuviera en orden, Harry vino a vernos para llevar las cosas de Bowie ya que se quedaría cuidándolo, Chris se quedó hablando con él y yo fui a bañarme y sacarme la cara de nalga que traía encima por no haber dormido lo suficiente.

De casa salimos algo abrigados porque aunque estábamos en primavera, el frio aún estaba presente. Al subirme al auto miré la hora en mi nuevo reloj que Amanda me obsequió, recién eran las 7:20 así que aproveché de enviarle un mensaje a Emma para saber cuál era el motivo de su llamada.

Nicole Rowein: Buenos Días señora Emma ¿está usted bien? Le escribo porque ayer tenía unas llamadas, no alcancé a contestar ya que fue mi graduación y estuve ocupada, espero pueda escribirme, ya que estaré fuera del país en unas horas.

—¿Todo bien? —me susurró Chris.

—Si, le estaba enviando un mensaje a Emma.

—Ya sabrás que sucedió amor. —Acarició mi mano. Sonreí de lado y guardé mi celular en el bolso de mano.

Una vez llegamos al aeropuerto, Harry nos fue a dejar a la entrada.

—No te bebas mi botella de vino eh —le dijo Chris a Harry dándole una palmada en el brazo.

Se estuvieron amenazando con que Harry se bebería el vino que Amanda les regaló.

—Como se te ocurre hombre, ahí estará intacta en su cajita para cuando vuelvas.

—Hmm te creeré, bueno te dejo pendiente del hospital por si vez algo fuera de contexto me avisas.

—Chris ¿qué vas a hacer de tan lejos? —le dije arrugando mi nariz.

Dos Amores Un Solo CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora