Fix You

49.

- Vamos mal de tiempo, necesitamos plasma sanguíneo, ¿Algún familiar directo?

Miriam me mira, mira hacia Noelia y vuelve a mirarme mientras se muerde el labio, la miro intentando buscar una respuesta, intentando entender la situación.

- Ella doctor, es su nieta.

- Miriam... ¿De qué estás hablando?

- Mimi luego te lo explico, te lo prometo. Pero necesitan sangre... ¿Puedes donar verdad?

- Miriam...

Miro a Miriam sin entender la situación ¿Su nieta? ¿Qué quería decir? Intercambio una mirada con Noelia, que me sonríe pero agacha la mirada, intentando evitarme. Noto como mi corazón se desboca y late cada vez un poco más rápido, y en un segundo dejo de escuchar a Miriam mientras intento enfocar mi mirada en sus labios que se mueven mientras ella me habla en ese momento. Ruido, sólo escucho un leve ruido en mis oídos que llega como si fuese un pequeño hormigueo. Intento centrar mi mirada en Miriam, pero pierdo el enfoque y no encuentro sus ojos, siento un ligero mareo y me apoyo en la pared más cercana, sé que me está hablando y siento como coloca su mano en mi hombro derecho, pero dejo de verla, de repente, todo se vuelve negro...

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Es la luna nueva lo único que ilumina aquel callejón que se encuentra detrás del local del cual acabo de salir. Demasiada gente, la música está demasiado alta, me molesta. Siento que no debería estar allí.

Tony se encuentra a mi lado, me sujeta del brazo izquierdo con fuerza, puedo notar el enfado en su rostro y como a mí me hierve la sangre, quiero salir de allí, de ese callejón, de esa situación. Tengo la necesidad de alejarme de él.

Discutimos, no sé por qué pero estamos discutiendo, gritando sin que puedan escucharnos esas terceras personas que se encuentran dentro del local, siento que ni él mismo me escucha, y si lo hace no presta atención a mis palabras, no le importan y me aprieta más el brazo, me hace daño. En ese momento escucho una voz diferente, y el corazón me late un poco más deprisa sin permiso y sin avisarme. Dejo de mirar a Tony y me centro en escuchar su voz, la busco. Me detengo un momento, ¿Qué hace allí?, la encuentro.

- ¿Ana?

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Abro los ojos despacio, demasiada luz a mi alrededor, miro hacia un lado y veo el papel blanco que cubre las paredes de aquella habitación, al otro lado miro a Miriam, que me mira con cara de preocupación pero sonríe al encontrarse con mis ojos.

- ¿Cómo te encuentras? - Pregunta

- ¿Qué ha pasado?

- Te has desmayado, pero tranquila, estás bien. Te han puesto un suero para rehidratarte, y te han sacado sangre.

Miro la vía que se encuentra en mi mano derecha, y recuerdo la conversación anterior con Miriam, Noelia, y el médico que nos atendía. Recuerdo porqué estamos en el hospital y vuelvo a preguntar esta vez con un poco de seriedad en mi voz.

- ¿Qué ha pasado Miriam?

Ella suspira, evitando mi mirada y observo como nerviosa gira el anillo que lleva en su mano derecha, intentando hablar, tal vez buscando las palabras adecuadas, por lo que vuelvo a insistir:

- Miriam...me lo prometiste...

- La señora Doblas ha tenido un accidente con el coche, bueno ella no, su chófer, tú ya me entiendes. EL está bien pero a ella la han tenido que operar. Tiene las defensas muy bajas y el médico me explicó algo de las plaquetas que no llego a entender...ya sabes, yo soy más de series policiacas que de Anatomía de Grey... - Busca mi mirada intentando que sonría, pero esta vez no lo consigue – Te han sacado sangre para hacerle una transfusión – Esta vez es ella quien agacha la mirada – Mimi...sé que estás confundida, pero puedo explicártelo de verdad, yo...