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Escuché a Miguel acercarse a mí para decirme lo bien que lo había hecho y lo emocionado que había dejado a todos, pero me bajé del escenario y fui hacia mis amigas con una sonrisa tímida en los labios. Miriam me abrazó mientras se secaba las lágrimas y me insultaba por hacerla llorar, Amaia y Aitana seguían en la barra pidiendo alguna copa y vi como Mimi se acercó a mí para ser ella quién me dejara sin palabras cuando simplemente preguntó:

- ¿Ana?

El corazón empezó a latirme a incontables revoluciones por segundo, me empezó a temblar el cuerpo y notaba como me sudaban las manos. Allí estaba Mimi, con su sonrisa y sus ojos verdes y brillantes debido a las lágrimas que había derramado por la emoción, dedicándome una de esas miradas que me llegaban al corazón y que en otro tiempo me llevaban hacia sus labios, quise lanzarme hacia ellos sin importarme más nada, sin importarme Miguel que se encontraba ya a mi lado, sin importarme todas aquellas personas que se encontraban en aquel bar, sólo importaba ella, ella y mi pensamiento de que por fin me había recordado, me acerqué un poco más a ella y con la esperanza en mis ojos y una tímida sonrisa sólo pude preguntar:

- ¿Si....?

- Joder Ana, ¿Cómo eres capaz de tocar un tema como "Como te atreves" a pasar a llenarme los ojos de lágrimas con ésta última canción? – Dijo emocionada.

Pude notar como mi rostro cambio, la esperanza desapareció de mi cuerpo y mi corazón sufrió otro pinchazo, ésta vez un poco más fuerte. No importó ninguna de las canciones que había tocado aquella noche, ni "Fix you", ni "Shallow", Mimi no nos recordó en ellas, no me recordaba en casa de su abuela cantándole cada letra, cada estrofa, seguía sin verme en sus ojos por mucho que me buscara en su mirada, su mirada que ya no era mía y afloraban en mi las dudas de si algún día volvería a serlo. Por un segundo recordé que estaba enfrente de ella, y no podía romperme allí, no lo entendería, por lo que sacando las últimas fuerzas que me quedaban le pregunté:

- Entonces....¿Te ha gustado?

- Ana, eres increíble de verdad, mereces muchísimo más que tocar en un bar unas noches a la semana.

- Gracias – Dije con pena.

- Mi chico tiene contactos con algunas discográficas y quien sabe...si te ven en el pub y les gustas, quizás puedas salir de aquí...

- ¿Sigue en pie tu oferta del pub?

- Por supuesto Ana, y más después de lo que he visto ésta noche. Pásate mañana, ves el local, miramos el contrato y arreglamos todo ¿Te parece?

- Sí claro, allí estaré.

- ¿Estás bien Ana? – Su pregunta me rompió.

- Si...sólo...necesito ir un momento al baño.

Desaparecí de su lado lo más rápido que pude, y una vez en el baño rompí a llorar cómo hacía tiempo que no lo hacía, esos 8 meses sin ella acumulados me atravesaron el cuerpo dejando en mí lo único que me quedaba, las ilusiones rotas junto con la esperanza de que pudiera recordarme. Mientras me desahogaba sentí como unos brazos me rodearon para abrazarme, y me acomodé en su hombro siendo una vez más mi paño de lágrimas. Miriam me acariciaba el pelo en silencio, esperando a que dejara de llorar y cuando después de unos minutos me retiré de sus brazos, limpió las lágrimas que quedaban en mi rostro.

- Sigue allí fuera, y tiene cara de preocupación. No querrás que te vea así ¿No? – Me dijo

Eleve los hombros como respuesta, dándole a entender que no me importaba si me veía en ese estado, ya nada importaba, mi corazón sentía que la había perdido.

Fix YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora