Fix You

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Querido diario....

Esta semana ha sido un poco extraña por decirlo de alguna manera. Si comienzo con el sábado puedo decir que es el peor día sin lugar a dudas. Yo estaba tranquila por la mañana, Noelia y mi abuela no estaban, como casi cada sábado, así que me dediqué a ensayar la nueva coreografía que estaba preparando, necesitaba urgentemente una entrada de dinero, por lo que necesitaba más bolos y por tanto nuevas coreografías.

La vi a través del espejo, tenía cara de enfadada pero no le hice caso y seguí con la coreo, cuando acabé me di cuenta de que no se había ido y no sé por qué me dio tanta rabia que le solté alguna bordería de las mías, de repente se me cayó el mundo encima, me comentó que mi abuela estaba en el hospital, por lo visto se había caído por las escaleras. Sin ni siquiera tramitar la información, me echo en cara que no estuviese con ella, cuando yo ni siquiera sabía nada, discutimos, solamente pude quedarme con que según ella yo era una niña de papá y mamá, si ella supiera... sé que baje las escaleras y di un portazo a mi habitación. Para mí, mi abuela no estaba en casa porque el primer sábado de cada mes, como siempre, iba con Noelia a visitar la tumba de mis padres, ¿Cómo podía pensar que yo estaría tan tranquila en casa sabiendo lo que había pasado? ¿Me creía una persona tan horrible? ¿Acaso ella también pensaba que yo era un monstruo o algo por el estilo? Sus palabras me dolieron más de lo que deberían haberme dolido, es verdad que estoy más que acostumbrada, no creo que sea una persona de la cual alguien se sentiría orgullosa, pero joder, hubiera estado con mi abuela si hubiese sabido lo que ocurría. Mi abuela lo es todo para mí, es la única familia que tengo y todo lo que hago...todo lo que tengo que hacer es para protegerla, y para no decepcionarla...creo que es la única persona que de verdad cree que hay algo bueno dentro de mí, aunque yo sólo vea que puedo ser su mayor decepción. Ella siempre ha estado para mí, sobre todo después de la muerte de mi familia, es la única persona que siempre me ha apoyado y nunca me ha juzgado por ser cómo soy, a veces creo que mi vida sólo tiene sentido porque si no estoy, ella se sentiría mal (aunque debería ser lo mejor para ella) y aunque nunca se lo demuestro como debería, no sé qué haría sin ella.

Las palabras de Ana me atravesaron y una vez más la ansiedad volvió a mí, me costó tranquilizarme, y hasta que no vi bien a mi abuela no lo conseguí. Pasé la noche con ella, cuidándola y velando por si necesitaba cualquier cosa, no sé en qué momento me quedé dormida pero cuando me desperté ella estaba allí, tuve que marcharme.

Volví a discutir con Ana después de que me hubiese pedido disculpas por la conversación del día anterior, de verdad que no entendía como una persona a la que no conocía de nada podía ponerme de los nervios en milésimas de segundos. Aunque pudo hacerme gracia en un principio el miedo que le tenía a Lía...si hubiera podido hubiera grabado el salto que pegó cuando Lía ladró muy cerca de ella, sólo para poder verlo un par de veces más.

No he vuelto a hablar con ella esta semana, creo que me debe una disculpa por meterse donde no la llaman, aunque si me pongo a pensar, tiene un poco de razón en algo, yo he sido una borde constante desde que llegó, y no...no tengo amigas, sus palabras volvieron a dolerme, es cómo si supiera darme en el punto justo donde me duele, y eso que no me conoce. Creo que con la vida que llevo estos últimos años, tener amigas es un lujo que no me puedo permitir, no puedo ser la culpable de que alguien esté en el punto de mira de Tony, no puedo permitir que alguien salga perjudicado por mi culpa, otra vez no... prefiero ser yo la que pague las consecuencias...

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Estoy tumbada en la cama y alguna lágrima cae sobre mis mejillas, nunca he pensado en que Mimi fuera un monstruo, que fuera una borde, una antipática y una descarada sí, pero nunca un monstruo, además supo demostrar después de todo que ni siquiera era una borde antipática, si no la persona más dulce con la que yo me había encontrado. Al leer aquellas palabras no podía entender cómo Mimi podía verse de esa forma, se creía una decepción constante y pensaba incluso que su abuela estaba mejor sin ella, ¿Qué fue lo que la llevo a pensar eso?

Leer todo aquello me hizo recordar aquellas primeras semanas en las cuales no las soportaba, y ahora estaba allí, tumbada sobre mi cama llorando porque ella se había marchado... En ese momento me di cuenta que la vida podía cambiar en tan sólo un instante, y aunque yo no cambiaría el haberla conocido, si cambiaría su manera de verse, ojalá pudiera verse como puedo verla yo, desprendiendo la magia y la ternura que sólo ella sabe desprender.

Sigo sin entender la situación, sigo sin encontrar las respuestas que estoy buscando y a cada parte que leo surgen más preguntas en mí, vuelve a nombrar a Tony ¿Quién es? ¿Qué consecuencias tiene que pagar? ¿Quién va a salir perjudicado? ¿Otra vez? Necesito hablar con ella, es más tengo, la necesidad de abrazarla y de no soltarla hasta que haya sentido lo especial que es.

Vuelvo a marcar su número de teléfono, pero sigue apagado. Así que decido seguir leyendo otra parte, sabiendo que cada una de sus palabras va a ser una puñalada en mi estómago, pero con la esperanza de encontrar algo que me lleve a ella, así que me acomodo en la cama, y desde que leo los primeros párrafos, comienzo a llorar.

Querido diario...