Renacimiento agrícola en el mundo apocalíptico

Capítulo 34: Investigando la situación

La razón principal por la que Wei Xuan era tan cauteloso en sus preparativos antes de salir era que necesitaba evitar no sólo a los supervivientes que habían entrado en la ciudad en busca de suministros y que permanecían en Ciudad T, sino también al pequeño y extraño zombi que había conocido la última vez, y a las plantas mutantes que podían cambiar de repente en cualquier momento y salir de la nada.

Las plantas mutantes postapocalípticas son extrañas. Es posible que no se vean en los lugares donde todavía crecen las plantas, pero existe la posibilidad de que algunas enredaderas surjan de repente y atrapen a los humanos cuando pasen por algunas ruinas.

Por no hablar del hecho de que hay animales mutados en el mundo postapocalíptico que Wei Xuan nunca ha visto, pero ha oído hablar de ellos.

Por supuesto, si tuviera la suerte de encontrarse con un animal mutante vivo en el mundo postapocalíptico, podría estar tentado de matar uno y traerlo para mejorar su dieta después de no haber comido carne fresca durante mucho tiempo.

Caminamos con cautela en una dirección en la que no habíamos estado antes, buscando un lugar adecuado para cultivar papas; todavía había muchos lugares así. La mayor parte de las plantas del verdor de ambos lados de la carretera ya se habían marchitado y descompuesto por completo, y muchos de los árboles que se habían marchitado y muerto por completo tras el terremoto y las fuertes lluvias que le siguieron se habían quedado en el camino, y todavía había mucha tierra donde antes habían crecido, así que había algo que cultivar.

Wei Xuan no salió hoy a buscar provisiones ni a comprobar las condiciones del exterior, sino principalmente a ampliar el espacio de cultivo de las papas. A pesar de la escasa siembra, plantó rápidamente todos los brotes de papa que había traído en su mochila.

Mirando la hora, era justo la una de la tarde, y Wei Xuan, que había estado cultivando hasta el hambre, buscó durante un rato y encontró un Banco en relativamente buen estado y se llevó a Du Hang dentro para que hiciera un descanso para comer.

En el Banco, los bancos y los mostradores estaban intactos, y en el interior había dos zombis vestidos de directores de vestíbulo y algunos de los zombis que habían venido a hacer negocios en el mundo postapocalíptico deambulaban por allí. En la habitación detrás de la ventana, montones de billetes de cien yuanes por los que todo el mundo se esforzó antes del fin del mundo estaban esparcidos por la mesa y el suelo, así como un montón de sangre.

Tras comprobar que el lugar estaba tranquilo y despejado, Wei Xuan se sentó en un banco junto a la ventana, y Du Hang, acostumbrado desde hacía tiempo a su forma de moverse, se sentó a su lado con total naturalidad. Si estos dos no fueran la combinación obvia de un zombi y un humano, ¿qué tan acogedora sería esta escena?

Pero a Wei Xuan no le importaba en absoluto, y Du Hang, a su lado, incluso menos.

Sacando de su mochila el almuerzo que había preparado ayer, Wei Xuan se puso a comer satisfecho. Era la primera vez en sus dos vidas que comía algo que satisfacía su apetito en el mundo postapocalíptico y cuando estaba en movimiento.

En el pasado, aunque podía encontrar algunos fideos instantáneos, galletas, papas fritas y otras cosas duraderas en la ciudad, los alimentos con mejor sabor que podía encontrar eran los diversos productos enlatados. Al fin y al cabo, esos son alimentos a los que se les ha añadido un montón de conservantes, y no saben tan bien como esta comida especialmente preparada de antemano, ¿verdad?

Antes de salir hoy preparó tortitas de puré de papas, añadiendo puré de papas al vapor con huevos que había encontrado en la comunidad y que pronto se estropearían si no las comía, y luego ablandando y picando algunas salchichas y unas cuantas verduras secas que había secado antes y añadiéndolas al puré de papas, sazonándolas con sal y pimienta negra, entre otras cosas, y añadiendo un poco de harina para espesarlas, para poder freírlas en una sartén para tartas, algo parecido a las croquetas.