—Ni mucho ni poco—contestó el rubio, bufando—. Sé que están preocupados, pero no negaré que me sentí bastante molesto cuando me enteré que me lo ocultaron.

—Tal vez sólo querían evitarte más estrés después de lo que pasó en el mundial—exclamó Hermione suavemente—. Debe ser complicado tener a un pariente o amigo en un lugar así.

Harry miró de reojo a Neville y se dio cuenta de que estaba bajando levemente la mirada y un sentimiento de tristeza lo invadió. Quería hablar con él y dejar que se expresara, que dijera con claridad lo que había pasado con sus padres y eso que debía estar consumiéndolo de forma bastante obvio. Al menos para él. Pero si lo hacía, al menos debía esperar hasta que estuviesen solos, porque sería mucha presión hacerlo delante de los demás.

—Ni lo menciones—masculló Draco, entrelazando sus manos—. Sea como sea, una vez que pase, les traeremos noticias, pero no deben decir nada. No hace falta que los demás comiencen a esparcir rumores absurdos.

—Ya lo habíamos pensado—aseguró Neville, esbozando una pequeña sonrisa mientras se volvía para mirarlo—. Evitaremos eso y los gemelos se ofrecieron para cubrirlos si alguien sospecha.

— ¿Cómo lo harían?—preguntó Harry.

—Te sorprendería—se burló Ginny, amistosamente—. Nosotros ya lo sabemos. Imagina cómo debió quedar la cabeza de Percy luego de tantas veces que ellos hicieron bromas aquí y lograban salirse con la suya.

—La mayoría de veces, al menos—agregó Ron. Decidió cambiar de tema—. ¿Oyeron los rumores de la semana?

— ¿Qué?—preguntaron todos, salvo Ginny, que ya sabía.

—Parece que los menores no podrán participar en el Torneo.

— ¿En serio? Pero muchos dijeron...—comenzó Hermione, frunciendo un poco el ceño.

—Sí, que cualquiera podría participar, pero Crouch, después de lo que pasó con en el mundial, dijo que sería mejor que únicamente participaran los que estén en su último año—intervino Ginny—. Papá dijo que si fuese por Crouch, lo hubiese cancelado, pero no se puede. Eso lo ordenó Fudge.

—Mi abuela lo mencionó, dijo que Fudge no quiero que crean que pasa algo—exclamó Neville, rodando ligeramente los ojos.

Antes de que alguien pudiese mencionar algo, Luna llegó casi saltando y sonriendo felizmente. Al parecer, traía buenas noticias. Se sentó entre Harry y Hermione cuando ellos le dejaron el lugar. Miró a los demás y sí, eran buenas noticias.

—Mi papá ya me respondió—comenzó animadamente—. Dijo que los días de visita son de lunes y sábados y los horarios de la mañana hasta la tarde, aunque puede haber excepciones dependiendo de los pacientes.

—Es genial—exclamó Ron, inclinándose un poco hacia delante—. Si no pueden ir en la semana, el sábado podrían estar gran parte del día si así lo quieren.

—Sí, pero ¿qué le diremos a Dumbledore?—preguntó Harry, un poco preocupado por ese lado.

—La verdad—contestó Neville como si fuese lo más obvio—. Él sabe que se llevan bien con Snape. No creo que sea necesario inventar una excusa o ir a escondidas. Además, eso les evitará problemas a ustedes.

— ¿Tú crees?—preguntó Ginny, sin saber sobre el tema de Neville—. ¿Cómo estás tan seguro?

—Pues porque...—rápidamente, se corrigió incluso antes de hablar y acabó diciendo—: mi abuela tiene a unos parientes ahí y a veces la acompaño, así que...

—Oh. Espero que estén bien—exclamó Hermione con simpatía, poniéndole una mano en el hombro.

—Yo igual. Quizás no sea grave—agregó Ginny, sonriendo afablemente.

Siempre contigoNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ