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Visto:
• Jenny Humphrey metiéndose en una fuente buscando monedas.
• Blair Waldorf coqueteando con un portero en Blarney Stone un lunes por la noche.
Parece que la batalla entre la Reina B y la Pequeña J pasó de la calle a los blogs. ¿Quién envía este platillo degradante? Tengo un presentimiento...
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Serena, Eric y yo atravesamos las puertas del Palace. Mientras que ellos salían de su penthouse familiar, yo salía de mi suite personal. Ibamos a caminar juntos a la escuela esa mañana para hacernos compañía.
— ¿Por qué esa cara? —le pregunté a Eric, notando su expresión desganada.
— ¿Sigues triste porque mamá no te dejo ir a Monte Carlo? —cuestionó su hermana preocupada.
— No, estoy bien. Dejé que Bart, Chuck y el príncipe Albert se diviertan solos... Eso no salió como quería decirlo —frunció el ceño.
Nosotras reímos, antes de ser interrumpida por el sonido de nuestros teléfonos al unísono.
— Gossip Girl —murmuró Eric viendo la pantalla—. Vieron a Jenny en GAP cosiendo etiquetas de Stella McCartney en unas camisetas.
— Esto se está poniendo ridículo —suspiré.
— ¿Como yo siendo Gossip Girl?
— Tenía sentido en ese momento —le dijo Serena—. Debes admitirlo.
— Nunca lo tuvo —negó serio.
— ¡Sí lo tuvo! —contesté carcajeando.
Me detuve en el lugar cuando mi teléfono volvió a sonar, esta vez recibiendo una llamada.
Llamada entrante: Chuck.
— Esperen, es Charles.
— Tengo que hacer algo, pero envíenle saludos —dijo Eric, siguiendo su camino
— Bien, no te olvides de la cena de hoy por favor —gritó Serena mientras se alejaba.
Eric asintió, desapareciendo de nuestra vista en pocos segundos.
— Salut, Charles —atendí.
— Hey, ¿todo tranquilo por allá?
— Sí, estoy con Serena y aún estamos bien —le dediqué una sonrisa a mi amiga.
— ¿Entonces la psicópata no hizo acto de presencia?
— No hemos sabido nada de Georgina en dos semanas... Así que si dejaras de llamarme por eso, nos quitaríamos de encima todos nuestros monstruos.
— Bien —rió—. Hablamos más tarde.
— De acuerdo. Besos. Suerte con la despedida de soltero.
Colgué el teléfono para que sigamos caminando.
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A veces, en el esfuerzo de esparcir los rumores más escandalosos, se nos pasa lo que es incluso más escandaloso. La verdad.
Y lo único que es más escandaloso que la verdad, son las mentiras que dice la gente para cubrirla.
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Nos dirigimos a los escalones del Met para desayunar. El tema de conversación era claramente los ataques de Blair y Jenny, que crecieron enormemente desde la misión fallida para arruinar su cumpleaños. A pesar del robo, el estatus de Jenny aumentó al usar a Nate como carnada... Y ahora al parecer tiene novio, y también harán una fiesta juntos. Pero claramente no invitaron a Blair.
— Es un rechazo de una fiesta, B. ¿Por qué es tan importante? —pregunté confundida—. Ni siquiera te gusta Asher. Seguro es un imbécil.
— No me gustaba el bolso de Louis Vuitton de la temporada pasada, pero eso no significa que quiera verlo en el brazo de Jenny Humphrey —bufó.
— Touché —sonreí, apuntándola con la cuchara de mi yogurt.
— ¿Salida de chicas esta noche? —sugirió emocionada.
— Aún no lo sé... Algo de último momento de Industrias Clayton.
— Yo tampoco puedo, tengo una cena familiar —continuó Serena.
— Para qué necesito a la aspirante de Brooklyn de enemiga, si ya las tengo a ustedes —contestó dramática.
Dan se acercó en ese momento, haciéndola virar los ojos con cansancio. Reprimí una risa.
— Hola —le dio un beso a Serena.
Por suerte habían arreglado los problemas ocasionados por Georgina.
— Hola. ¿Qué pasa? Te ves estresado incluso siendo tú.
— Sigo preocupado por Jenny —se sentó en un escalón más abajo.
— ¿Por qué? —preguntó Blair—. Porque está obsesionada consigo misma, es egoísta, egocéntrica...
— No —la interrumpió—. Ojalá fuera por ella y por cómo es, pero se trata de con quién está. No puedo llegar a ella. Lo intente. Y ella no me hizo caso.... e insulto mis pantalones.
— Tal vez la subestimé —murmuró Blair, comiendo de su yogurt.
— Está pasando una etapa... Todas pasamos por eso —aseguró Serena—. Y aparentemente, algunas aún lo estamos —miró a nuestra amiga, sugerente.
Ella no se hizo cargo, para luego comentar—: Lo único que le importa a alguien como Jenny, son tres cosas: chicos, amigas y Gossip Girl.
— Cierto, no te sientas mal —tranquilicé a Dan—. Porque a menos que venga de uno de ellos, no va a escucharlo.
Él nos miró en silencio, meditando nuestras palabras.
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Esto acaba de llegar: Asher Hornsby fue visto besándose antes de clases, pero no con su novia. Parece que los caballeros no las prefieren rubias, pequeña J. Prefieren otros caballeros.
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Bueno, eso sí que no me lo esperaba. Pero, ¿es necesario caer a ese nivel?
Tecleé en mi teléfono, teniendo una idea de quién podía ser la responsable.
Mensaje para Blair:
¿Qué hiciste?
No tardó mucho en responder.
Mensaje de Blair:
Nada, por ahora. ¿Shopping?
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¿Es esta otra ronda de balas de salva entre B y la pequeña J? Estoy cansada de ser la portadora de resentimientos. Esto es lo último que hago público sin pruebas.
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Sorprendentemente, Blair de verdad no tenía la culpa del último escándalo. Pero, aún así, terminé metida en una intriga Waldorf de nuevo. Puede ser muy persuasiva cuando quiere, lo juro... Tuvimos que poner manos a la obra. Esta sería la última vez que la ayudaría a acabar con Jenny. Nunca había costado tanto hacer que alguien se rinda.
— Quién haya dicho que el dinero no compra la felicidad, no sabía dónde comprar —dijo Blair cuando entramos a su cuarto—. Tal vez sí tengas que salir esta noche. ¿Lo recibiste?
— Por suerte, conozco cinco formas para escabullirse en el vestuario de los chicos y seis formas de salir —le di el teléfono—. Asher toma una ducha inusualmente larga después de practicar. Tal vez su palo de lacrosse no es lo único con lo que le gusta jugar —bromeé. Reímos mientras nos sentabamos en la cama—. ¿Por qué es necesario su teléfono, de todas formas?
— Una vez alguien dijo que los ojos son el espejo del alma —se transfirió los datos a su computadora—. Eso fue antes de que la gente tuviera teléfonos.
La miré sin comprender, pero no llegué a preguntar antes de que mi teléfono sonara:
Mensaje de Serena:
Debemos vernos. Cuando termine la cena. Urgentemente.
Bien... eso era muy repentino. E inesperado.
Mensaje para Serena:
De acuerdo. Estoy ayudando a Blair con algo. Avísame cuando estés.
— Oh, por Dios —exclamó Blair.
— ¿Qué? —la miré, quitando la vista de mi teléfono.
— Tengo que llamar a Serena. No vas a creer con quién sale Asher.
— Está ocupada con su familia. Acaba de escribirme —me moví en la cama para mirar la computadora—. ¿Con quién sale?
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Noticias de última hora: Asher Hornsby se jactó de que la pequeña J pasó su tarjeta V sobre su registradora.
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Finalmente tuvimos que arreglarnos para nuestra última parada. La humillación era algo poco probable en este momento, debido a los involucrados. Todavía había que buscar la forma para que suceda, pero no ibamos a rendirnos.
— Dios mio, Ashley y Blair entraron a la fiesta —susurró una de las súbditas, Amber, mientras nos acercabamos, después de dejar nuestros abrigos. Nos miró boquiabierta— Se ven...
— Lo sabemos —la interrumpí.
— Jenny se va a volver loca —dijo Nelly.
— Miren y aprendan, señoritas. Las fiestas más importantes para ir son a las que no te invitan. ¿Dónde está el anfitrión? —preguntó Blair—. Tenemos algo para él.
Nos apuntaron la dirección. Asher estaba hablando con sus amigos, probablemente iguales de estúpidos que él. Nos acercamos y le toqué el brazo. Ignoré las miradas pretenciosas de del grupo, comprendiendo mal todo el asunto... Por favor, como si fuera a meterme con un niño.
— Tenemos que hablar —murmuré sonriendo.
— ¿Nos dan un momento, muchachos? —pidió.
Ellos asintieron, entonces nos alejamos unos pasos para tener más privacidad.
— Pensamos que querrías esto —Blair le mostró su teléfono.
— Lo que hayan encontrado, no es lo que parece.
— Siempre es lo que parece —me encogí de hombros—. Y a juzgar por el texto y las fotos, parece más que una amistad.
— ¿Qué van a hacer con ellas?
— Para tu fortuna, tu amigo es alguien a quien queremos —respondió Blair—. O las hubiera usado en contra de ti y Jenny.
— Qué lástima que tú no lo quieres —bufé.
— Está bien, chicas —escuchamos otra voz—. Yo puedo manejar esto ahora.
Miramos hacia atrás, encontrándonos a Eric en medio de la fiesta. Realmente me sorprendí, no habíamos podido contactarnos con él o Serena en todas estas horas.
Entrelacé nuestros brazos cuando se paró a mi lado, dándole apoyo.
— ¿Qué hace él aquí? —cuestionó Asher.
— ¿Qué hacen ellas aquí? —se acercó Jenny al mismo tiempo.
— ¿Vas a decirle o lo hago yo? —preguntó Eric.
— No hay nada para decir,
El silencio se extendió por unos segundos, antes de que el van der Woodsen menor tomara valor para hablar otra vez.
— Gossip Girl tenía razón. Asher besaba a alguien esta mañana... A mí.
El asombro fue inmediato en cada rostro del cuarto.
— Está mintiendo —negó Asher alterado—. Díselo, Jenny. Estuve contigo toda la mañana.
Jenny tragó saliva, tomándose su tiempo. Alrededor la gente formó un circulo, la música también se detuvo mientras esperaban una respuesta.
— Sí, Asher tiene razón —contestó—. Yo estaba con él. Eric está mintiendo.
Viré los ojos. ¿Se puede ser tan ridícula? Le da la espalda al único amigo que siempre estuvo para ella, ¿y para qué? ¿Para una tonta aceptación social de un montón de gente a la cuál no le interesa? Es deprimente.
— ¿Por qué estaría aquí, en frente a todos los que conocemos y diría algo así si no fuera verdad? —cuestionó Eric—. Soy gay... Y Asher también.
Sonreí al escucharlo. Su valentía solo me ponía orgullosa.
— ¡Saquen a este maricón de aquí! —gritó.
— Cállate, patético —bufé.
— Adelante, hazlo —le dijo Eric a Blair, señalando su teléfono.
Le toqué el hombro suavemente a Eric, recibiendo una sonrisa, antes de que se marchara. Entonces Blair me miró dudosa, preguntándome qué hacer en silencio. Yo asentí, sabiendo que ya teníamos la confirmación que necesitabamos. Recién ahí ella apretó el botón.
— ¿Qué acabas de hacer? —Asher le quitó el teléfono de las manos.
Pero era demasiado tarde.
— Ya verás —Blair sonrió.
Le dediqué una última mueca antes de darnos la vuelta.
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Novedades del fin de semana: Un beso entre dos del mismo sexo no causaba tanta controversia desde Britney y Madonna. Parece que la pequeña J no abrió las piernas después de todo. Pero sí esparció mentiras. Asher es gay y yo tengo la correspondencia para probarlo.
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Caminamos hacia la salida mientras las chicas leían el post en voz alta, siguiéndonos por atrás. Gossip Girl es demasiado ingeniosa sinceramente, tengo que atribuirle eso.
— Parece que alguien necesita un semestre en París —se burló Blair.
— Esperen, chicas, todavía podemos divertirnos —rogó Jenny—. No se vayan.
— Es un poco difícil divertirse después de que cayó la bomba gay —contestó Hazel.
Las chicas se detuvieron para enfrentarla. Blair y yo aprovechamos para tomar nuestros abrigos.
— Voy hacer algo no común en mí y te voy a dar el beneficio de la duda... Dinos que Gossip Girl miente —ordenó Penélope.
— ¿Te acostaste o no con Asher?
— Yo... puede que haya exagerado un poquito —suspiró.
— Salir con un chico gay es un error que cualquiera puede cometer, pero mentirle a tus amigas sobre sexo es imperdonable.
— Y pensar que casi te pido que esta noche usemos vestidos combinados —mencionó Is.
Reí en silencio, observando toda la escena al lado de la puerta.
— A partir de ahora estás marcada con la palabra "M" —informó Nelly.
— Mentirosa —concluyó Amber.
Todas giraron para mirarnos.
— ¿Entonces, qué es lo que haremos esta noche? —nos preguntó Hazel.
— No haremos nada. Yo, sin embargo, me iré a casa —respondió Blair—. Pero... mañana, cenamos en el Waverly. Y bebemos algo en el bar 151.
Y, así nomás, la reina ha vuelto.
— De acuerdo.
— Le diré a Dorota que les envíe el itinerario.
Ellas asintieron obedientes. Era triste y divertido en partes iguales... Como sea, mi participación en esta caída había terminado.
— Hasta la próxima —saludé antes de salir.
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No estés tan triste, pequeña J. El sol saldrá mañana. Aunque tu novio lo hizo hoy.
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Después de su cena, Serena me había enviado un mensaje diciéndome que estaba en una cafetería de Brooklyn y que necesitaba que vaya, así que mi chofer me llevó a la dirección. Cuando llegué, la vi afuera conversando con Dan. Luego noté a Vanessa a pocos metros, parada con alguien de espaldas.
— ¡Ashley! —me sonrió—. ¿Qué haces aquí?
— Hola, Serena me invitó.
— Sarah, ella es Ashley, una amiga de Dan y Serena —me presentó a la desconocida
La mencionada volteó finalmente, y mi mandíbula se cayó al suelo. ¿Georgina? ¿Qué? ¿En qué momento? Realmente creí que se había largado de la ciudad. O del país, si se me permitía soñar.
— Encantada de conocerte —me dio la mano, actuando como si realmente no supiera quién era.
Y no es dificil de entender su indiferencia. Se hace llamar Sarah, por lo que entendí.
— Digo lo mismo —contesté aturdida.
Dan me saludó sin muchos ánimos cuando se acercó, dejando atrás a Serena, antes de comenzar a caminar en silencio junto a Vanessa hacia la estación de metro.
— Me olvidé algo adentro —les informó Georgina a los chicos, quienes la miraron cuando notaron que no se movía—. ¿Los alcanzo después? ¿De acuerdo?
Ellos asintieron sin darle importancia, volviendo a caminar despacio. Yo fui casi corriendo hacia Serena, encontrándola con lagrimas en los ojos.
— ¿Qué pasó? ¿Qué rayos hace Georgina con ellos? —grité en voz baja—. ¿Sarah? No entiendo.
Antes de que respondiera, otra sombra se reflejó en el suelo acercándose.
— Es fácil tratar con ustedes si andan juntas —dijo Georgina.
La miramos con desdén.
— ¿Qué quieres de nosotras? —pregunté sin preámbulos.
— Quiero que las cosas vuelvan a ser como antes de esa noche... Antes de que las cosas se arruinaran. Éramos tan buenas amigas —sonrió con anhelo—. Y ahora podemos serlo de nuevo.
— ¿Por qué querría ser amiga de alguien que me chantajea y saca del closet a mi hermano durante la cena? —cuestionó Serena enojada.
Me sorprendí ante lo último. Ahora todo tenía más sentido la aparición de Eric en la fiesta de Asher, y que se animara a contarlo públicamente.
— Lo de Eric fue un error... Jamás lo lastimaría.
— Es imposible creerte —negué con la cabeza.
— Hmm. Tal vez tengan razón. Tal vez lo hice a propósito —asintió—. Porque puedo. Porque sé cosas sobre ustedes y sus familias... Sobre tu novio —miró a Serena—. Y las sé antes que tú.
No hubo replica de nuestro lado, simplemente nos quedamos observándola en silencio. Quizás subestimé demasiado lo loca que puede llegar a ser cuando se lo propone. Siempre supe que no estaba muy equilibrada mentalmente, pero jamás creí que llegara a tanto, menos contra nosotras. ¿Con qué motivo? ¿Para mantener una amistad de la secundaria? Es ridiculo.
— Miren, allí está la limusina de Ashley —señaló la callé de al frente, donde mi chofer estaba estacionado—. Que lleguen bien a su casa —sonrió dulcemente.
Serena y yo nos miramos atónitas cuando Georgina se dio la vuelta, alcanzando a Dan y Vanessa para caminar a su lado. El miedo y el peligro era altisimo. Si algo de lo que pasó el año anterior se sabía... podrían haber grandísimos problemas. Muy serios.
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Sí, la verdad siempre sale a la luz. Es una de las reglas fundamentales del tiempo. Y cuando sale a la luz, puede liberarte. O acabar con todos por lo que tanto luchaste.
Otra forma es que sale la verdad, es cuando ni siquiera lo quieres. O cuando, sin decir una palabra, aún se ve perfectamente.
Pero lo peor que puede hacer la verdad, es que cuando finalmente la dices no te libera... sino que te encierra para siempre.
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