A los dieciséis, Mare y yo fuimos al zoológico de Nueva York el día del amor y la amistad, para celebrar otro año más de nosotras siendo hermanas, compartíamos los catorces de febrero cada año sin importar que, recuerdo que fue un día increíble, vimos todo tipos de animales exóticos que nunca en la vida volveríamos a ver, animales salvajes, jirafas, leones, tigres, que meaban del miedo.
Habían animales graciosos también, como los monos chimpancés pequeños que solo querían jalarte un poco el cabello, las avestruces que se escondían cuando molestaban mucho y la llama que escupía alguna cosa asquerosa que olía como el infierno.
Sin embargo, hubo un accidente en el zoológico ese día.
Una serpiente cascabel de aproximadamente metro y medio había escapado, no habían notificado ni dicho a nadie para no asustar a las personas, no es que haya funcionado en realidad, alguien con muy mala suerte vio a la serpiente antes de que pudiera lastimar siquiera a alguna persona.
Ese alguien fui yo.
Realmente no estaba haciendo nada malo para que una malvada serpiente venenosa se dirigiera a mí para matarme, simplemente estaba en los establos, acariciando a un hermoso caballo de piel marrón oscuro con cabello suave que se encontraba allí, el zoológico era casi como un bosque, permitiendo a los animales vivir en su propia área aun así estuviesen encerrados, los monos tenían espacios gigantes para saltar y jugar como gustasen, los tigres y leones tenían sus propias secciones para divertirse y revolcarse, las jirafa tenía un patio con árboles grandes y alto que permitían alimentarse de ellos, y las serpientes, bueno, las serpiente tenían obviamente un escape fácil a vivir en zonas grandes, con un montón de hojas, pero con vidrios bajos para proteger a las personas, que hacían fácilmente a las serpientes escapar.
Así que ahí estaba yo, simplemente mimando al caballo, y el comenzó a inquietarse, a moverse y saltar, así que me hice para atrás, dándole espacio, pensando que probablemente lo estaba agobiando por tocarlo tanto.
Entonces mire al suelo y me paralice.
Allí estaba, gigante, larga, justo a un metro o algo así del el caballo y de mí, su cola de un color amarillo grisáceo vibraba y un sonido completamente aterrador se escuchaba, el sonido de una cascabel.
Estaba tan malditamente asustada.
Ella estaba allí, moviendo su cola como una advertencia hacia mí para no moverme o hacer ver que se había escapado, con su cuerpo largo cruzado de líneas amarillas y negras, asustándome como el infierno.
El sonido de su música parecía lo último que escucharía antes de morir.
Y caí en cuenta de que si me mordía simplemente un poco yo podría morir, el hospital más próximo se encontraba alrededor de una hora de allí, si no tenían la cura para el veneno, tardarían otro par de horas en trasladarlo a donde fuera que estuviese, y para ese instante yo ya estaría muriendo.
Así que me quede completamente quieta, estática, el dolor en mi estómago era un ácido que se corría desde mi garganta, esófago y se devolvía hacia él, era el miedo corriendo en mi cuerpo, la sensación de saborear el mas espantoso destino que me esperaba.
La serpiente avanzo, y trate de ni siquiera respirar.
Justo cuando pensé que llegaría a mi tobillo y me mordería, paso a mi lado, moviendo su cola como si fuera una chica mimada la cual era demasiado importante como para hablar con alguien como yo, haciendo ese maldito sonido aterrador, y se fue.
En ese momento ame tanto a Dios que le prometí ir a la Iglesia todos los domingos.
Espere hasta que estuve segura de que estaría lo suficientemente lejos como para no devolverse para matarme si le parecía, y grite con todas mis fuerzas alertando a todo el mundo, aunque no me halla mordido a mí, estaba segura de que lo haría a alguien más, quedarme de piedra fue pura suerte, ya que el miedo me paralizo completamente, así que si hubiera sido un coche frente a mí y no una serpiente, simplemente no habría sobrevivido.
Aun así, ahora, mientras observaba el gran Straples Center frente a mí, con un cartel probablemente más grande mi casa a su lado, proyectando una imagen promocional de Justin para el Believe Tour, el mismo sentimiento paralitico estaba en mí, esta vez no de terror, si no de emoción, felicidad, felicidad y más felicidad.
-¡Oh por Dios, Oh por Dios, realmente estamos haciendo esto! – Mare realmente grito eso justo en mi oído, me reí de ella sin embargo, estaba tan contenta que no me importaba realmente nada.
Conduci hasta el aparcamiento y encontré un buen lugar cerca de la salida para poner el auto, le tire las llaves a Mare porque esta noche ella se encargaba de él, yo sabía que Mare lo cuidaría, así que dejarla responsable de mi auto no era gran cosa.
La mayoría del tiempo Mare y yo nos repartíamos las responsabilidades, ella limpiaba, yo cocinaba, ella lavaba yo secaba, ella compraba, yo escogía, y cosas así, esta vez, ella llevaba las llaves y el dinero extra, y yo tenía las entrada de primera fila y las M&G.
Este día las entradas eran mucho más importantes que mi auto.
Así que las guarde cuidando de no dañarlas en el pequeño bolso que cruzaba mi pecho, y camine junto a mi mejor amiga para comenzar a hacer fila para el concierto que sería en unas ocho horas.
Si, esto iba a ser agotador.
Sin embargo aquí debíamos estar simplemente para que no se colaran en nuestros asientos o trataran de robarnos, Mare y yo vinimos preparadas, por supuesto, en su linda mochila de Dolce & Gabanna traía cientos de frituras y comida empaquetada para hoy, obviamente no sabíamos si habrían tiendas cercas, así que no nos arriesgamos y trajimos un poco de todo.
Los chicos no dejaban de enviarme al WhatsApp, querían saber exactamente todo lo que estábamos haciendo, de alguna manera, a lo largo de los años nuestra obsesión con Biebs se trasladó hacia ellos, incluso a los chicos, Ed, Warren y Bruce, y nos terminó gustando a todos.
Era muy triste que mis estúpidos amigos no hubieran podido estar con nosotras hoy, porque habría sido increíble estar todo juntos así, pero ellos tenían otros planes y demases, Ed estaba yéndose a la universidad de Alabama por una beca de futbol americano, Warren consiguió una beca de Baloncesto en el norte de Virginia, y Bruce, el inteligente del grupo, fue aceptado en Harvard.
Sí, todos lloramos cuando lo supimos.
Gracie y Georgia estaban pasando unas vacaciones increíbles en las Bahamas, ellas, al igual que Mare y yo eran inseparables, eran mejores amigas desde el preescolar y estaban tan unidas que nos sabias donde empezaba una y terminaba la otra.
Uña y mugre.
Como mi mejor amiga y yo.
Bruce: Estoy malditamente celoso de ustedes dos, asquerosas perras.
Ed: Deja de insultar a mis nenas Brucie, solo yo puedo hacerlo.
Gracie: ¿Brucie, eh? Alexa va a amar esto.
Bruce: Callate Gracie, Alexa está viendo esta conversación justo ahora.
Georgia:¡Hola Alexaa!
Ed: ¡Holaaaaaaaa Alexa!
Mare: ¡Que tal Alexa!
Warren:¡Alexa!
Yo:¡Hola!
Bruce: Hijos de perra.
Mare: Ah, tranquilo Brucie, voy a enviarte fotos.
Bruce: Fotos mi culo, ¡quiero verlo!
Ed: Dile que está buenísimo de mi parte.
Warren:¡ Y de la mía!
Yo: Claro, eh, disculpa Justin, tengo tres amigos que mandaron a decirte que estas súper bueno.
Ed: Exacto.
Yo: Ni en un millón de años.
Mare: Me lo follare por ustedes, no se preocupen.
Gracie: ¡Asegúrate de tomar fotos!
Georgia: ¡Y tienes que decirme el tamaño!
Bruce: Debe tenerlo gigante.
Ed: Oh sí.
Yo: Jesús.
Mare: Créanme, chicos, es grande.
Yo: Santo señor.
Warren: ¡Folla un poco, Jen!
Mare: Jen y yo haremos un trio con él.
Gracie: ¡Usen condones!
Bruce: ¡Y lubricante!
Yo: Santa mierda bendita.
Ed:¿ Desde cuando eres tan religiosa, cariño?
Yo: Desde que hablamos de mi inexistente vida sexual.
Warren: No engañes, jodes todas las noches, Jennsita.
Ed: Muy cierto, pequeña perra sucia mentirosa.
Yo: Muérdanme.
-Nuestros amigos son unos idiotas – Murmuro mi mejor amiga mientras estábamos tiradas en el pasto fresco del jardín fuera de la arena, Mare estaba acostada en la grama, con su cabeza en mi muslo sosteniendo su teléfono celular, y yo estaba sentada a lo indio igual con mi teléfono.
Asiento - Pero son nuestros amigos – Me reí.
-Si – Mare se sentó al igual que yo y comenzó a remover nuestro bolso – Bien, es hora comer, llevamos tres horas aquí y ya me muero de hambre – Mare saco una bolsa de Doritos grande y comenzó a comérsela.
Puse los ojos en blanco.
-No sé cómo puedes comer tanto y seguir tan plana – Murmure con molestia. Alcance unos paquetes de Snickers y los mordisquee mientras me burlaba de mi mejor amiga que comía los ricos nachos de queso a puñados.
-Buen metabolismo – Murmuro, su boca llena de nachos.
Rodé mis ojos hacia ella.
Cada que pasaban minutos, el lugar de llenaba mucho mas de chicas y gente, algunas hasta habían acampado allí para poder llegar a tiempo, otras llegaban después, tirándose en la grama verde al igual que mi mejor amiga y yo, muchas chicas vestían ropa totalmente de putas, Dios, venir desnudas habría sido una mejor opción.
Mare y yo habíamos ido de compras algunos días después de ir a la playa, y como si no estuviera en su sangre, Mare compro casi la mitad de cada una de las tiendas en las que entramos, me reí de ella un montón de veces mientras trataba de escoger su vestimenta para hoy, lo cual consistía en unos apretados vaqueros a la cadera, una blusa suelta de color morado que solo cubría sus perfectos senos y dejaba su vientre al aire, y unas converse fucsia de tacón corrido que la hacían ver un poco más alta.
Perfecta, como una maldita Diosa.
Nada que ver conmigo.
Yo era un desastre, estaba consciente de eso, una de mis únicas compras ese día fueron mi nueva adquisición más preciada. Mis botas de motera con hebilla de corazón hasta la rodilla.
Eran preciosas.
Por supuesto, mi mejor amiga tenía su propia opinión acerca de las botas y las hebillas, para ella eran el propio Satanás, sean conscientes de que la estoy citando perfectamente.
Así que, siguiendo el tema del montón de chicas semi-denudas a nuestro alrededor, una pequeña rubia con su pequeño culo operado y sus grandes pestanas falsas se sacudía de emoción contra sus otras amigas zorras, la mayoría de las chicas presentes estaban vestidas con cortos shorts que dejaban a la vista un pedazo de culo y pequeños tops que se esforzaban por rellenar para parecer gigantes, verifique a algunas con grandes, y cuando quiero decir grandes, es que eran realmente grandes carteles que decían "Follame Justin" o "Estoy disponible para ti".
Creo que estas chicas necesitan seriamente un poco de autoestima o algo.
Entonces pienso en Justin y en todas esas chicas con las que últimamente ha estado saliendo, no soy estúpida, sé que él ha follado con todas ellas y probablemente también se tiraría a las chicas frente a mí, ellas son exactamente las de su tipo, hermosas, altas, perfectas, delgadas, justo como modelos.
Ya que a él le encantan las modelos.
Trato de evitar pensar en Justin follandose a todas esas chicas, solo para evitar las imágenes nada saludables que de esparcen en mi pervertida mente.
-El también necesita autoestima... - Susurra la pequeña vos que algunas veces interrumpe mi cabeza en los momentos más inoportunos. Me rio en voz baja.
Probablemente la voz en mi cabeza tiene razón.