23.”En la boca del lobo” (Kyuhyun)
Todos llorábamos. Nuestros dos hyungs se nos habían ido al servicio militar. Ya no estaban y al regresar a casa sentíamos un vacío increíble. Notábamos el piso como silencioso y solitario. Cada vez éramos menos. Lo único bueno era que la SM nos dio dos días para nosotros, para asimilar la marcha de Heechul y Leeteuk. Yo veía mi momento aún lejos. Era el maknae, así que aún me quedaban unos años, pero todos pasaríamos por eso.
-¿Estás seguro que al final me dejas ir contigo a casa de tus padres?-me preguntó Sungmin.
-Sí. Lo estoy.
Mentía. No estaba para nada seguro. No quería que viniera pero sabía que a él le hacía ilusión. Me daba miedo mi padre y me daba miedo la amiga de Ara. Y me daba miedo yo mismo. Desde que habíamos probado un poco de “acercamiento” la semana anterior, no lo habíamos vuelto a hacer porque estábamos agotados cuando llegábamos a casa, pero ahora que tendríamos dos días de descanso, estaría en casa de mis padres donde no podría hacer nada… O no debía como mínimo. Pero no dejaba de rondarme la cabeza lo que Sungmin me había hecho y me había encantado. Quería repetirlo. Quería besarle, quería tocarle… Lo quería todo de él.
-Cojamos las mochilas y vayámonos a por el coche. –dije.
-De acuerdo.
Ya habíamos dejado las mochilas preparadas la noche anterior así que en un momento nos plantamos en el parquin. Eunhyuk también estaba allí. ¿Dónde iba él?
-¿Ya os marcháis?-preguntó.
-Sí. ¿Y tú? ¿Dónde vas?-me interesé.
-Yo voy a pasar el fin de semana con Hyo Yeon.
-¿Salís en serio?-inquirió Sungmin.
-Supongo que sí.-respondió triste.
-Me alegro por ti.-Sungmin le dio una palmada en la espalda- En serio. Lo mereces.
-Pero…-fui a hablar.
Mi novio se adelantó a mis pensamientos y me tapó la boca.
-Nosotros nos vamos. Que te diviertas.-se despidió.
-Gracias. Adiós chicos.
Me metió casi de arrastras en el coche y arrancó. Luego me miró mal por el retrovisor y yo me encogí de hombros.
-¿Qué?
-¿Qué? ¿Qué pretendías? ¿Ponerle mal?
-No… Es solo que… Donghae me da pena.
-¿Y Eunhyuk no?
-Sí… Claro que sí…Pero… ¿Y si Donghae recuerda? Habrá perdido a su novio sin él quererlo. No tiene la culpa de que le atropellasen. ¿Entiendes? Se sentirá solo. De golpe ya no tendrá nada. Que hablamos de que llevan años juntos. No meses o días…-dije.
-Lo sé… Pero Eunhyuk no puede vivir estancado. Entiende eso.
Me molestaba. No me gustaba que Eunhyuk saliese con una chica, tal vez porque me había acostumbrado a verle con Donghae. Eran la pareja perfecta. Quizá lo que me daba miedo era ver que todas las parejas habían roto menos nosotros dos que empezábamos en serio ahora. Ya ni Heechul ni Hangeng estaban juntos, ni Kangin y Leeteuk ni Eunhyuk y Donghae… ¿Qué futuro nos esperaba a nosotros? Viendo el panorama… Era desolador.
-Ya pero… ¿Nosotros terminaremos como ellos?
-No. No tiene por qué ser así. ¿Tienes miedo de eso? ¿Eso es lo que te preocupa?
-Sí. En cualquier momento encuentras a una chica que te guste y…
-Me gustas tú.-me cortó.
-Pero…
-Nada de peros. ¿Por qué pensar en las cosas malas? Pensemos en las cosas buenas. Que ellos hayan tenido mala suerte no quiere decir que la vayamos a tener nosotros. ¿Entiendes?
Sungmin parecía muy seguro de sí mismo. Esa seguridad me daba envidia. Yo también quería tenerla, pero no podía. En media hora llegamos a la casa de mis padres. Llamamos al timbre y mi madre salió a recibirnos contenta. Me abrazó y luego abrazó a mi novio. Nos miró de arriba abajo y asintió.
-Kyuhyun hijo, ¿por qué no tomas ejemplo de tu hyung? Mira que buen aspecto tiene. Deberías comer más.
-Mamá...
-En serio. A veces me preocupas. Hay días que tienes cara de muerto.
-¡Mamá!
-Vamos, pasad. Ara espera en el comedor.
Y si, allí estaba mi hermana.
-Noona.-me incliné levemente y luego me acerqué a abrazarla- ¿Cómo estás?
-Bien Kyuhyun. Hola Sungmin.-le sonrió- Hace mucho que no te veía.
-Hola noona.-se inclinó él.
Al momento apareció mi padre y me dio un abrazo. Luego también saludó a Sungmin y nos hizo sentar. Mi padre había visto pocas veces a mi novio así que se conocían poco, en cambio mi madre había venido más veces a verme. Siempre me sentía intimidado por mi padre. Aunque le debía mucho… Él no quería que yo fuera cantante, estaba totalmente en contra, pero cuando pasó lo del accidente fue quien decidió que no me hiciesen la traqueotomía… Decidió pensando en mí y no pensando en él mismo y en que podía perder a su hijo. Pero seguía sin gustarle mi profesión. Por ello me daba miedo que supiese lo mío con Sungmin.
-Veo que os va bien.-comentó tomando una taza de té.
-Sí señor. No podemos quejarnos. Aunque se nos han ido dos hyungs a la mili y uno aún está allí. Pero seguimos juntos.
-Me parece bien, aunque… Bueno, uno de los que se ha ido era el raro del grupo ¿no?-inquirió.
-¿El raro?
-Habla de Heechul…-dijo Ara.
-Oh… No es raro. Es diferente.
-Besa a los hombres en el escenario. Eso un hombre no lo hace. Menos mal que a mi hijo no se lo ha hecho. Estaría totalmente en contra.
Sungmin se puso nervioso. Había sido besado por Heechul en más de un concierto. Y encima nosotros dos… Intenté mantener la calma. Aquellos dos días iban a ser más complicados de lo que pensábamos.
-Estamos cansados… Voy a ir a enseñarle el cuarto a mi hyung y a darnos una ducha para estar listos para la cena.
-Sí. Eso, que la amiga de Ara vendrá dentro de un rato.-se metió mi madre.
-Ara, ve a ayudar a tu madre a la cocina. Tenemos invitados, ¿qué haces aquí sentada? Así no te casarás nunca. Vamos.
Siempre había sido así con mi hermana. Duro, más que conmigo. Desde niño por mucho que no le gustasen cosas que yo hiciera, terminaba cediendo y consintiéndome todo, pero a Ara la tenía algo martirizada. La había obligado a tocar el violín y siempre le exigía más de lo que la pobre ya hacía.
-Ya me ocupo yo de eso.-intervino mamá- Ara, hija, ve a tu cuarto y arréglate también.
-Pues entonces si tienes tiempo practica alguna pieza para mostrársela a nuestros invitados.-insistió.
-Sí papá.-se inclinó y se marchó.
Yo llevé a Sungmin al cuarto de invitados y cerré la puerta al entrar. Necesitaba que estuviésemos solos. Era como si necesitase respirar porque con mi padre no podía.
-Lo siento.-me disculpé.
-No pasa nada. Ya sé que es difícil de llevar…
-Puede que te sientas herido por lo que dice.
-No te preocupes Kyu.-se acercó y acarició mi mejilla- De verdad, puedo con ello.-me dio un beso lento y me olvidé hasta de mi nombre, pero nos interrumpieron picando a la puerta.
Nos separamos con rapidez y vimos aparecer a mi madre con una bandeja.
-Os traigo un tentempié. –sonrió.
-Mamá, vamos a ducharnos y todo eso.
-Bueno, por si acaso…-lo dejó sobre la mesita.
Estaba claro. Sungmin terminaría arrepintiéndose de haber insistido en venir a mi casa, y seguramente yo de haberle hecho caso. Nos habíamos metido en la boca del lobo.