Pese a la mejor organización de todos los representantes y demás sistemas de las respectivas regiones, Los nuevo ataques de los despiadados Entes seguían arrasando con todo lo que estuviera a su paso, afectando aún más las ya muy dañadas ciudades y sus habitantes.
El Campeón de Kanto, Red, junto a su gran grupo de Pokémon lidero a los demás miembros respectivos de cada Ciudad en la defensa de estas y luego de unas muy fuertes verdaderamente exigente y agotadoras batallas, lograron hacer retroceder a los entes y su destrucción con ellos. Más los pocos que lograron capturar.
En Johto, varios grupos de Guzzlord y Kartana redujeron varias de las antiguas y patrimoniales ciudades a solo escombros y cenizas, entre esas Ciudades estaban la de Malva, Ciudad Trigal y varios Pueblos como Pueblo Azalea. Los Doma Dragones de la Región, Lance y Débora poco pudieron hacer contra la colmenas de Naganadel que arrasaban con todo lo que se encontraran en su camino extinguiendo toda vida posible en su recorrido, apenas logrando retener algunos de los cientos de Naganadel para poder alejar a los civiles que no podían hacer más que ver como sus hogares y sus familias eran completamente aniquilados.
Tras unas largas horas de lucha intensa, la tranquilidad poco a poco llego a Johto pero con bajas incontables.
En Hoenn, el Campeón Máximo Peñas junto a la ayuda del Ex Campeón Bruno y Aura, ayudaron a todas las Ciudades y Pueblos dónde los Entes reaparecieron nuevamente, conteniéndolos luego de fieras peleas que inevitablemente causaron daños catastróficos he inseparables en los lugares donde aparecieron, miles de personas resultaron heridas y miles más fallecieron debido al fuerte poder de ataque de los Entes en su destrucción.
En Sinnoh, el 60% de los nuevos ataques fueron evitados por la rápida aparición de Allen y sus Pokémon en el lugar, conteniendo muy rápidamente a los Entes y entregándoselos a las autoridades, mientras que el resto de los sucesos fueron contenidos apenas por la coordinación de los Líderes, Entrenadores y Alto Mando minimizando los daños a las deterioradas Ciudades.
La respuesta de Unova a los ataques fue más favorable tras la reorganización de los activos. los Líderes, Alto Mando y la Campeona y Ex Campeón, lograron menajra un poco la situación, pero los números de los poderosos Entes representaba siempre un problema.
Un hecho muy lamentable paso en Ciudad Mayólica, puesto durante un fuerte ataque de los Ultra entes a los hermanos a cargo de los ferrocarriles y a la propia Lider Elesa se vieron acorralados por sus atacantes. Uno de ellos conocido pro poder arranzar su cabeza y arrojarla como si una bomba o una granada se tratase, y otro capaz de conducir electricidad por su cuerpo y lanzarlo pos sus tentáculos como cables.
Completamente acorralados por estos, y sin tener ya pokemon para protegerse, los hermanos y la Lider vieron como los entes lanzaron cada uno sus ataques hacia ellos lo que termino resultando en una fuerte y poderosa explosión que causo un derrumbe que les cayó encima. Aun se están buscando sus cuerpos.
También se comenta la extraña aparición de un Entrenador en uno de los pueblos más tranquilos. Él solo se bastó para calmar a los entes, haciéndolos regresar al bosque sin siquiera dañarlos o lastimarlos. Los lugareños afirma que el hombre joven solo les hablo con mucha calma y estos respondieron a eso relajándose, escuchando y siguiendo el joven hacia el bosque como si lo conocieran de toda la vida.
En Kalos, la Campeona y Alto mando de la Región se encargaron de ayudar a los Líderes y Entrenadores contra los numerosos Entes impidiendo la destrucción de sus ciudades más grandes puesto los pueblos y ciudades pequeñas ya habían sido completamente destruidas por los seres de la otra dimensión.
Grandes incendios en los numerosos bosques fueron causados por las Celesteelas en su descenso y ascenso al cielo, calcinando hectáreas y hectáreas de frondosos bosques llenando el aire de ceniza dejando sin hogar a muchos Pokémon salvajes.
Los bomberos se vieron en la necesidad de usar aviones cargados de agua para apaciguar las llamas que consumían los bosques y numerosos Pokémon para poder controlar el fuego he impedir que se esparciera más, y que había llegado a tal punto de ser incontenibles.
En la isla Akala en Alola, el volcán entro en erupción por culpa de los mucho Blacephalo que lanzaron sus cabezas al volcán reactivándolo nuevamente, amenazando toda la vida que había en la isla por las fuertes erupciones y temblores que estaba causando, seguido de las bolas en llamas que salían de dicho volcán y caían como meteoros destruyendo todo lo que se encontraban en su camino.
Evacuaciones se llevaron a cabo desde que los temblores empezaron y se vio salir mucho humo del volcán, llevándose a los refugiados a las islas adjuntas, donde la situación no era muy diferente, ya que grupos de entes peleaban con los entrenadores lugareños fieramente. Los Nihilegos tenían controlados a gran cantidad de Pokémon y Entrenadores usándolos como escudos vivientes mientras ellos seguían con su destrucción. Los que muchos describían como un borrón blanco se movía entre ciudades arrasando con cualquier cosa que estuviera al alcance de la onda sónica que la seguía de muy de cerca.
En Galar, el Campeón Lionel y los representantes de cada gimnasio hacían cuanto podían contra los numerosos invasores, quienes ya habían acabado con casi todas las ciudades. Los Kartana dividían los rascacielos como si fueran mantequilla derribándolos sobre los demás en un enorme caos y destrucción sin presentantes y superando por mucho la crisis sufrida con el ex Presidente de Galar. Buzzwhole tomaban autos como simples piedras y lo lanzaban a enormes distancias dañando severamente aquello con lo que hicieran impacto mientras los Buzzlords solo se comían cualquier cosa que estuviera a su paso, edificios, casa, autos, personas, Pokémon etc. Dejando a los poblados bastante indefensos a los próximos ataques.
La noche llego a Sinnoh en su intranquila calma, mientras las autoridades trataban de hacer un censo con respecto a cuánto daño se había causado hasta ahora y el costo que representaría para toda la Región.
En la casa de los Kurokiba, las cosas siguieron con relativa calma. Siempre alertas a las alarmas y radares mientras se distraían con cualquier método disponible para mantener los niveles de estrés bajos.
-Despierta Nina, ya terminamos.
-Hmmm... -Murmuro la mujer al escuchar la voz.
-Vamos no te puse tanta anestesia, arriba. –Comento Albedo.
-No fue mucha anestesia, debería despertar pronto y recuperarse rápido de ella.
-Darling...
-Ya la operación termino, todo salió muy bien.
Allen se encontraba junto a una somnolienta Nirvana, la cual reposaba en la camilla que el Muchacho tenía en su laboratorio.
-Ya todo termino. –Hablo él con calma al momento de quitarse los guantes de látex. –Veamos si realmente funciono.
Allen acomodo la posición de la camilla para que ella quedara sentada mientras Nirvana despertaba poco a poco.
-Cómo te sientes?
-Se siente raro... mi parpado izquierdo.
-No tuviste un ojo por bastante tiempo. Debes acostumbrarte nuevamente a la sensación, por ahora quiero que intentes abrir el ojo lentamente y me digas que puedes ver.
La mujer obedeció a la petición abriendo su ojo izquierdo dejando ver la prótesis que se la había puesto y el cómo esta enfocaba lentamente su retina.
-Darling... puedo ver... puedo ver con mi ojo izquierdo!
-Eso es buena señal, tranquila, dime exactamente, qué puedes ver?
-Todo, puedo ver todo nítidamente como con mi ojo derecho.
-Ambos ojos se enfocaron igual. No notas nadas borroso o más alejado o cercano?
-No, todo está claro y nítido, puedo ver como si fuera mi verdadero ojo.
-Entonces fue un éxito.
-Muchas gracias Darling, no tengo como pagarte por esto.
-No fue nada. Te necesito con buenos ojos, y más ahora en la situación en la que estamos un error podría ser malo.
La mujer se acercó al chico para frotarse contra su ropa mientras le sonreía.
-La anestesia debería pasar por completo en unos minutos, mientras tanto práctica tu coordinación, tu cerebro debe readaptarse a tu visión completa.
-Eso hare Darling.
Allen regreso a una de sus mesas he hizo aparecer unas pantallas llenas de información. Notando como cierta Canosa lo miraba.
-Qué? –Pregunto él sin dejar de ver la información.
-Exactamente qué eres?
-Por qué lo dices?
-Todo lo que has hecho y puedes hacer. No hay manera de que seas un ser humano corriente.
-Puede que ya no lo sea, pero aún me considero uno, ese es el punto de la humanidad.
-Oye... note que hay unas muestras de tu sangre en uno de tus archivos. No te molesta si le doy un vistazo? –Pregunto la científica mientras jugaba con su cabello.
-Adelante, la guarde solo por si acaso, fue cuando hice la muestra de Nora. Hablando de ella, lo mejor será que vaya a verla. Nina en cuanto te sientas preparada puedes subir, Mamá dijo que quería verte.
-En unos minutos iré Darling.
-Bien.
A pasos calmados el hombre de la casa regreso a la primera planta donde enseguida se encontró a su Madre trabajando en su máquina de coser mientras escuchaba Awesome Mix Vol.1 de los guardianes de la galaxia.
-Mamá qué estás haciendo?
-Le hago un mameluco a Nora!
-Un qué?
-Ella no puede andar siempre así Cielo. –Señalo la mujer a la pequeña que se encontraba frente a la gran pantalla plana de la sala mirando caricaturas mientras su cola se movía de un lado a otro. –Ella debe usar ropa y que mejor que un lindo mameluco, incluso ya sé de qué se lo hare, ay se verá tan linda!
-Haa... solo a ti se te ocurriría.
-Y cómo está Nirvana, todo salió bien?
-Sí, todo salió muy bien, en unos cuantos minutos la veras subir con su ojo nuevo.
-Que feliz debe estar, cuando se lo dijiste, no podía creérselo.
-Nadie se lo creería, si le dicen que le crearon un ojo nuevo completamente funcional. –Comento mientras se acercaba al sofá y se dejaba caer en este, siendo escuchado por la pequeña, reaccionando a eso para posarse rápidamente en sus piernas mientras lo abrazaba con cariño.
-Ay Cielo mírala, es tan mona!
-Si lo es. –Respondió acariciando la cabeza de la pequeña con cariño. –No quiero que te distraigas mucho con eso. No sabemos en qué momento tendremos que salir todos otra vez.
-Es solo para pasar el rato Cielo. Sabes lo rápida que Mamá es con la costura, ya casi voy por la mitad. Además quiero creer que las cosas van a mejorar un poco sabes, las noticias han sido un poco más favorables desde que todos se reorganizaron todos, y se las están arreglando para ahuyentar a los Entes.
-Hemos sufrido demasiadas perdidas en el proceso... -Comento Allen haciendo un gesto para que una pantalla apareciera frente a él, en la cual aparecía la noticia de la Líder de Gimnasio que había caído durante los ataques.
-Cielo sabes que eso no fue tu culpa.
-... Igual siento que pude haber hecho algo. –Respondió él en contemplación. –Hace nada pasamos una mañana bastante entretenida, y de un momento a otro pasa esto...
-Son cosas que pasan Cielo, en la vida todo es impredecible. Pero sé que pronto podremos darle un paro a los Entes.
-No son esos Entes los que me preocupan, hay otros tres que aún no han aparecido, dos de ellos pueden acabar con una Región entera si quieran, pero el ultimo es el que más me perturba.
-Tan peligroso es?
-No hay mucha información de él, eso nos pone en desventaja. No sabría bien como tratarlo, y por esa misma razón es que debemos estar muy pendientes de lo que pase a partir de ahora.
Dicho esto varias de las alarmas comenzaron a sonar por la casa, seguido del como un holograma aparecía frente a Allen mostrándole lo que ocurría.
-Sr. dos grandes fuentes de energía han salido del Ultra Umbral, son mucho mayores que las ya registradas.
-Dónde?
-Ambas se dirigen a la Región de Galar Sr.
-Andando.
Mientras tanto, en Ciudad Artejo, Galar. La situación era mucho más que deplorable. Los insistentes ataques de los múltiples y numerosos Ultra-entes, llevaron la Ciudad al borde de la destrucción total. Incendios por todas partes, explosiones y derrumbes eran apreciables desde la distancia, mientras la poca gente que quedaba corría por su vida huyendo de los causantes de todo.
En una de las calles llenas de escombros, autos destruidos he incendios, un grupo huía de un gran Buzzwhole siendo acorralados lentamente por este.
-Ya debilito a todos nuestros Pokémon.
-Es demasiado fuerte, no hay manera de que podamos acabarlo.
-Tienes que irte de aquí jefa, nosotros te haremos tiempo!
-Pero!
-No hay tiempo, tienes que correr, esa cosa pronto nos va a alcanzar!
Sin poder hacer más. La chica que estaba en el grupo sujeto con fuerza en sus brazos a su pequeño Pokémon roedor y comenzó su carrera lejos de sus protectores, mientras escuchaba los gritos de agonía y sufrimiento de estos, al ser las siguientes victimas del gran y peligroso Ultra-ente.
Sus rápidos pasos se escuchaban en las silenciosas calles, al igual que su jadeante respiración debido al esfuerzo que llevaba al huir de ese lugar, pero su escape prontamente fue detenido por la repentina aparición del Ente frente a ella al caer con mucha pesadez mientras posaba su completa atención sobre su siguiente víctima.
-Aléjate de nosotras!
En un intento de defender a su Entrenadora, la pequeña Pokémon en sus brazos se llenó de coraje y salto hacia el Ultra-ente para atacarlo, siendo recibida por un brutal derechazo en todo su cuerpo, enviándola a volar hacia un muro como si de una pelota de goma se tratar, seguido de que el seco impacto se escuchara en dicha pared seguido del como caía al suelo como si ya no tuviera vida.
-Morpeko!
Ignorando al Buzzwhole, ella corrió hacia su pequeña Pokémon para ver como estaba. Esta yacía en el suelo respirando dificultosamente mientras de su boca salía gran cantidad de sangre.
La chica al ver eso se desesperó a tal punto que su cuerpo comenzó a temblar sin control por no saber qué hacer por su Pokémon y tras escuchar los pasos del Ente detrás de ellos, se giró como pudo encarándolo y notando como en sus gruesos brazos traía un auto mientras la miraba.
Sin mucho esfuerzo el gran Ente lanzo el auto con fuerza hacia arriba para que esté callera sobre la chica y el Pokémon aplastándolos con su peso.
Ella solo vio eso y cerro sus ojos esperando el final, el cual nunca llego. En su lugar, escucho el como como algo era dividido rápidamente y el fuerte impacto de 2 piezas metálicas al suelo.
-Estás bien?
Esa pregunta la desconcertó, en cuanto abrió sus ojos vio a quien estaba frente a ella. Una figura negra como la noche que le daba la espalda, su brazo derecho parecía una gran hoja de plasma azul que lentamente se apagaba y regresaba a ser el brazo de un humano. Sus temblorosos ojos enfocaron sus alrededores, notando las 2 mitades del auto que iba a aplastarla y el cómo estos tenían un gran y derretido corte que aún se enfriaba y humeaba.
-Chica, te encuentras bien, te lastimo o algo?
La nueva pregunta la hizo respingarse y fijarse en quien estaba frente a ella, pero sin poder articular ninguna palabras, solo asintió temblorosamente, siendo vista de reojo por el enmascarado.
-Espera un momento por favor, esto acabara rápido.
Sin miedo alguno al gran Buzzwhole, la figura solo se quedó allí mirando como éste embestía contra su persona.
-Diane.
Cual disparo de un tanque pesado. Una patada repentina apareció he impacto sobre la cabeza del gran Ente enviándolo a volar varios metros y caer destruyendo el ya muy deteriorado suelo dejándolo completamente fuera.
-Esa es mi Diane. Ve con los demás, ayuda a los heridos.
La gran coneja asintió y en su estado mega que la hacía lucir aún más grande de lo que ya estaba, dio un enorme salto para perderse entre los edificios, dejando a los presentes solos. Zen-Aku se giró para ver a la chica que estaba detrás de él y un poco más atrás de ella, una Pokémon gravemente herida y eso fue lo que llamo su atención.
-Está muy mal...
-Sálvala... por favor...
-Hare lo que pueda, pero en este lugar no puedo atenderlo como se debe. Siila.
-Aún faltan veinte minutos antes de que lleguen a la Ciudad.
-Tenemos una oportunidad.
Rápidamente Zen-Aku rodeo a la chica y a la Pokémon con su vestimenta desapareciendo con ambos instantáneamente, reapareciendo en una cueva cercana a la ciudad, donde todo estaba mucho más en calma. Sin perder tiempo, saco de entre sus ropas todo lo que necesitaba para atender a la pequeña, mientras su máscara se retiraba, más su capucha no.
-Tiene un 60% de los huesos rotos, varios de sus órganos están dañados y perforados, el que esté viva es algo ilógico.
-No...
-Serene! –Llamo él, provocando que una Pokémon apareciera de la nada mientras lo miraba.
-(Me llamo?)
-Usa tu pulso cura con esta Pokémon mientras yo trabajo, se nos puede ir en cualquier momento.
-(Enseguida.)
La chica se mantuvo mirando a su Pokémon y a quien lo entendía, mientras el encapuchado trabajaba aplicándole con cuidado varias inyecciones con medidas milimétricas para su tratamiento, con cada una de ellas, la pequeña roedor se veía más estable aún más gracias a la constante onda sanadora de la Gran Pokémon Silencio.
-Ya terminamos, con eso se recuperara.
-D-De verdad?!
-Ella estará bien, solo debe descansar un poco. Le induje un pequeño coma mientras las medicinas hace su efecto, sino sentiría mucho dolor, despertara en unos minutos completamente recuperada, pero no debe hacer esfuerzos grandes por un tiempo.
-M-Muchas gracias... yo... yo no sé cómo agradecerte esto...
-No debes agradecer nada. –Respondió el encapuchado levantándose para acariciar un poco el sombrero de su Hatterene haciendo que ella sonriera. –Espera aquí un momento.
A pasos tranquilos camino hasta la entrada a la cueva para ver la ciudad a la distancia. Como los incendios mantenían iluminado todo y el cielo lleno de humo.
-Sr. Se están aproximando, están a unos quince minutos.
-Avísame en cuanto estén en el perímetro.
-Por supuesto.
-Tú eres él, el sujeto qué aparece en las noticias?
-Supongo que sí.
-No creí que fueras real... creí que eras solo un cuento.
-Muchos dudan de la realidad hasta que la tienen frente a sus ojos. La realidad que todos estamos enfrentado ahora es muy dura.
-Me llamo Marnie... -Agrego ella mirando parte de la cara del chico debido al brillo que venía de afuera. –Eres humano...
-Dicen que no lo soy?
-Muchos dicen que eres un Pokémon o una especie de espíritu, por todo lo que eres capaz de hacer.
-Supongo que es la expectativa, pero es cierto, dividir un auto a la mitad no es algo que se pueda hacer normalmente. –Comento para sonreír un poco, cosa que ella noto.
-Hasta puedes sonreír... –Hablo ella con un tono apagado. –Yo no puedo hacerlo, no sé cómo.
-Todos podemos sonreír. Es un instinto que está en nosotros desde que nacemos. Incluso las personas ciegas de nacimiento, instintivamente sonríen cuando están felices. –Aclaro él mientras se giraba un poco hacia ella y se inclinaba para poder verla de frente. –Solo falta una razón genuina para hacerlo, cuando la encuentres y sin darte cuenta esa sonrisa saldrá.
Ella se perdió en los brillantes ojos que podía distinguir en la oscuridad hasta que escucho el gruñido de cierto Pokémon, y al ver en esa dirección, el pequeño venía siendo sostenido por la mano de Hatterene.
-(Esta chiquitín despertó.)
La Pokémon lo entrego a su entrenadora, y ella con cuidado la abrazo, y está a ella.
-Morpeko gracias a Arceus que estás bien... no sabía qué hacer si te perdiera...
-Cuídala bien. Debe descansar mucho, para ti pequeña ten esto. Escuche por allí que comes mucho. –Comento el encapuchado dándole un Pokécubo a la pequeña la cual solo devoro rápidamente para quedar satisfecha de golpe mientras sonreía. –Se repondrá pronto.
-Sr. Se están acercando a la Ciudad, están en el perímetro.
-Quédense aquí. Serene los cuidara, regresare en cuanto pueda, puede que Kanna y Hela traigan más heridos, Serene.
-(No debes preocuparte, cuidare a la niña y a los demás.)
-Gracias.
Sin más, la figura desapareció en un borrón negro, mientras la chica miraba a la luna creciente en el cielo y sus labios lentamente dibujaban una linda sonrisa.
2 Entes se acercaban a esa Ciudad rápidamente, uno de ellos volaba hermosamente en el cielo estrellado, mientras el brillo tenue de la luna se refleja en su cuerpo y el otro corría ágilmente por el bosque iluminando todo el camino con su cuerpo. En cuanto el volador estuvo sobre esta, comenzó a cargar uno de sus ataques, enfocado en un grupo de personas y Pokémon que huían, mirándolos con sus brillantes ojos rojos, pero antes de que pudiera lanzarlo, un poderoso rugido lo detuvo y solo alcanzo a ver el denso brillo que impacto contra su cuerpo cual meteoro, enterrándolo poderosamente sobre la superficie de la ciudad en un cráter de más de un metro.
-Prometeo no dejes que ataquen a los heridos. –Hablo el Entrenador mientras sus ojos resplandecían como los del Pokémon mismo y este asentía. –Ya los refuerzos vienen. Ganemos tiempo, sé que tú puedes contra Solgaleo y Lunala.
El Heraldo de la Luna se levantó forzadamente del suelo mientras miraba al Pokémon que la había derribado con enfado, en respuesta a eso, Prometeo rugió con tal fuerza que el suelo mismo tembló y los tentáculos de su espalda se enterraron en su reactor activándolo.
-Enseñémosle a la Luna y el Sol lo que una Supernova puede hacer.
Una gran explosión de energía hizo a la Ente rodar por el suelo seguido de que el propio Pokémon la tomara del cuello y en su muy bajo vuelo la arrastrara y enterrara en el asfalto mientras avanzaba unos 60 metros finalmente lanzándola a lo que quedaba de un edificio, para que en su boca se cargaba un gran ataque que lanzo sin medirse.
-Estás emocionado Prometeo.
Una gran explosión fue lo que resulto del ataque, tan grande que del edificio no quedo más que un cráter. Pero de la nube de polvo la gran Ente de la luna se elevó he intento huir.
-No la sigas, ocúpate del otro. Para ella tengo otros planes.
El Dragón asintió y solo se giró centrando en su vista el gran león blanco que lo veía desde lo alto de un edificio. Sin demora solo rugió con poderío antes de lanzarse al camino y correr con fuerza hasta Kyurem.
-Es hora de calmar al gatito, Prometeo Ariete Ígneo.
El brazo derecho del Pokémon se llenó de llamas rápida he intensamente taclear al Ente del cuello, elevarlo y hacerlo caer sobre su espalda con absurda fuerza en el suelo en una explosión de llamas.
-Él no sabe medirse... ahora entiendo porque Mamá dice que Prometeo se parece a mí.
Como si no le pesara nada Kyurem volvió a levantar al Ente para arrojarlo lejos de él.
Solgaleo rugió con rabia y lleno su cuerpo de una densa energía y con mucha velocidad embestir nuevamente contra el Dragón Original.
-Ese debe ser su Meteoimpacto.
Prometeo solo se quedó allí y lo espero para simplemente detenerlo con sus patas siendo arrastrado unos centímetros sin siquiera herir o lastimar de alguna manera al gran Dragón.
-Prometeo terminemos esto antes de que decida huir como Lunala lo hizo. Usa Llamarada Estelar.
El reactor del Pokémon brillo con mucha intensidad a medida que un fuerte ruido salía de este. Toda la energía que creo regreso a su cuerpo y subió a su boca en un inmenso ataque de fuego que consumió por completo al Ente por varios segundos, seguido de ver cómo había derretido toda la calle y edificios en un radio de 100 metros planos.
-Ahora si te contuviste eh?
Solgaleo yacía inconsciente a varios metros de Kyurem mientras a su alrededor se podía ver como el suelo al rojo vivo comenzaba lentamente a enfriarse y su cuerpo se movía un poco por los reflejos contra el calor.
Anunciando su victoria el gran dragón rugió con fuerza al cielo haciendo un sonoro eco en el lugar.
-Creo que ya terminamos aquí. Bien hecho Prometeo, vamos a ver cómo le va a Skyrex. Las autoridades ya están cerca, no tardaran en conseguir a Solgaleo y contenerlo para regresarlo junto a los otros.
El Dragón se elevó y su Entrenador salto ágilmente a su espalda perdiéndose ambos rápidamente en el firmamento.
-Sr. Los oficiales ya llegaron a la ciudad, no tardaran en encontrar a Solgaleo.
-Albedo quiero que estés al tanto de las comunicaciones entre los presentes, no queremos que alguien decida hacer otra cosa con Solgaleo que regresarlo a su hogar.
-Entendido, aunque sabiendo que Zen-Aku anda por allí hay que tener bolas o unos buenos ovarios para hacerlo.
En su intento de escape Lunala fue interceptada por Yveltal quien solo la tomo con sus patas y uso su poder para tomar la vida de la misma hasta dejarla fuera de combate mas no matarla.
-Bien hecho Skyrex, creo que ya terminamos aquí.
-Los entes empezaron a retirarse al sentir las energías de Lunala y Solgaleo, y creo que tu Yveltal y Kyurem ayudaron también a eso, las autoridades ya están ayudando a los heridos, hay muchos, demasiados tal vez, dudo que el pueblo se recupere de esto. –Comento la Canosa al ver toda la información en línea.
-No siempre se puede ganar, pero al menos las mayores amenazas están fuera. –Comento Arisa mientras sobrevolaba Alola con su Reshiram.
-Aun no. Aún falta el más peligroso de todos, por suerte no ha dado señales de que vaya a aparecer. Tengo a todos mis Pokémon regados por varios lugares para minimizar lo más posible los daños, pero aun así se dan poco abasto. Y tampoco puedo dejar la casa sola.
-Hasta no cerrar esos portales, todos estaremos en un constante peligro.
-Eso es lo que debemos averiguar. Cómo te va Aurora?
-Estoy bien, Zekrom me está ayudando mucho aquí, la cosa esta muy fea, casi no queda a quien salvar por aquí, no puedo creer el daño que estos Entes hicieron.
-Algunos prefirieron seguir su propio ritmo y no ayudarse entre sí, y ese fue el resultado.
-Uno bastante desastroso.
Minutos después el Entrenador apareció junto a sus Pokémon frente a la cueva donde había dejado a la chica, solo para ver que sus Gardevoirs habían traído a más de 100 personas que se encontraban ayudándose entre sí misma.
-Bien hecho a las tres, estoy orgulloso.
-(Gracias Entrenador/Maestro.)
-(Todos están muy nerviosos y asustados, la pequeña no supo que hacer.)
-Entiendo. Prometeo amigo haz una bengala muy grande, atrae a las autoridades aquí, tenemos muchos heridos.
Su amigo asintió y con facilidad entre sus patas creo una gran esfera de luz que simplemente lanzo al cielo para que esta brillara como un sol en miniatura.
El encapuchado entro a la cueva encontrándose rápidamente con la pequeña que recién había ayudado sosteniendo a su durmiente Pokémon, ella al verlo se levantó y acerco a él para hablarle.
-Hay mucho heridos, no supe que hacer.
-Tranquila, yo me hago cargo. Las autoridades ya vienen para acá –Hablo en voz alta a todos los presentes, llamando su atención. –Necesito saber quiénes con los más heridos para aplicarles primeros auxilios, los que aun pueda caminar y moverse, ayuden a los que no, debemos tratar primero a los más críticos, quedo claro?
-Si!
Las autoridades no tardaron en llegar al lugar y atender a los heridos, quienes explicaron lo que paso y quien los había salvado. En la ciudad la policía internacional llegó al área y enseguida se encontraron con numerosos Entes derrotados incluyendo a los 2 más resaltantes.
-Cómo le hizo para hacer todo esto él solo!?
-Aún a estas alturas te preguntas eso!
-Agente Eddie, Lucas no pierdan el tiempo, debemos llevar a Solgaleo y Lunala a la base, no podemos simplemente dejarlos aquí, a trabajar.
-Si Sr!
Mientras todo eso pasaba en Galar, en Sinnoh, las cosas parecían ir mas tranquilamente, o así fue, hasta que de un gran portal se abrió en las cercanías de Ciudad Jubileo, apareciendo así una incontable colmena de Naganadel y su reina quien con un solo rugido dio la señal a todos sus súbditos quienes no perdieron el tiempo en empezar arrasar por completo la Ciudad.
En cuestión de minutos Jubileo ardía y llamas y todo se volvió un caos, y en medio de ese caos y llamas, los Entrenadores trataban de defender su ciudad, incluyendo a 2 conocidas de Allen.
-Son demasiados Megumi, es imposible pararlos, si derribamos uno, cinco más los reemplazan, esto no se acaba nunca.
-No podemos rendirnos Jessica, no dejaremos que destruyan la ciudad!
Poco a poco los Naganadel las fueron rodeando hasta un punto donde aparecían del cualquier lugar de entre las llamas que habían rodeado todo el lugar donde las chicas estaban, y uno de esos lugares de a las espaldas de Megumi quien no vio venir al violento Ente volar rápidamente hacia ella preparando su aguijón para atacar.
Jessica fue la que pudo reaccionar a esas acciones y sabiendo que Megumi no podría esquivarlo a tiempo, su cuerpo se movió solo y por reflejo.
-Megumi Cuidado!
Eso fue lo que pudo escuchar la chica antes de que algo la empujara con mucha fuerza alejándola del lugar y derribándola al mismo tiempo.
-Auch... qué fue lo que paso? –Se preguntó al ponerse de pie. –Jessica?
-Hasta... Hasta cuando voy a tener que estar cuidándote la espalda...?
Al escuchar la voz de su amiga Megumi se giró a verla, pero al hacerlo, lo que se encontró cambaría su vida por completo desde ese momento y para siempre.
Jessica yacía de pie pero no sostenida por sus piernas, puesto del pecho un enorme aguijón salía, lleno de su sangre la cual goteaba incesantemente y la chica miraba con la boca ensangrentada y los ojos llorosos a su amiga.
-J-Jessica... Jessica...
-No me veas así... -Pidió la chica haciendo su mejor esfuerzo por no desvanecerse. -No quiero que eso sea lo último que vea... Megumi. Se feliz por las dos, fuiste una gran amiga...gracias...
Pese a todo, Jessica le sonrió a su mejor amiga antes de dar su último respiro y frente a Megumi dar su último aliento, muriendo aún empalada por el gran Ente. Quien al verla ya inmóvil, cargo en sus otros dos aguijones un hiperrayo con el cual vaporizo por completo lo que quedaba del cuerpo de ya la muerta chica, todo eso frente a Megumi cuya conmoción para ese momento la había dejado completamente inmóvil y obligada a caer de rodillas.
-Jessica...
Sus aun absortos ojos brillaron por las lágrimas que prontamente empezaron a salir con mucha abundancia sin cambiar mucho su expresión.
-JESSICAAAAAAAA!!!!!!!
El grito desgarrador se escuchó en todo el lugar lo que solo atrajo la atención de la colmena de Naganadel hacia ella.
Incapaz de hacer otra cosa que no fuera llorar y gritar con lamento, el lamento de Megumi hizo eco en su aura, y eso fue sentido por alguien que estaba muy lejos de allí.
Allen quien estaba al lado de su Kyurem sintió algo diferente en alguna parte, algo en él le aviso que algo muy malo había ocurrido, y tal fue la emoción que sintió, que se vio sometido por un fuerte mareo, que de no ser por Kyurem que lo tomo con su pata, fuera caído de rodillas.
-Algo... Algo ocurrió... -Murmuro el Muchacho mientras sus ojos resplandecían como la propia luna pero en ese momento uno de ellos se tiño de negro por completo seguido de que un aro rojo incandescente se formara.
Cerca de Megumi la tierra se ennegreció y de esta una sombra se asomó, una sombra con ojos rojos que poco a poco la fue abandonando hasta que Giratina en su forma terrenal hizo acto de presencia por completo en el área y con un rugido ensordecedor atrajo la atención de los Naganadel para sin más empezar a acabar con ellos con la incontrolable fuerza del Pokémon Renegado.
Megumi se mantuvo estática en ese lugar por varios minutos, cerca de ella caían los Naganadel inconscientes por los ataques de Giratina.
Al alzar la vista, sus ojos estaban vacíos y sin vida, y casi robóticamente se puso de pie, y con una única PokéBall en sus manos comenzó a caminar cada vez más adentro de rodo el colmenar de los Entes hasta que entre todos ellos resalto uno que era mucho mayor en todas las características posibles.
Sus ojos vacíos enfocaron únicamente a ese Ente y con fuerza lanzo su PokéBall al aire, para que su Lycanroc apareciera ya en el aire directamente a atacar a la Reina.
Contra todo pronóstico y probabilidad debido al daño y el estado mental de la chica, con su Pokémon logro derribar y herir al Gran ente cayendo con mucha fuerza en el destrozado suelo de la ciudad, casi completamente inmóvil.
Megumi regreso a su Pokémon en silencio, y sus pies comenzaron a llevarla directamente hasta la Ente, pero no sin antes agarrar de todos los escombros que había por doquier, un tubo de acero partido de tal forma que dejo una muy filosa y puntiaguda punta en uno de sus lados, y así, arrastrando el tubo Megumi trepo al cuerpo de la gran ente y avanzo hasta estar cara a cara con ella, mirándose las 2 fijamente mientras la chica levantaba el tubo con el único propósito de atravesarle la cabeza con él.
Al tenerlo lo suficientemente alto la chica lo apretó fuerte con sus manos antes de dejarlo caer, pero un gruñido la detuvo, y solo pudo ver como un Poipole se interpuso entre ella y su reina en un intento de defenderla, y no solo fue uno, varios de ellos aparecieron con el único propósito de usar sus cuerpos como escudo si era necesario para defender y salvar a su Reina.
Las manos de Megumi temblaron al ver eso hasta dejar ir el tubo lejos de ellos.
Sus ojos al ver los alrededores notaron la EnteBall que yacía en las muertas y calcinadas manos de un sujeto cercano por lo que salto del cuerpo del Naganadel y se acercó para tomarla de las carbonizadas manos destrozando los dedos en el proceso, y sin más verla con sus vacíos ojos seguido de lanzarla a la reina de los entes atrapándola dentro de esta.
La lluvia llego en un intento de calmar las llamas que consumían la ciudad, lo que solo acompaño a Megumi en su estado.
La esfera vibro varias veces antes de finalmente brillar en lo que la chica se acercaba a ella y la tomaba para quedársele viendo en lo que nuevamente las lágrimas brotaban sin reparo alguno de sus ojos y sin poder contenerlo más explotar en un muy fuerte llanto de dolor y tristeza en el que termino arrodillada golpeando el suelo con una de sus manos mientras que con la otra sostenía fuertemente la EnteBall.
Sin su Reina los Naganadel se dispersaron rápidamente dejando la ciudad luego del caos que causaron como si nada hubiese pasado. Giratina al ver eso solo sobrevoló un poco hasta dar con la chica y quedársele mirando un tiempo lo que permitió que una persona lejos de allí pudiera ver lo mismo que él. Y esa persona en estos momentos se encontraba mirando a la nada mientras uno de sus ojos resplandecía como la Luna y el otro era una penumbra en la que parte de un circulo ardía con fuerzas.
-Vas a pagar por todo lo que hiciste maldito... -Fue lo que pudo articular antes de apretar sus puños con suma fuerza.
Actualizado el 04/05/2022.