-(Todo esta oscuro y frío...) -Pensó Aurora al ser consiente de si misma. –(Así se siente estar muerta? Pensé que se sentiría diferente... tenía la esperanza de ver a mi Madre...
Lo único que la rodeaba en todas direcciones, era un oscura nada, pero contrario de entrar en pánico, Aurora acepto su muerte con tranquilidad, solo dejándose llevar, pero eso duro poco.
-(qué es esto...) –Se preguntó al sentir un suave y cálido toque sobre su mejilla y su frente. – (Se siente cálido y reconfortante, se siente bien...)
Su conciencia regreso lo suficiente permitiéndole abrir los ojos, percatándose de que se encontraba acostada en una cálida cama en una habitación iluminada.
-Dónde... dónde estoy?
-Despertaste.
Al escuchar la voz diferente, giro su vista para ver a la figura sentada a su lado, sin la máscara, solo la gran capucha sombreaba perfectamente su rostro.
-Dónde estoy?
-Para resumirlo, estas en un cuarto en el centro Pokémon. De desmayaste por el dolor y la pérdida de sangre.
-Por qué me salvaste?
-No encontré razones para dejarte morir.
-... No ganabas nada con dejarme viva, soy solo una ladrona oportunista, no soy nadie, solo una simple ladrona.
-Todos tenemos la oportunidad de redimirnos. Te salve la vida por esa misma razón. Puede que te veas a ti misma como una simple ladrona callejera, pero puedes llegar a ser mucho más que eso, si es lo que en verdad quieres.
-...
Al escuchar esas palabras, ella miro fijamente a la figura que le hablaba.
-Todos merecen una segunda oportunidad, eres joven, no te des por vencida tan rápido.
La chica trato de moverse pero un fuerte dolor en su costado se lo impidió.
-Joder duele!
-No hagas movimientos bruscos, el cuchillo perforo muy profundo pero por suerte no toco nada vital, ya te sature la herida y te puse vendas, aunque el dolor estará por un tiempo, así que muévete con calma y respira despacio. –Indico la figura al retirarse la capucha, dejando su rostro libre.
Al ver la cara detrás el encapuchado, los ojos de la chica se abrieron como platos.
-Tú eres...
-Mantente recostada, debes reposar para reponerte solo así esa herida podrá sanar.
La chica obedeció a eso relajándose en la cama hasta percatarse de que poda sentir la suavidad y calidez de las mantas con todo su cuerpo incluyendo sus partes más sensibles.
-D-Dónde está mi ropa, acaso me viste desnuda, Aprovechado!?
-Tu ropa estaba empapada de sangre y agua, tuvimos que ponerla a lavarla, mi Gardevoir es hembra. –Señalo Allen a su Pokémon, la cual traía una pequeña charola con agua fría. –Fue ella quien te desvistió, luego de que le atendía a tu herida y te la sature, no vi nada.
-Ya veo...
-Permanece tranquila, yo me iré a cambiar.
La chica vio de primera mano, como el muchacho se levantó y desapareció por la puerta del baño, seguido de parecer poco después con un cambio de ropa diferente.
-Kanna, cuídala por mí, iré a buscar la comida de todos, justo ahora, necesita comer bastante para que su cuerpo tenga fuerzas para poder reponerse.
-(Entendido Entrenador, le avisare cualquier cosa que pase.) –Comento la Gardevoir al sentarse al Aldo de la chica, y con cuidado pasar un trapo por sobre su frente.
El joven se fue, lo que dejo que la chica se relajara un poco más y revisara con más detenimiento la habitación donde estaba.
-(Sus Pokémon se ven fuertes.)
Yggdrasil y Aarón estaban hablando en su idioma en lo que Miia los escuchaba, mientras Kanna se mantenía cerca de ella con una calma muy notable.
-Oye... tu Entrenador se llama Allen Kurokiba verdad?
Ante la pregunta, la tipo Psíquico/hada solo asintió y sonrió.
-(El campeón de Sinnoh es el encapuchado que aparece en las noticias, pero por qué alguien como él me ayudaría a mí?)
Aurora permaneció metida en sus ideas por un largo rato, lo suficientemente largo, para no notar el regreso de Allen y como se posaba a su lado.
-Tienes hambre?
-No...
Contradiciéndola completamente, su estómago dio su opinión gruñendo con gran fuerza.
-Me parece que eso es un rotundo Sí. Adelante come lo que quieras. –Hablo con calma al momento de colocar una charola sobre la cama. –Así te recuperaras más rápido, tienes una herida considerable, tienes que comer adecuadamente para que puedas de verdad reponerte.
Al ver toda la comida que había en la charola, la chica no pudo evitar sorprenderse aparte de tragar el exceso de saliva que se había generado en su boca producto del hambre.
-... Puedo comerlo todo?
-Lo traje para ti.
Con algo de duda se acomodó para comer pero su desnudes y el dolor de su costado presentaron un problema al momento de sentarse.
-Ten, te quedara grande pero, así estarás más cómoda. –Ofreció Allen al sacar una de sus camisetas de entre sus cosas ofreciéndosela a ella.
En cuanto Aurora la tomó, él se giró y poso su atención en su sonriente Gardevoir quien comía gustosamente su cena, y al sentir las caricias de Allen en su cabeza solo hicieron más disfrutable ese sentimiento.
-Ya puedes ver, ya me puse la camiseta.
-El que puedas mover los brazos hasta ese punto dice que la herida si tienes cuidado no se abrirá. Pero vamos, come, te aseguro de que la comida está muy buena.
El chico la dejo para no incomodarla en lo que le atendía a sus Pokémon en su comida, todos comían gustosamente junto a su Entrenador.
La chica al dar el primer bocado, pudo sentir enseguida todos esos sabores en su boca, lo que solo la alentó a comer más.
-Está muy deliciosa.
-Te lo dije.
Con ánimos la chica comió casi todo lo que el Entrenador le había puesto en la charola, hasta el punto de no poder ni con un solo bocado más.
-Estoy muy llena... -Quejo al momento de dejar u pequeño eructo disimulado. –No recuerdo la última vez que comí tanto.
-Ahora descansa, si en algún momento sientes la necesidad de ir al baño, avísame, te llevare hasta la puerta y esperare a que salgas.
-No soy una minusválida, puedo hacerlo yo sola.
-Estas herida, si no tienes cuidado, podrías reabrirte la herida, lo que sería muy malo, no temas pedir ayuda o depender de alguien, nadie aquí es tu enemigo, ya no estás solo por tu cuenta, no tienes por qué estar a la defensiva siempre.
-...
Sin responder nada, la chica solo se acomodó con cuidado en la cama y e arropo para intentar dormir, pero muy claramente por su mente estaban pasando otras cosas.
-(Por qué me salvo? Qué es lo que planea hacer conmigo?)
Esas preguntas rondaban la mente de la chica, en lo que discretamente veía la serena cara del joven cerca de ella, hasta que el cansancio le gano provocando que sus peculiares ojos se cerraran para quedarse dormida.
-Parece que por fin se rindió. –Susurro al notar que la chica había conseguido el sueño profundo. –Creí que estaría más alerta, pero debió estar cansada, hoy seguro fue un día diferente para ella.
Cerca de ella, con cuidado Allen reviso su cara notando algunas cosas.
-Tiene las cejas partidas y con cicatrices, debió aprender a cuidarse sola desde joven en la calle, usando los golpes como medio de persuasión y para ganarse el respeto de la gente que la rodeaba. –Susurro para sí mismo para luego tomar una de sus manos. –Tiene callosidades de boxeador... esta chica ha peleado desde hace ya un gran tiempo, tuvo que aprender de mala manera, eso la llevo a saber cómo lidiar con alguien, casi consigue darme hoy, aunque ella ahora no lo sepa. Su cuerpo tiene una musculatura desarrollada, brazos, piernas y el abdomen, su vida la mantiene en movimiento, y eso su vez la ejercitó, dejando de lado sus ojos heterocromaticos. Es una chica bastante resaltante de la media.
-(Entrenador, qué hará con ella?)
-Supongo que enseñarle que aún no debe rendirse, esta vida tiene muchas experiencias buenas que darle.
-(La llevara con usted?)
-Así es, ya no se puede quedar en este lugar, y quiero enseñarle que hay otras cosas que puede hacer a parte e robar carteras.
-(Vio algo en ella cierto Entrenador?)
-He! Tanto se nota?
Ante la pegunta su Pokémon sonrió con algo de gracia para responder.
-(Lo conozco muy bien Entrenador, tanto como para saber, que no la trajo aquí solo porque si, vio algo en ella que le llamo la atención.)
-Es cierto. Ella me recordó un poco a mí, cuando vis sus ojos por primera vez, fue como verme a mi luego de perder a mi Padre, de no tener a mi Madre entonces, quizás hubiera terminado como ella Kanna.
-(Pero no fue así y por eso es que lo admiro tanto Entrenador.)
-Gracias Kanna, solo espero no haber hecho algo indebido.
-(Ya vera que no será así.)
-Es hora de descansar todos, pero no sé dónde dormirás Kanna.
-(Descuide, Miia puede hacerme un asiento con su cuerpo, allí dormiré bien.)
-Segura?
-(No se preocupe.)
-De acuerdo, solo será por hoy lo prometo.
-(El que debe descansar es usted Entrenador.)
-Ya voy a eso.
Tiempo después, con todos sus Pokémon descansando, Allen revisaba sus armas para asegurarse de que estuvieran bien.
-Listo, ya termine, lidiar con la sangre sigue siendo un problema, tendré que buscar una manera de que no se filtre a los engranajes. Veamos qué puedo hacer por el casco de la motocicleta.
Usando lo que compro ese día para mejorar la lente del casco, luego de un buen rato de trabajar meticulosamente consiguió terminar todo lo que necesitaba.
-Quedo bien, pero no lo sabré con certeza hasta mañana, lo mejor será descansar.
Con un último vistazo a la chica, noto que esta estaba bastante sudada, por lo que le seco la cara con un pañuelo húmedo para limpiarla.
-La leve fiebre que tenía ya paso, está fuera de peligro, si contraía una infección era muy poco lo que iba a poder hacer por mi cuenta, por suerte o fue así, solo debe descansar y dormir.
Sin más que hacer, Allen se acomodó en su silla con los pies sobre la mesa tratando de conseguir algo de comodidad para poder dormir.
La noche avanzo y su sueño fue perturbado por unos quejidos, al ver en la oscuridad con sus plateados ojos, pude ver como la chica se movía y hacía gestos con la cara.
-Está teniendo una pesadilla...
En silencio se levantó y se acercó a ella para posar con cuidado su mano en la frente de ella.
-Veamos si funciona.
La palma de su mano dejo salir un tenue brillo, que enseguida se esparció un poco en los cabellos de la chica, esta poco a poco empezó a respirar con tranquilidad, y su expresión se normalizo para regresar a su sueño normal.
-Así está mejor.
Tras mirarlas por unos minutos más para asegurarse de que estaba descansando, regreso a su lugar para el también hacerlo.
El tiempo avanzo dando a conocer el nuevo amanecer.
-Porque justo en los ojos...
Debido al lugar donde estaba sentado, la luz del sol entrando por la ventana le dio justo en la cara para encandilarlo.
-Debo prepararme para salir.
Sin perder más tiempo fue el baño para darse una buena ducha antes de vestirse con sus nuevas adquisiciones, ya que para la gabardina compro otras prendas individuales para darle más presencia.
-Me queda bien, creo que a Mamá le gustaría este diseño, pero bien, debo salir temprano hoy, si quiero rendir el camino.
Ya listo, salió para ver que sus Pokémon también estaban alertas y esperando por él.
-Parece que solo a alguien se le pegaron las sabanas.
Todos posaron su mirada en la chica que dormida plácidamente en la cama, desde hace rato haba estado moviéndose más en busca de comodidad.
-Sera mejor despertarla con cuidado, no sabemos qué tipo de reacción pueda tener. –Murmuro al acercarse a la cama. –Arriba. Ya amaneció.
-... mmm... qué paso...? –Gruño la chica al abrir los ojos de mala gana hasta encontrarse con los de Allen.
-Ya es casi hora de irnos, quieres bañarte antes de salir, anoche sudaste mucho por la fiebre, tu ropa esta seca y esperándote.
-Supongo que si... me siento pegajosa.
-Aquí te esperamos.
Con cuidado la chica busco ponerse de pie por sí sola, y pese a las pequeñas molestias que venían de su herida, consiguió hacerlo, solo para percatarse que la camiseta que llevaba solo cubría lo justo y necesario después de su cintura.
-Si miras, te daré una paliza... -Amenazo mientras se bajaba lo que podía la camiseta.
-No lo estoy haciendo.
Y no era mentira, Allen tenía sus ojos en el brazalete de su brazo derecho, ya que lo estaba terminando de ocultar con la manga de la gabardina y a su vez activar la hoja oculta y volverla a resguardar.
Tiempo después y de que Kanna ayudara a la chica con las vendas y a vestirse, todos estaban desayunados y listos para partir.
-Has viajado en moto alguna vez? –Pregunto Allen al momento de encender la máquina, generando unos fuertes rugidos del motor.
-No, nunca. Las suelo ver, pero nunca me había subido a una.
-Bueno, escucha, puede dar algo de miedo, pero mantén tu centro de balance y aprende a inclinarte adecuadamente.
-Entiendo.
-Sujétate fuerte, si sientes que en algún momento te duele la herida avísame, hoy amaneció haciendo mucho frio y no estás muy arropada para eso.
-De acuerdo.
Con la chica atrás de él en la motocicleta, ella lo abrazo de la espalda para no caerse.
-A dónde me llevaras? –Pregunto ella al fin.
-Lejos de aquí, a un lugar donde puedas despejarte, y ver lo que hasta estos momentos no has visto.
-...
Con una velocidad constante, Allen se movió por la ciudad hasta llegar a la tienda donde compro su motocicleta.
-Espérame aquí un momento. –Pidió él, estacionando la motocicleta, y bajándose de ella. –Regreso en unos minutos.
Entro en la tienda y salió poco después con unas cosas en sus manos, la primera una chaqueta negra adecuada al tamaño de su acompañante, la cual le entrego personalmente.
-Ten esto, es para que te protejas del frío, y estés más arropada.
-Me compraste esto? –Pregunto ella algo perpleja.
-Y esto también. –Siguió al momento de darle un casco parecido al suyo. –Protección extra. Así estarás más segura, lo que menos quiero es que te lastimes otra vez.
-Gracias... -Agradeció finalmente al colocarse la chaqueta y luego el casco mientras trataba de que el chico no viera su cara avergonzada.
Acelerando nuevamente, su rumbo era hacia el norte de la ciudad para tomar el camino a Ciudad Romantis, con fuerza el motor de la motocicleta hacía eco en los edificios por donde pasaba, hasta que a la percepción de Allen llego algo que no se esperaba, haciendo que frenara y derrapara un poco.
-... De todos los lugares de este mundo, eligieron Kalos?
Su mirada se posó en una acera cercana donde caminando cerca de ellos, iban 2 chicas que Allen conocía muy bien.
-Hmmm... -Murmuro una de ellas al darse cuenta de que estaba siendo vista desde algún lugar.
-Sucede algo Megumi?
-Ese motociclista... -Susurro al posar sus ojos en el motociclista cerca de ellas.
Debido y visor de Allen, era imposible saber quién era el que estaba detrás de esa lente.
-Qué tiene?
-No... nada, creí sentir algo familiar es todo.
Sin más, continuaron con su caminata hasta entrar en una tienda.
-Pasa algo? –Pregunto la Acompañante de Allen.
-Vi a unas conocidas es todo, vaya que el mundo es pequeño.
Con la luz verde en el semáforo cercano, con fuerza acelero, para tomar la autopista fuera de la Ciudad a gran velocidad.
-Veamos si lo que le hice al casco funciona.
Presionando un pequeño botón bajo el casco, enseguida en el visor aparecieron muchas imágenes.
Sistema en Línea.
-Parece que sí.
Enseguida unos hologramas algo traslucidos aparecieron en su rango de visión, estos le mostraban varios datos, entre ellos un mapa de su localización y lo datos sobre distancia, velocidad, y el clima cercano.
-No parece que vaya a llover otra vez, Romantis está más cerca, creo que puedo llegar en unas dos o tres horas.
Ya con su destino fijado, solo acelero, para rebasar rápidamente al tráfico que tenía cerca.
Durante todo el trayecto Allen siempre estuvo al pendiente de su pasajera desacelerando para poder preguntarle el cómo se sentía, recibiendo positivos todo el tiempo.
En las proximidades de la Ciudad destino, enseguida noto que todo el entorno se tornaba de los colores del otoño, los árboles se pintaban de naranja y cobre al igual que la hierba y matorrales.
-(Que vista tan bonita.)
A su radar enseguida Allen sintió algo fuera de lo común, por lo que desacelero abruptamente en un prado cerca de la ciudad.
-Pasa algo?
-Paremos un rato aquí, quiero que mis Pokémon vean un poco el lugar y que tu descanses un poco y camines.
Se movieron de la carretera hasta un poco al interior del prado, para estacionarse bajo un gran árbol.
-Salgan todos.
Lanzando todas sus esferas, a excepción de una, los Pokémon miraron enseguida todo el lugar.
-Es bonito verdad, ya estamos cerca de Ciudad Romantis, y quería que vieran como es el lugar.
-(Es muy precioso Entrenador, mire todos esos árboles...)
El único que sintió lo que Allen sintió, fue Aarón que enseguida miro a su Entrenador para asentir.
-Te lo encargo.
Sin más, el Pokémon empezó a correr en una dirección en específico lejos de ellos.
-(Entrenador que sucede?)
-(Hay uno de esos Pokémon cerca Kanna.)
-(Un corrupto?)
-(Así es, eso confirma que en Romantis está el otro laboratorio.)
En su conversación, Allen noto como la chica con cuidado trataba de acercarse a la Milotic, pero se acobardaba al notar que la serpiente la miraba fijamente.
-Ella no muerde, Miia es buena cuando no siente malas intenciones de las personas. –Explico al acercarse a la chica y extenderle la mano. –Dame tu mano.
La chica dudo un poco pero le dio una de sus manos al chico y este la acerco con cuidado hasta que finalmente la mano de la chica hizo contacto con las lisas escamas de la Milotic.
-Ves, es muy tranquila.
-Si... -Susurro la chica mientras sonreía y miraba los hermosos y atrayentes ojos de la Pokémon.
-Te gustan los Pokémon?
-Si... pero nunca he podido tener uno... no tenía como cuidar de él, cuando apenas yo podía sobrevivir.
-Es cierto, el tener uno implica una gran responsabilidad, debes criarlo, alimentarlo y entrenarlo adecuadamente para que crezca sano y fuerte, pero a la final todo ese esfuerzo vale la pena.
Con una sonrisa Allen miro a todos sus Pokémon, para que ellos también lo hicieran.
-Ya que te puedes conseguir unos amigos incondicionales que siempre te ayudaran y estarán allí para ti.
Ante eso todos sus Pokémon sonrieron y se acercaron a él para que los acariciara.
-Mi... Mi Madre amaba a los Pokémon... por eso, ella estudio para aprender cómo ayudarlos cuando estuvieran enfermos...
Al ver a la chica estaba mirando a Allen fijo, cosa que el también hizo.
-Ella se hizo científica, su investigación consistía en cómo usar la energía de un Pokémon sano para curar a uno enfermo, así como cuando un Pikachu le pasa electricidad a un compañero usando sus mejillas.
Una de las cejas del chico se arqueo al escuchar eso.
-Ella hizo equipo con otra científica, entre ambas probaron su investigación, y dio fruto, las primeras pruebas fueron un éxito, y fue cuando todo empezó a ir mal... -Confeso la chica mientras su semblante cambiaba mucho al decir eso. formando una mueca de tristeza. –Mamá descubrió que su compañera estaba usando su investigación para propósitos propios, ella se obsesiono con el conseguir por cualquier medio que un Pokémon superara la Mega-Evolución, y lo logro, pero lo que creo ya no era un Pokémon, era una creatura que solo buscaba la destrucción...
En ese momento los ojos de Aurora estaban llenos de 2 sentimientos muy notables, odio y tristeza.
-Una de esas cosas mato a mi Madre, cuando ella trataba de detener a su compañera, esa cosa la mato de manera horrible, por esa mujer... por esa mujer... ya no tengo a mi Madre!
Lagrimas salieron de sus ojos acompañando su expresión de dolor, tristeza y amargura, sus puños se apretaban con suma fuerza debido a eso.
-Quede sola en el mundo y en la calle, mi Padre había muerto por una enfermedad poco después que yo había naciera, y fue mi Madre quien cuido de mi hasta los diez años, hasta que por culpa de esa mujer ella murió...
Por más que la chica intentaba limpiarse las lágrimas, estas no dejaban de salir, producto, de todo ese dolor guardado.
-Jure que sin importar cuanto tiempo me tomara, la encontraría y le haría pagar por lo que le hizo a mi Madre, sé que esa mujer sigue aquí en Kalos, de eso estoy segura.
-Haz sufrido bastante, y en parte puedo decir que entiendo por lo que has pasado, cuando yo tenía siete años a mi Padre lo mataron y mutilaron frente a mí, y fue mi madre quien cuido de mí, ella sigue viva, pero de haberle pasado algo, seguramente mi vida no sería muy diferente de la tuya, vacía, sin ningún propósito nada más que la venganza por lo que le hicieron, pero ese no es el único camino que hay.
-Pero qué se supone que haga?
-La venganza es tu mayor motivación, pero no dejes que sea la única. No te va a llevar a nada, al final cuando consigas tu objetivo solo te va a dejar un vacío y nada más, no habrá una recompensa, no habrá una sensación de paz, solo sentirás un vacío mayor en tu corazón y perderás lo único que te motivaba a seguir moviéndote. Créeme no quieres eso.
-Por qué me ayudaste...? –Pregunto ella alzando la vista con los ojos llorosos para ver a Allen. –Por qué alguien tan importante como tú se fijó en una simple ladrona como yo.
-Porque cuando te vi por primera vez, al ver tus ojos me vi a mí mismo, fue como ver mi reflejo, el que hubiese pasado si en verdad lo hubiese perdido todo, y por esa razón quiero ayudarte. Has pasado muchas dificultades, pero aun así no debes desconfiar de todos, no todo el mundo querrá ser tu enemigo, hay unos que de verdad querrán tenderte la mano.
-... Puedo... Puedo confiar en ti?
-Sí. Te enseñare que hay otros caminos aparte de la venganza. –Respondió el muchacho antes que frente a la chica sus ojos se tornarán plateados como un palpitar.
-Está cerca de aquí... quédate cerca de mí.
-Quién está cerca?
-Eso es lo que quiero saber.
En cuanto Aarón llego, ambos miraron hacia el mismo punto, para solo ver nada.
-Sé que estas allí... muéstrate, nadie aquí es tu enemigo.
De la nada frente a ellos, empezó materializarse una figura mayormente blanca, tanto que con el sol verla podría encandilar un poco, con una gran y abundante melena y ojos como el cielo.
Zoroark el Pokémon Disfrazorro.
Usa ilusiones para cambiar el entorno a su beneficio, este Pokémon es muy esquivo, ya que puede transformarse en cualquier cosa o persona.
-Conque eras tú...
Normalmente un Zoroark era de colores oscuros, este obviamente no era así, dejando en claro que era un corrompido, pero este tenía algo diferente, no mostraba signos algunos de agresividad o de descontrol, sino todo lo contrario, tenía una expresión bastante asustada y su cuerpo se movía temeroso, pero aun así dejo salir un gruñido hacia el Entrenador que lo había descubierto, como una pregunta tal vez.
-(Entrenador, ella pregunta que como la descubrió.)
Al escuchar a su Gardevoir, Allen confirmo ese gruido, a lo que solo poso su atención en la Pokémon ilusoria para responder.
-Mi Lucario me ayudo a saber dónde estabas, por más que ocultes tu presencia usando ilusiones, tu aura es algo que persiste.
En cuanto Allen dio un paso hacia ella, esta retrocedió varios, viendo con miedo al chico en lo que abrazaba un poco su propia cabellera.
-Tranquila, nadie aquí te a va a lastimar, puedo ver claramente que tú no eres como ellos.
Al ver su flujo de aura, este circulaba con tranquilidad, pero era mucho más grande y denso, por eso se dieron cuenta de ella.
Con cuidado el Entrenador se acercó a ella para intentar posar su mano en su cabeza lo que logro conseguir por unos cuantos segundos, frotando con mucho cuidado y cariño los cabellos suaves y limpios de la Pokémon, lo que la hizo relajarse hasta el punto de ver al Muchacho fijamente. Pero de pronto las orejas de la Pokémon se alzaron, y así sin más, empezó a correr fijamente en una dirección, no sin antes detenerse un momento y ver al Entrenador una última vez con una cara de inseguridad y duda.
-Chicos, esa Pokémon estaba afectada por la gema pero su mente no sufrió daño alguno... debemos saber porque.
Todos asintieron al escuchar eso, la chica por su parte solo los miraba con algo de confusión.
-Que fue lo que paso a esa Zoroark?
-Fue corrompida.
-Corrompida, qué diablos significa eso!?
-La razón por la que estoy aquí en Kalos esa, alguien me aviso sobre la existencia de esos Pokémon y es mi deber detenerlos y a quien los está creando, y estoy casi seguro de que se trata de la misma mujer que tu estas buscando. –Hablo al momento de girar su vista hacia la chica para verla a sus resaltantes ojos. –Esa mujer es la que está detrás del ataque que hubo en ciudad Yantra, yo vine aquí a detenerla, antes de que siga creando más Pokémon así.
-Tú... tú vas a detenerla?
-Por eso es que vine, no puedo permitir que siga dañando a los Pokémon a su antojo.
-... Déjame ayudarte!
-Ayudarme?
-Esa mujer debe pagar por lo que hizo, no puede quedar libre después de todo el daño y dolor que ha causado ya no solo a mí, sino a todas las personas.
-Lo pensare, pero solo te dejare hacerlo si me prometes que la venganza no será tu única motivación.
-Pero esa maldita debe pagar!
-Pronto entenderás que eso no es lo único que hay en la vida, tendremos que trabajar un poco en eso. Vamos.
Llamándola esta avanzo hacia él para subirse en la parte de atrás colocándose su casco.
Enseguida Allen acelero con fuerza, para dejar el lugar, regresando a la carretera nuevamente.
Poco después, llegaron finalmente a la ciudad, para notar como los arboles otoñales adornaban todas las calles de esta, hasta donde se extendía la vista.
-(Lo mejor será buscar un hotel cerca, lejos el centro de la ciudad.)
Con un objetivo en la mira, prontamente encontró uno adecuado para hospedarse.
-Nos quedaremos aquí, está lejos del centro, por lo que no hay muchas personas. –Hablo al momento de quitarse el casco reemplazándolo con su capucha. –No hay que llamar mucho la atención.
-Porque nadie debe saber que estas aquí, cuando el encapuchado aparezca, podría ser sospechoso.
-Exacto, veo que lo entiendes bien, por esa razón. –Hablo acercándose a ella para colocarle sus lentes de sol a la chica. –No debes dejar que vean mucho tu cara.
-Entiendo.
Ambos entraron al lugar, y luego de buscar una habitación con 2 camas, ya todo estaba terminado.
-No nos quedaremos mucho, debemos movernos por la ciudad para buscar el laboratorio, duerme un poco para que tu herida se cure más rápido, regresare en cuanto pueda.
-Espera!
-Si?
-Cuál es tu razón para vivir?
Al escuchar eso Allen la miro detenidamente.
-Mi razón para vivir... si tuviera que decirlo, serian mi Madre y mis Pokémon. Ellos me dan el impulso que necesito para seguir adelante, y son mi guía para no perder mi rumbo.
Con una sincera sonrisa, termino de hablar a la chica, para que esta bajara la mirada al ver sus azulados ojos.
-Sé que parece que ya no te queda nada, pero debes buscarte una razón por la cual seguir de pie, y enfrentar lo que la vida te ponga en frente.
Las reflexivas palabras el chico, hicieron que ella o viera nuevamente.
-Quiero pagarte toda la ayuda que me has dado... le debía mucho al tipo al que mataste, eso casi me cuesta muy caro, y no quiero seguir debiéndole nada a nadie.
-No me debes nada, yo fui el que decidió ayudarte, fue mi decisión, nunca sientas que me debes algo, porque no es así.
-Me dijiste que me enseñarías a vivir de forma diferente, por es quiero que me enseñes a ser como tú, quiero ser tu aprendiz o algo, quiero poder hacer lo que tú haces, te he visto en las noticias, eres increíble.
Allen miro a los ojos de la chica directamente, percatándose de la firmeza y seriedad de sus palabras.
-... De acuerdo, pero con una sola condición.
-Cuál? hare lo que sea.
-No dejes que la venganza domine tus acciones.
Con esas palabras la chica abrió los ojos de gran manera.
-Qué olvide la venganza?
-Tus sentimientos no deben inferir en el momento de actuar, debes estar siempre con la cabeza despejada, la venganza no lleva a nada más que un vacío, por eso, debes olvidarte de ella.
Un pequeño debate mental se desato en la cabeza de la chica, pero de pronto la Imagen de su madre apareció y eso le dio la respuesta que necesitaba.
-Entiendo. Lo hare.
-Tu Madre estaría feliz de escucharte decir eso. Bien, tenemos hasta la noche, te mostrare y explicare todo lo que pueda hasta ese momento.
Allen respondió a las numerosas preguntas de la chica, que iban desde donde ocultaba sus armas, hasta el cómo podía trepar tan fácilmente las paredes.
Consciente de que la chica tenía habilidades bastante útiles para el momento de buscar información o de tomar algo, la preparo para la jugada de esa noche luego de revisar con cuidado su herida. Explicándole también que ella sería su factor clave para encontrar el laboratorio.
-Crees poder hacerlo?
-Creo que sí, es parecido a lo que he hecho antes, así que no creo que vaya a ser muy complicado.
-Bien, recuerda, no puedes buscar pelea en caso de que la cosa salga mal, no estás en condiciones de pelear, un mal golpe a tu herida y tendremos serios problemas.
-Lo entiendo, he tenido sumo cuidado por eso, trato de moverme lo menos posible para no molestármela.
-Bien hecho, espérame aquí. Iré a prepararme.
Con su bolso Allen entro al baño, para pocos minutos después salir con su traje y mascara ya puestos.
-En serio que das miedo estando asi, ya veo porque todos los que te ven quedan impresionados.
-Nos vamos?
-Si!
Con una de sus PokéBalls en su mano, de esta salió Kanna, para ver a su Entrenador antes de sonreír.
-(Ya es hora Entrenador?)
-Así es Kanna, podrías dejarnos afuera del lugar?
-(Enseguida.)
Instantáneamente todos los presentes desaparecieron, para reaparecer en la parte trasera del hotel, donde la oscuridad de la noche, cubría perfectamente a Allen.
-(Tenga mucho cuidado Entrenador, si nos necesita, no dude en llamarnos.)
-Descuida eso hare.
Y como salió, Kanna regreso a su esfera.
-Hay que subir a un lugar más alto, vamos.
-Ok.
Siguiendo el chico en la oscuridad pronto Allen encontró un lugar perfecto para trepar, alzándose rápidamente hacia el techo de este, para luego ayudar con mucho cuidado a la chica a subir.
-Creo que lo primero que te enseñare, será el cómo subir por las paredes de manera eficiente, pero debemos esperar a que tu herida se cierre.
-Entiendo.
Ya arriba, su andar de techo en techo los llevo hasta uno de los barrios más despejados de la ciudad, donde los sentidos de Allen sintieron algo en un bar cercano.
-Ya lo encontramos. Veamos que puede decirme Nina.
Presionando uno de los botones de su máscara, pronto escuchó la voz de su sirvienta.
-Darling qué sucede, está todo bien?
-Hola Nina. Ya estoy en Ciudad Romantis.
-Ya veo Darling, el laboratorio de allí, escuche que no está cerca del centro sino, en una zona más despejada y tranquila, lejos de la atención de la policía.
-Justo como en la zona donde estoy, algo más?
-Darling según esto, ha habido reportes de desaparición de muchos Pokémon de la zona, y de robos a los Entrenadores, pero la policía nunca encuentra nada.
-Creo saber dónde están esos Pokémon.
-Debes apresurarte, si ya destruiste dos de los laboratorios, entonces trataran de cubrir las pérdidas.
-Lo sé.
Por un momento Allen miro toda la calle que tenía en frente haciendo que en la visión de la cámara quedara por unos momentos la chica, la cual Nirvana vio.
-Darling... quién es ella? –Pregunto la sirvienta tratando de conservar la calma en sus palabras.
-La conocí ayer, me está ayudando en el trabajo, su Madre tuvo mucho que ver en esto, pero no de mala manera, ella solo quería ayudar a los Pokémon.
-Solo eso?
-Sí.
-... Está bien.
-Está al pendiente Nina.
-Por supuesto Darling.
-Ok, es tu turno. Dentro de ese bar, sentado tres bancas más adentro de la puerta, está tu objetivo, debe tener una tarjeta o alguna llave entre sus bolsillos. Crees poder?
-Aurora...
-Hmm?
-Me llamo Aurora. Hasta ahora no recuerdo haberte dicho mi nombre ni que me llamaras por él.
-Aurora... que lindo nombre.
-Hare lo que pueda.
Ya con una manera de como bajar, la chica descendió para llegar a la carretera y cruzarla, pero cuanto estaba a punto de entrar al establecimiento, toda la energía fallo por unos momentos, dejando a todos en confusión.
-Qué sucedió? –Murmuro la chica al ver las luces, para después ver la silueta apenas perceptible del chico en la oscuridad.
-Nina?
-Darling, te tengo muy malas noticias, son ellos de nuevo, están atacando toda la ciudad.
Actualizado el 24/01/22.