Luego de su pequeño encuentro y charla con la Oficial Jenny, Allen dirigió su atención a la Enfermera Joy, quien se veía sumamente feliz de que todos los Pokémon estuvieran de vuelta sanos y salvos.
-Veo que esta de muy buen humor Enfermera Joy.
-Por supuesto! Todos los Pokémon regresaron sanos y a salvos, por qué no estaría feliz? –Comento ella sumamente animada y enérgica.
-Es cierto, es un gran motivo de alegría. Cómo están mis Pokémon?
-Ellos ya están recuperados. Te los iba a entregar hace rato, pero no estabas por ningún lado. –Respondió sacando una charola donde reposaban 3 PokéBalls.
-Lo siento, me surgió algo urgente y tuve que solucionarlo en la brevedad posible. Me alegra saber que ya todo se arregló y que los Pokémon regresaron sanos y salvos. –Sonrió el Muchacho al tiempo que tomaba las PokéBalls y las colocaba en su cinturón. –La veré en algún momento en el futuro.
-Ya te vas?
-Sí, ya termine todo lo que tenía que hacer aquí en la ciudad, ya debo movilizarme, de aquí a Ciudad Corazón hay un gran tramo y no tengo bicicleta.
-Podrías comprar una.
-Podría, pero no creo tener los ahorros para eso, además prefiero caminar, de ese manera puedo apreciar mucho mejor mi entorno.
-Eso es verdad, desde la pasarela que hay junto a la autopista y el camino de las bicicletas hay una hermosa vista.
-Y es la que quiero ver. Nuevamente muchas gracias por cuidar de mis Pokémon.
-No fue nada, ese es mi trabajo, asegurarme de que estén sanos y felices. Que tengas un muy buen día.
-Igual usted, pero con ese gran ánimo, tengo por seguro que así será.
Sin más se alejó del mostrador hacia las habitaciones en búsqueda de sus cosas.
-Joy! –Llamo la oficial.
-Oh! Oficial Jenny paso algo?
-Ese chico fue quien libero a los Pokémon...
-Qué...?
-Así es, ese muchacho atrapo el solo a esos cazadores.
-Eso es muy impresionante, pero si se ve tan tranquilo y amable, nadie creería que es capaz de una cosa así.
-Debes tener cuidado con él.
-Por qué debería Oficial? –Pregunto algo confundida la Enfermera notando la cara que hizo Jenny por esa razón. –Digo el líbero a esos Pokémon y detuvo a eso sujetos. Cree que es eso algo que haría alguien con malas intenciones?
-No pero... Alguien con las habilidades que el posee, definitivamente no es alguien normal.
-Y eso es malo?
-Uhg Joy eres demasiado amable.
-Eso dijo el, creo que tú también deberías calmarte un poco y pensar en lo que opinas tu misma de él, no es un mal muchacho, te ayudo en la investigación y además ayudo a retener a esos ladrones.
-Y no solo eso, consiguió muchas pruebas para poder arrestar a mucha gente por cómplices y demás.
-Ves, es alguien bueno, y solo vino ayudar, no deberías atacarlo y acusarlo solo por eso.
-Ahhh no puedo contigo, tu amabilidad me ciega!
-tehehehe.
Mientras en la habitación de Allen.
-Muy bien, todos a fuera! –Hablo lanzando todas sus Balls al aire.
Sus 3 Pokémon salieron de estas para verlos con tranquilidad al igual que su Gastly.
-Solo quiero decirles, que todos lo hicieron muy bien, dieron lo máximo de cada uno y estoy orgulloso por eso.
Dándoles sinceras y cálidas palabras todos sus Pokémon embozaron una feliz sonrisa en sus rostros.
-Bee lo hiciste muy bien, lamento no haber podido encontrar una manera de ayudarte contra Roserade, era mucho más fuerte de lo que creía, pero la próxima vez no nos derribara tan fácil.
En respuesta a su disculpa se Beedrill solo asintió y movió sus pinchos con ánimos dándole a entender que se haría más fuerte.
-Bien, para la próxima lo haremos mucho mejor se los prometo, Bee, Gaspar se ganaron un descanso. Los enviare con Mamá unos días para que descansen y jueguen, en cuanto los necesite los buscare.
Ambos asintieron tranquilamente y se sonrió el uno al otro.
Tras dejar la habitación con todas sus cosas ya recogidas, se acercó a los tele-comunicadores una vez más.
Esta vez la mujer fue la que contesto y se sentó frente a la pantalla para poder ver a su retoño con alegría.
-Hola Má.
-Cielo eso qué paso en las noticias de los cazadores fuiste tú cierto?
-Sí, De eso era lo que tenía que encargarme por aquí. Fue algo rápido debo admitir.
-Solo 3 miembros? Bah! que aburrido, me imagino tu cara al terminar con ellos.
-Tan seguras estas de que no fue un problema que ni siquiera le preguntas a tu hijo si no salió lastimado? –Bromeo con tranquilidad mirando la cara y reacciones de su Madre.
-Cielo, tú y yo sabemos que apenas te hicieron sudar.
-Haa... no lo negare.
-Ves, tengo razón, después de todo fui yo la que te entrene, si no podías con eso me iba a sentir muy mal.
-Eres algo muy especial Má en serio.
-Tu Papá decía lo mismo siempre, oh recuerdo las caras que hacia cuando apenas estábamos saliendo, Dios ese hombre sí que se impresionaba con cualquier cosa que hiciera Tehehe.
-Bueno, en este momento te estoy enviando a Gaspar y a Bee a casa.
Justo en ese momento la maquina terminaba de enviar las PokéBalls solo para que aparecieran junto al lado de la mujer.
-Ya las tengo. –Respondió tomándola y lanzándolas al aire.
-Ya le agarraste el truco.
-Por supuesto. –Respondió al tiempo que veía a Bee –Es un... es un... Una Avispa gigante! –Grito exaltada al tiempo que salía corriendo por la casa.
-Má!
-Donde está el insecticida, sé que lo deje por aquí!?
-Mamá! –Llamo Allen alzando un poco la voz.
-Eh!?
-Bee es un amigo, no te lastimara en absoluto, ni te va a picar tampoco.
-En serio?
-Bee ella es mi Madre, cuida de ella bien?
Bee solo asintió para empezar a volar un poco por el lugar con curiosidad seguido del Gastly.
-Lo ves, es muy tranquilo.
-Tehehe lo siento Cielo, me exalte un poco. –Bromeo la mujer sacando la lengua chistosamente y golpeándose un poco la cabeza con el puño.
-Como siempre, bien Má ya hice lo que debía en esta ciudad me movilizare a la siguiente, tal vez tarde un poco ok? Hay un gran gramo de aquí a allá y más para mí que voy caminando.
-Para eso contrata un taxi.
-La verdad no se me antoja, quiero recorrer lo más que pueda a pie.
-Ya eso es cosa tuya Cielo, sabes que lo único que te pido es que tengas cuidado y mucha precaución.
-Ahora si te preocupas verdad?
-Ese es mi deber como Madre, asegurarme de que estés bien.
-Adiós Cielo.
Luego de terminar su charla y de comprar lo que necesitaría para el viaje, Allen junto a Lion y Lux empezaron a moverse hasta su siguiente destino; Ciudad Corazón.
Su camino pronto lo llevo a la gran autopista notablemente transitada más el gran camino de bicicletas lleno de una considerable cantidad de entrenadores, pero para el que iba a pie, le tocaba el camino por el un carril aparte, donde también había sus transeúntes.
El camino fue tranquilo y despajado, al ver a Lux junto a Allen los Entrenadores no se acercaban para retarlo, ninguno tenía ganas de hacerle frente a ese intimidante Luxray.
-Lux tienes espantados a todos, deberías relajar un poco tu semblante, estar serio todo el rato no te ayudara.
Su Pokémon gruño a eso mientras miraba la cara feliz y juguetona que Lion tenia lo que lo hizo suspirar y relajar un poco más su cara.
El paisaje era sumamente interesante, con grandes praderas y valles tranquilos de un lado, y el imponente y alto Monte Corona del otro, el lugar era sumamente fresco pese al sol que hacía, esto se debía a las corrientes descendentes que venían directamente de la montaña.
Su tranquilo viaje no parecía tener ningún tipo de inconveniente, o así fue hasta que a los sentidos desarrollados del Gran Pokémon eléctrico, llego algo, algo que se mantuvo por un buen tramo lo que le dio a entender que no era solo pasajero.
Allen quien ya conocía mejor a sus Pokémon, se percató de eso, y se acercó a su Luxray para preguntar.
-Sucede algo?
Lux gruño como respuesta, su atención estaba en algo lejano, Allen no tenía modo de saber que era, pero Lux sí.
-Acaso nos siguen?
El tipo eléctrico sintió ante la pregunta.
-Ya veo... dejémoslo por ahora, está muy lejos como para que yo lo vea, esperemos salir del paso peatonal para pensar en algo, mantenlo vigilado por ahora ok?
Manteniéndolo en el rango de visión de Luxray continuaron así por varias horas, ya para el atardecer habían recorrido una gran distancia, siguiendo la autopista esta se dividía para ir a Ciudad Pirita y otra que atravesaba directamente la gran montaña como un perfecto túnel vehicular.
El camino para peatones poco a poco se fue separando de la autopsita hasta ser un camino completamente aparte.
-Vaya es mucho más grande de lo que se muestra en el juego. –Susurro al ver la altura del gran Monte frente a él. -Bueno comparando a que nunca lo vemos desde este ángulo y que el juego hace que puedas ir a pie y llegar en cuestión de minutos a cualquier ciudad, eso hace una notable diferencia... Estoy cansado de caminar, en serio que hemos estado en movimiento durante todo el día.
Mirando a sus Pokémon estos seguían tranquilamente caminando, para un Pokémon recorrer distancias así no debe ser nada, Incluso para Lux quien llevaba los brazaletes puestos y activados, no parecía estar cansado, pero para un humano, el asunto es otro.
-Chicos creo que por hoy ya avanzamos lo suficiente por hoy, ya mañana seguimos. Podríamos ir hasta Ciudad Pirita pero sería regresar y caminar otro gran tramo para llegar así que hoy nos quedaremos por aquí, el lugar es bastante tranquilo, la autopista esta ya lejos y el ambiente es perfecto para acampar.
Los Pokémon asintieron a eso y se movieron hasta un gran árbol que daba mucha sombra y una brisa tranquila., donde Allen preparo todo para hacer una fogata pequeña y esperar a que la noche llegara.
-Nuestra primera noche afuera eh?, el entrenamiento de Mamá para esto lo tengo muy memorizado... Lux aún nos siguen?
Solamente al ver la cara del Pokémon podías ver que así era, ya que su vista estaba centrada en un punto lejano.
-Hmm al menos podrías decirme que es?
Al preguntar eso Luxray dejo de mirar para centrarse en su Entrenador.
-Es una persona? –Pregunto para recibir un no con la cabeza. –Es un Pokémon entonces?
La respuesta para esa fue positiva.
-Un Pokémon nos sigue? pero no recuerdo habernos topado con... -Pensó hasta recordar cierto incidente en el Bosque Vetusto. -Ohh ya recordé, así que nos siguió desde entonces, vaya tardamos en notarlo. Ignóralo por ahora, ya sé que hacer, ven déjame quitarte un rato los brazaletes debes descansar o tus músculos se podrían agotar.
Observando tranquilamente como la tarde caía y llegaba la noche nuestros 3 compañeros estaban cenando al lado de la fogata avivada por Lion.
-Me pregunto qué tan grande será el Monte Corona?
-(Quieres explorarlo?)
Una profunda voz resonó en la cabeza de Allen, y este ya sabía quién era.
-La verdad me da curiosidad el ver que puedo encontrar ahí adentro.
-(Solo túneles y pasadizos, la mayoría de los objetos de valor, ya los humanos los reclamaron y los tiene de exhibición.)
-Pero se puede invocar a Dialga y a Palkia cierto, digo si consigues a los guardianes de los lagos y forjas la cadena roja los puedes llamar, en el Pilar Celeste.
-(Veo que sabes sobre eso.)
-No debería sorpréndete el que lo sepa, se mucho de este mundo hasta cierto punto, en base a lo que los juegos y la animación me dejo saber, pero ahora que estoy aquí, sé que algunas cosas tienen incoherencias.
-(Como esperaba de ti.)
-Puedo hacerte una pregunta.
-(Adelante.)
-Qué pasaría si un Entrenador capturara legalmente a Dialga o Palkia?
-(Capturarlos? Eso no es posible debido a la escala de poder que ambos poseen, sin embargo.)
-Que pasaría?
-(Estamos hablando de los guardianes que cree del tiempo y el espacio, imaginas qué puede suceder si todo ese poder es encapsulado?)
-Se dañaría la continuidad espacio-temporal, sin sus guardianes manteniendo el flujo relativo de todo. El universo entero desaparecería.
-(Eres listo Muchacho por eso te traje aquí, Te interesa alguno de ellos?)
-No es eso, solo me da curiosidad es todo, en los videojuegos no parecen respetar lo poderoso que en realidad pueden llegar a ser los Pokémon verdaderamente. Lo que quiero decir es que incluso a ti, el Dios Pokémon, se te puede capturar con un estado alterado y una buena cantidad de UltraBalls.
-(Entiendo lo que quieres decir Allen.)
-Si quisiera algún legendario y no hablo de atraparlo solo porque si, sería uno con el cual estaría seguro que si él está conmigo no afectare en nada al ecosistema por ejemplo aun, no se Latios por ejemplo.
-Ya veo, Tienes suerte, te traje en la época del año donde varios Pokémon legendarios merodean por la Región, tal vez con algo de suerte puedas toparte con uno de ellos, y si ven algo bueno en ti, decidan ir contigo.
-Me anticipe a eso desde que llegue, la cosa será encontrar a uno.
-(Ja ja ja espero tengas suerte con eso.)
-La suerte no existe, tú solo mira. –Susurro una mirada a la distancia. –Bueno me despido debo encargarme de algo.
-(De acuerdo chico.)
Al terminar de hablar con su muy importante amigo, Allen apago el fuego y se "recostó" sobre su saco para dormir.
La noche avanzo rápido como el día lo hizo, una noche tranquila y despejada con una suave brisa que mantenía en movimiento las hojas del gran árbol donde reposaban tanto Entrenador como Pokémon.
Sin luna en el cielo, lo único que iluminaba el lugar eran las estrellas las cuales solo dejaban un tenue brillo en el ambiente, casi se podría decir que quien sea que anduviera por allí, andaba a ciegas.
De entre las sombras una pequeña figura salió y se acercó en sumo silencio hasta el pequeño campamento, aproximándose hasta el saco de dormir para verlo por unos cuantos segundos, antes de agarrar coraje y tomar el metal de la bragueta.
El ruido del cierre se hizo presente y para la sorpresa de la pequeña figura, unos enormes ojos rojos se abrieron de golpe y se posaron violentamente sobre ella antes de que un feroz gruñido se empezara a oír.
Una sombra cuadrúpeda se levantó del saco y la hizo retroceder lentamente hasta tropezar y acercarse peligrosamente a ella.
-Ok, Ok Lux con eso basta, tampoco queremos traumatizar a la pequeña.
De la nada el fuego se encendió llenando de luz el lugar nuevamente, Lion estaba al lado del fuego y Allen sentado en una de las ramas el árbol mirando todo desde arriba.
-Perdón por el pequeño susto, pero créeme si hubiese sido yo el que estaba en el saco, probablemente estarías inconsciente ahora.
Dicho eso se dejó caer la rama para aterrizar con algo de fuerza y pesadez.
-Lux déjala podrías hacerle daño.
Apartándose de ella y dejándola a la vista, Allen al fin vio la figura que lo había estado siguiendo desde hace un tiempo.
-Conque eras tú, por qué nos seguías pequeña Kirlia?
La Pokémon que habían ayudado en el Bosque Vetusto, había hecho toda la caminata hasta ese lugar, siguiéndolos, siendo esta una pequeña Kirlia, que Allen reconocía por el vendaje en su pie.
Sin saber cómo reaccionar a la pregunta solo desapareció instantáneamente del lugar.
-Tele-transportación? No debe estar lejos, si funciona como creo debe pensar en un lugar antes de poder transportarse, por lo que debe estar muy cerca.
Por su lado Lux ya la estaba buscando por los alrededores con la mirada y Lion olfateaba el lugar hasta ladrar para llamar la atención de su Entrenador.
-Está allí? Bien. –Respondió para sentarse sobre su saco de dormir. -No hagamos nada, dejemos que ella misma salga. –Les dijo dando un bostezo. –Espero sea rápido tengo algo de sueño.
Después de unos minutos la tímida Pokémon empezó a asomarse para ver como Allen acariciaba el pelaje de sus Pokémon mientras estos dormían.
-(El pelaje de Lux produce electricidad estática al tocarlo, siento como me tensa los músculos de la mano.) –Pensó para sus adentros mirando las chispas que se creaban, al pasa su mano.
Un leve gruñido lo saco de sus ideas y al ver al frente, la pequeña Kirlia se encontraba a poca distancia de él.
-A ver... -Pronuncio apuntando su teléfono en su dirección.
Kirlia el Pokémon sensorio, puede percibir las emociones de su entrenador a través de los pequeños cuernos en su cabeza, si su entrenador está feliz, se llenara de energía y bailara de forma alegre dando giros.
-Ya veo, un momento. –Susurro mirando la información de tipo en la Dex. –Tipo Psíquico, Hada?... oh es cierto, la sexta generación y la introducción del nuevo tipo. Solo jugué hasta el blanco 2, así que estoy oxidado en eso.
El tipo Hada fue aplicado en los juegos a partir de la sexta generación agregándoselo a algunos Pokémon ya existente entre ellos Kirlia.
-Y bien por qué nos seguías? acaso quieres venir con nosotros?
Como respuesta recibió un tímido asentimiento.
-Muy bien. Bienvenida al grupo. –Le expreso extendiendo una Ball hasta ella para que está la tocara. –Debí haber hecho esto más temprano. –Quejó dando un gran bostezo. –Ahora si, a dormir.
Sin más se acostó junto a su Pokémon y cayo rendido luego de observar el firmamento por un rato.
Varias horas después, ya el sol se asomaba iluminando el cielo mañanero.
-Hmmm... por qué justo en los ojos? –Quejó nuevamente al recibir directamente la luz en ellos. –Ya que. Lo mejor será continuar desde temprano.
Luego de alistarse y recoge sus cosas, Allen y Compañía iniciaron nuevamente su andanza con la esperanza de llegar pronto a Ciudad Corazón y su siguiente Desafío.
-Oh cierto. Chicos tenemos una nueva compañera, salúdenla. –Hablo lanzando la PokéBall al aire.
Al hacerlo de ella salió una mal durmiente Kirlia, con ojeras bajos sus ojos y cara de vigilante nocturno por las mañana.
Al verla así Lux y Lion se sorprendieron pero algo similar a risas empezó a salir de sus bocas.
-Oigan chicos no sean groseros con ella. –Regaño un poco Allen quien estaba completamente ajeno a la situación.
La Pokémon consiente que tenía mala cara, solo suspiro algo abochornada en lo que tiraba de las ropas de su Entrenador.
-No se rían de ella –mirando a la Pokémon a la cara. –Pero qué te paso en la cara?
Minutos después de calmarse el mismo y a sus ya fatigados compañeros de tanto reírse, reanudaron la presentación.
-Ok intentémoslo una vez más. Chicos saluden a Kanna.
Un asentimiento de cabeza por parte da ambos fue dado y por ella un saludo igual al de una dama de alta clase.
-Bien continuemos con nuestro camino.
Nuevamente se pusieron en marcha, su siguiente obstáculo consistía en atravesar el Monte corona para poder llegar a Ciudad corazón.
-Oye Kanna por qué tienes esas largas ojeras?
De lo que entendió de su curiosa explicación. Fue que no durmió mucho por sus nervios, estaba ansiosa por el hecho de ahora tener un Entrenador.
-Ya veo, no deberías estar ansiosa ni preocupada, todos aquí nos esforzamos por dar lo mejor de cada uno y fortalecernos entre nosotros, así que estarás bien lo prometo.
Al decirle eso con una sonrisa, Kanna sonrió y empezó a dar unos pequeños saltos danzando como una bailarina de ballet.
-Vaya si es cierto que puede sentir las emociones de su Entrenador. –Susurro distrayendo su visión hasta una de sus Balls. – (Qué pasara con sus cuerpos al entrar aquí adentro, por lo que pude ver en ella permanecen consientes aun después de estar dentro, tendré que averiguarlo después.)
Luego de un rato ya estaban en la entrada al túnel que cruzaba el Monte.
-Es muy grande... incluso desde aquí se siente esa extraña energía que Arceus transmite, sigamos chicos.
Ya dentro pudo ver que el lugar era bastante grande.
-Cuánto tomaría hacer esto?
Con cada paso se oía el eco que resonaba por el lugar, seguido de la bandada de Zubat que revoloteaban por el lugar, alejados de ellos por las intensas descargas de Lux.
-El camino es más despejado de lo que espere, Luego de esto esta Medalla de tipo fantasma, con los movimientos de Lux tengo un poco de ventaja y con Kanna en el grupo las probabilidades suben... debo entrenar un poco a cada uno de ellos, y a Kanna para aprender que sabe y que tan buena es.
Unos pasos se hicieron presentes desde su espalda, haciendo que ellos voltearan a ver.
-O-Oye!?
-Tú...?
ACTUALIZADO EL 22/10/2021.