Con ambos entrenadores listos y en sus lugares, el árbitro oficial del encuentro tomo su lugar para dar anuncio.
-La batalla por la medalla del Gimnasio Pirita está a punto de empezar, ambos entradores usaran 2 Pokémon, cuando ambos Pokémon no puedan pelear se decidirá el ganador. Con esto claro. Comiencen!
-Onix yo te elijo! –Grito el Líder arrojando su PokéBall con mucha fuerza dejando salir del interior de esta un gran y pesado Pokémon.
-Tal como pensé... Lux hagamos esto tal como lo planeamos.
Allen hizo la misma acción lanzado su esfera al campo del cual su Luxray salió gruñendo y mirando sin temor alguno al que sería su oponente, contrariamente a eso, su cara formaba una expresión sumamente confiada.
-Aquí vamos de nuevo Onix, usa Avalancha!
-Lux es hora de moverse.
La diferencia de velocidades se notó desde el primer momento, para el tiempo en que los grandes pedruscos comenzaron a caer de la nada, el Pokémon eléctrico ya había empezado su carrera. En cuanto estuvo cerca de las rocas, empezó a trepar sobre ellas con gran agilidad y velocidad una tras otra hasta estar por encima de la gran serpiente de rocas y próximo al techo.
-Ahora Lux, usa descarga!
-Los ataques eléctricos no afectan a Onix. –Hablo Megumi al aire.
-Mi cielo es consciente de eso.
La gran descarga de rayos salió y enseguida fue atraída por los aspersores del techo.
-Tu ataque fallo.
-Eso crees?
Dichas esas palabras empezó a llover dentro de edificio debido a la activación de los aspersores, bañando al Onix quien se quejaba por ese hecho, el Luxray por su parte solo se sacudió al momento de tocar el suelo y notar que ya había charcos.
-Una llovizna no detendrá a mi Onix.
-Eso lo sé. Pero eres consciente de que la electricidad y el agua no se llevan? –Pregunto el entrenador para notar la cara que el Líder ponía y el como posaba sus ojos en el Gran Luxray quien estaba preparándose para liberar otro ataque. –Ahora Lux.
Con agilidad el Luxray comenzó a correr hacia el Onix quien lo ataco con su cola, y siendo consciente de eso, el Luxray la esquivo con mucha facilidad antes de treparse a ella y subir por el rocoso cuerpo del Pokémon.
-Descarga!
Toda el agua en la melena del Pokémon se evaporo al momento que en grandes rayos salieron de su cuerpo en todas direcciones casi como una pequeña tormenta eléctrica que envolvió el gran cuerpo del Onix causándole un notable daño en el procesado.
-Con su cuerpo mojado, Onix es el camino más rápido a tierra, la electricidad siempre buscara el camino más fácil.
El gran Pokémon quejaba fuertemente debido al ataque antes de simplemente detenerse por completo y caer en el fangoso suelo con fuerzas.
-Onix ya no puede continuar! –Anuncio el árbitro levantando una bandera había el lado de Allen. –Al Líder Roco solo le resta un Pokémon.
-Buen hecho Lux, nunca hay que subestimar a los tipos eléctricos.
El gran Pokémon rugió y regreso al lado de su Entrenador para posarse a su lado, habiendo terminado ya su parte, sabe que desde allí solo sería un espectador de lo que pasaría a continuación.
Con el terreno ligeramente cambiado, ya no era un terreno rocoso si no un terreno fangoso y húmedo, lo cual Allen necesitaba para su enfrentamiento final.
El líder regreso a su gran Pokémon de nuevo a su PokéBall y miro al entrenador retador.
-Eso fue muy inteligente, usar el entorno a tu favor, nunca mejor usado en este gimnasio.
-Y solo empezamos.
-Veamos cómo les va contra mi último Pokémon. Rampardos yo te elijo!
Lanzando con fuerza, en segundo el gran Pokémon estaba en el campo, lanzando un gran gruñido. Tan poderoso y fuerte como Allen imagino, su arma más letal, era su cabeza, reforzada naturalmente con un cráneo durísimo y cuernos diseñados para perforar y dañar más al enemigo.
Una gran tensión se formó en el lugar, para los pocos espectadores que había y para quienes podían ver el encuentro desde sus hogares y dispositivos.
Rampardos gruñía con fuerza y miraba al Luxray quien creía seria su oponente, pero no podía está más equivocado.
-Buneary. Ven. –Llamo Allen con tranquilidad a la coneja en los brazos de su Madre, esta respondió contenta al llamado dando varios brincos hasta estar a su lado. –Es tu turno.
Con entusiasmo sonrió para saltar al campo, tratando de no ensuciar sus patitas con el fango que había en esto.
Pero tantos los espectadores de ese encuentro como su líder, tenían la misma expresión incrédula.
-De verdad vas combatir con ella?
-Sí.
Rampardos se giró para ver a su Entrenador, este solo se encogió de hombros y asintió.
-Bueno que así sea, Rampardos trata de tener cuidado.
-Eso no será necesario.
La tranquila cara de la coneja cambio por una de confianza y seriedad mientras le hacía señas al Rampardos.
-Rampardos usa cabezazo!
-(Predecible) Como lo planeamos Buneary, solo espera y observa.
Sin medición alguna el gran Pokémon prehistórico se lanzó hacia su pequeña oponente tras haberla fijado, y esta lo espera pacientemente esquivando en el último segundo su ataque sin apartar su mirada ni un segundo.
-Lo tienes? -Pregunto Allen, recibiendo una afirmativa. -Perfecto. Bien hecho Buneary.
Debido al fango y su velocidad el gran Pokémon resbalo y cayó para avanzar un poco antes de detenerse y levantarse otra vez en el campo.
-El suelo será un problema, Rampardos de Testarazo!
Preparando su cuerpo para el ataque, radiante comenzó a embestir hacia la pequeña coneja nuevamente.
-Buneary Salta.
Segundos antes de ser arrollada por el Pokémon la pequeña Pokémon dio un gran salto que la dejo en ángulo perfecto entre el suelo y su oponente.
-Solo tienes un tiro, Patada salto!
Con sus ojos puestos en el Rampardos, la Pokémon sabía exactamente que tenía que hacer a continuación.
-Rampardos esquívalo!
-No funcionara.
El gran Pokémon intento detenerse, pero el fangoso suelo se lo impido haciendo que se deslizara.
-Ahora Buneary!
Con gran impulso la pequeña se dejó caer hacia su oponente, impactando justamente en la parte de atrás de su nuca. El golpe hizo un cambio repentino en el peso y equilibro de Rampardos generando que bajara la cabeza muy deprisa chocando con las grandes rocas del campo provocando que parara en seco y que por la velocidad que llevaba acumulada diera una gran vuelta para caer de espaldas fuertemente.
-La física haciendo su trabajo de nuevo... Bien hecho Buneary.
Todos los presentes estaban sorprendidos por lo que recientemente paso, el como la pequeña Pokémon se las había arreglar para hacer tanto daño solo con un solo movimiento.
-Rampardos amigo estas bien!? –Pregunto el líder, escuchando un gruñido en respuesta y el como el Pokémon comenzaba a moverse nuevamente. -Arriba tú puedes.
Resbalándose un poco, al pisar fuerte en el fango Rampardos consiguió equilibro para poner de pie gruñendo con fuerza y sacudiéndose.
-Eso es Rampardos, eso no es anda para ti, intentemos otra cosa, Avalancha.
Nuevamente pedruscos empezaron a caer del cielo por todo el lugar.
-Buneary tú lo puedes hacer, recuerda, planea y salta.
La coneja gruño y poso su atención es esos pedruscos y en cuento el primero toco el suelo cerca de ella empezó a saltar de roca en roca como en su momento lo hizo Luxray, pero esta vez no iba hacia arriba, sino, hacia el frente.
-Patada salto!
Apoyándose con toda su fuerza en la última roca que podía usar como apoyo su pequeño cuerpo ejerció tanta fuerza que cambio el curso de la roca en lo que ella salía deparada hacia la cara de Rampardos estambrando sus pequeñas patas en la mejilla con fuerza causando que se moviera y retrocediera antes de sacudirse la cabeza y ver a la Coneja caer al fango.
-Rampardos golpe roca!
Como un pitón hidráulico, su cabeza acorto al distancia en un breve momento atropellando a la pequeña Pokémon ante de mandarla a volar y chocar contra una roca.
A pasar del daño, la Pokémon reacciono usando sus orejas para amortiguar el golpe del Rampardos y el de la roca disminuyendo el daño.
-Buneary estás bien? –Pregunto Allen mirándola desde su lugar, ella solo asintió a eso. –Es más rápido de lo que creí, hay un rango de peligro alrededor de su cabeza. Ten cuidado ahora cuantos estés próxima a su cabeza Buneary.
La Pokémon gruño. Estaba herida, Allen era consciente de eso, pero la determinación en la cara de ella no se había extinguido ni un poco.
-Tehehe Cielo sé que estás preocupado, pero ella se está esforzando por ti, es bueno que aprecies la determinación de una dama. –Susurro Arisa mirando tranquilamente todo.
-Es Buneary le ha dado más pelea a Rampardos que cualquiera de los entrenadores que lo hemos intentado. –Hablo Megumi Centrada en lo que veía.
-(Si golpea así nuevamente a Buneary la dejara fuera, debo tener más cuidado ahora, pero no pareciera que Rampardos vaya a caer pronto, subestime su poder y su resistencia.)
-Rampardos cabezazo!
Nuevamente el gran Pokémon empezó a correr hacia la coneja. Ella cansada y adolorida, solo esperaba mientras lo vía venir.
-Buneary Salta!
Con un esfuerzo, logro dar un salto discente que la alejo del rango de Rampardos, o eso se creía.
-Esta vez no será tan sencillo, Rampardos unas las rocas para saltar y usa Golpe roca.
Usando las rocas como escaleras, al estar en posición dio un poderoso salto para alcanzar a la pequeña Pokémon con su gran ataque.
-Gira y usa Puño Mareo!
La coneja contorsiono su propio cuerpo para poder recibir el gran ataque de manera evasiva. Sus orejas actuaron como un poderoso resorte con ellas enrolladas hasta el último momento, antes de soltar su golpe hacia Rampardos desviando su cabeza he impulsándose a sí misma hacia el techo del gimnasio.
-Patada salto Buneary!
Concentrando sus fuerzas en sus patitas en cuanto toco el techo se aferró y genero anclaje para dar un fuerte salto seguido de girar y estampar sus patas en el pecho del gran y pesado Pokémon mandándolo al suelo en un gran choque que mando lodo a todos lados. Mientras Buneary caía débil y apoyada de sus 4 patas respirando cansada y adolorida.
-Rampardos!
-Buneary.
Ambos al escuchar las voces de su entrenadores se pusieron de pie, Rampardos solo se sacudió el lodo y gruño, pero Buneary tuvo que hacer un esfuerzo solo para mantenerse de pie frente a su enemigo.
-(Aun planea seguir enfrentándolo...) –Pensó Allen al ver como ella no desistía ni un poco de enfrentar al gran Pokémon.
-Rampardos acabemos con esto de una vez, usa Cabezazo Zen.
El gran Pokémon gruño en lo que preparaba su ataque apuntando fijamente a la Pokémon que yacía un poco más allá.
-Buneary. Lo hiciste muy bien, demostraste que hasta una Pokémon pequeña como tu puede enfrentarse a un oponente como él. Sé que estas cansada y adolorida, pero puedo ver que no te vas a rendir, y eso lo respeto, por eso mismo debemos acabar con esto ya.
Esas palabras llegaron claramente a las orejas de la Pokémon. Las llamas de su determinación se avivaron majestuosamente al punto que su pequeño cuerpo comenzó a brillar con fuerza, seguidamente de que el mismo comenzar a crecer rápidamente.
-Esa luz... acá so ella.
-De verdad ya estaba cerca su tiempo.
Al desaparecer la luz, la pequeña Buneary ya no estaba, en su lugar, estaba una gran Lopunny mirando seriamente al Rampardos que se le venía encima.
-Salta Lopunny!
Apoyando sus nuevas y poderosas patas, la Pokémon dio un salto tremendo que la poso enseguida en el techo del edificio.
-Patada de salto alto!
La Pokémon giro su cuerpo para poder apoyarse del techo y usarlo nuevamente como punto de anclaje, seguido de salir disparada como una mancha borrosa y giratoria hacia Rampardos.
En su mente todas las horas que paso entrenando con Allen estaba claros, y el cómo le explico algo muy importante, y eso era en donde debía golpear al Pokémon para en verdad dañarlo.
Ambos Pokémon iban en punto e colisión perfecta. Rampardos cargando su cabezazo y ella en camino de interceptar ese ataque.
-Ahora Lopunny!.
Toda esa fuerza acumulada más los giros que la Pokémon agrego a esa patada, al estirar su cuerpo fue como ver bajar una guillotina pesada y veloz mente hacia Rampardos.
Ambos ataque hicieron un contacto devastador y sonoro que afecto a todos los presentes, seguido de levantar gran cantidad de lodo y rocas en el aire por varios segundos.
Cuando toda la comisión de ataque ceso, solo se podía apreciar el campo que seguía lleno de lodo y rocas, pero no había rastro de Rampardos o de Lopunny.
-Rampardos?
-Lopunny?
Ambos llamaron sus Pokémon, pero por unos segundos no hubo respuesta alguna, no hasta que de todo el lodo una figura se levantó con algo de cansancio y se sacudió dejando ver que se trataba de Lopunny quien intentaba quitase la mayor cantidad de Lodo que podía.
-Y Rampardos?
El árbitro y el líder lo buscaron pro varios segundos hasta que lo encontraron en medio del fango completamente inmóvil, tras una rápida revisión del Árbitro, di su veredicto.
-Rampardos ya no puede continuar, el retador Allen es el ganador de este combate!
En cuanto Allen escucho eso, dejo salir un suspiro para ver a Lopunny.
-Lo lograste Lopunny, estoy orgulloso de ti.
Ella al escuchar eso se sacudió lo más que pudo antes de correr y saltar a sus brazos, frotándose contra el con mucho cariño y felicidad.
-Ahora los 3 estamos llenos de lodo, lo considero una señal de victoria.
Sus 2 Pokémon lo vieron y sonrieron a eso.
-Hurra mi angelito le gano a ese Lagarto cabezón! –Celebro Arisa desde las gradas.
-Ella no sabe ser discreta.
-Que locura de combate... regresa y descansa ahora amigo, ahora sabemos que no debemos subestimar a nadie. –Hablo el líder al regresar a su Pokémon. –Te felicito, fue un combate espectacular. –Anuncio al acercarse a Allen y sus Pokémon.
-Gracias, pero todo fue esfuerzo de ellos.
-Fue una buena demostración de fuerza y estrategia, te ganaste esto. –Mostro el líder el objeto en su mano.
Mirando al medalla, Allen al tomo y miro por unos segundos antes de ver a sus Pokémon. –Ya va una, nos faltan 7 más.
-Así es, mucha gente vio este encuentro, seguro los demás también, espero ver que les des tan buena batalla como a mí. Tu segunda medalla la tiene Gardenia, la líder de ciudad Vetusta. Está a unos 2 días caminando desde aquí.
-Es algo lejos... gracias por la información.
-No fue anda, espero algún día podrás batallar de nuevo.
-Seguro.
Con un apretón de manos, ambos entrenadores se despidieron, dejando Allen junto a sus Pokémon, Madre y amiga el establecimiento.
-Eso fue muy emocionante Cielo, estaba muy ansiosa de saber que pasaría, nunca creí que pudiera ver tanta acción fuera del cine.
-Así suele ser las batallas, y tu Megumi aprendiste algo?
-La verdad me concentre tanto en la batalla que no preste mucha atención a eso... lo siento. –Disculpo la chica notoriamente abochornada.
-Supuse que pasaría, escucha. Onix parece un enemigo poderoso, y puede serlo, pero su propio tamaño es una desventaja, es lento y pesado, los Pokémon rápido y pequeños tienen una gran ventaja, tu Piplup podría derrotarlo fácilmente, solo debes entrenarlo un poco más y mostrarle confianza para que no dude. Ahora Rampardos es el verdadero problema. –Comento en lo que los presentes comenzaban su regreso al gimnasio Pokémon. –Es un Pokémon, pesado, rápido y con mucho ataque cómo pudiste ver, su resistencia es más que notorias, así que debes acabar el combate rápido.
-Pero cómo? no hay manera de que pueda hacer algo así.
-Oye no dudes. Lopunny se enfrentó a él sin miedo alguno. –Recordó Allen frotando entre las orejas de la Pokémon. –Ella sabía lo que debía hacer, y por eso no sintió miedo.
-Lo que debía hacer? –Pregunto la chica.
-Debes golpear su nuca.
-Pero ese no es su punto más fuerte?
-La cabeza lo es, la Nuca no, es un unto flexible y ligero para que Rampardos pueda mover su cabeza, atacar allí le hará gran daño, pero si tu Piplup puede mantenerse siempre a la distancia sería mucho mejor.
-Tendré que entrenar para conseguirlo.
-No hay apuro alguno, tomate tú tiempo. El que necesites para conseguirlo.
-Mi angelito tiene razón, no hay porque ir a toda prisa.
-Es cierto.
Su caminata los llevo al centro Pokémon eventualmente, donde luego de una revisión, la Enfermera afirmo que Lopunny estaba bien, simplemente cansada.
-Es bueno saberlo enfermera. –Agradeció el Muchacho seguido de ver a Lopunny colocándose de cuclillas. –Lopunny porque no vas con Mamá y ambas se dan un baño juntas, así ella lavara tu pelaje para sacar todo ese lodo.
Ella lo vio y asintió a eso antes se ver a su Madre.
-Vamos Lopunny te dejare muy limpia mona, cuando Allen te ve no resistirá el acariciar tus orejas.
Ambas féminas se fueron dejando solo a los varones del grupo, quienes se estiraron a su manera, con Lux contorsionando la espalda y Allen girando el cuello hasta que sonó varias veces.
-Subestime a ese Rampardos Lux... -Hablo Allen a su Pokémon mientras estos se veían.
Ambos se movilizaron hasta unos sofás cómodos y se sentaron en ellos quedando Lux al lado de Allen reposando su cabeza contra la pierna de su entrenador, recibiendo las caricias de este en su gran melena..
-No podemos dejar que eso pase otra vez... la siguiente Líder es Gardenia, ella usa Pokémon del tipo planta... no tenemos nada que nos de ventaja más que tu colmillo ígneo, pero exponerte a todo un combate contra varios no sería bueno...
Lentamente el muchacho se perdió en sus pensamientos mientras acariciaba la melena de su dormitante compañero, al menos hasta que a sus orejas llego el ruido de un caminar cerca de ellos, lo cual lo hizo abrir uno de sus ojos topándose con la chica que ya había visto antes.
El Pokémon gruño pero no en modo de amenaza, si no más bien un aviso, el cual llego a su Entrenador sacándolo de sus pensamientos.
-Megumi qué ocurre?
-Allen perdón que te moleste pero crees que podrá ayudarme a entrenar.
Pokémon y Entrenador se vieron las caras después de eso para ambos asentir.
-Porque no.
Para la noche de ese mismo día, luego de un gran baño para Entrenador y Pokémon seguido de una gran cena para todos, los presentes conversaban tranquilamente en la habitación que les había tocado.
-Que emocionante fue hoy Cielo, ahora qué sigue?
-Bueno, seguir moviéndonos, ahora hasta otra ciudad a buscar la medalla de allí.
-Debemos seguir caminando?
-No temeos auto, así que no nos queda de otra.
-Pero Cielo...
-No seas floja.
La mujer inflo los mofletes adorablemente en respuesta a eso, mientras abrazaba a Lopunny contra su pecho.
-Ella es tan suavecita.
-Lo es, pero también respira sabes?
-No la estoy apretando fuerte, pero es que su pelaje es muy suave no la quiero soltar.
-Ganamos gracias a su esfuerzo, le estoy agradecido por eso, sabía que era fuerte y hoy me lo demostró.
-Y por esa razón debes demostrárselo dándole mucho cariño, ella se esforzó por ti Cielo.
Lopunny se levantó y se acercó a él con una sonría mientras abrazaba sus orejas con algo de pena, pero Allen solo le regreso la sonrisa y comenzó a acariciar su cabeza con cariño.
-Gracias Lopunny.
Feliz y animada la Pokémon se sentó a su lado para frotarse contra su brazo repitiendo su nombre una y otra vez.
-Que feliz se ve, ojala pudiera sacarles una foto, pero ni mi teléfono tengo a la mano, me faltan muchas de mis cosas...
-Soy consciente de eso Ma, créeme que en cuanto pueda empezare a comprarte cosas nuevas.
-No te agobies por eso, ya te lo había dicho Cielo.
Durante un rato más la familia converso antes de finalmente ir a descansar. Quedando Allen como el único despierto en la oscuridad.
-(Problemas para dormir?)
Esa pregunta resonó en su cabeza, pero sabía por la voz a quien pertenecía.
-(Arceus.)
-(Tuviste un buen inicio muchacho, tal como esperaba de ti.)
-(Así que estabas mirando.)
-(Soy un Dios muchacho que no se te olvide. Pero a eso no fe lo que vine. Mañana ve con tu Madre al lugar que marque en el mapa, hay un obsequio de mi parte para ustedes allí.)
-(Obsequio?)
-(Lo veras Mañana Muchacho, hasta entonces descansa y deja de preocuparte por esas cosas que de una manera u otra tendrán solución.)
Siguiendo esas palabra Allen se relajó ya cómodo en su cama para ver a la nada hasta dormirse.
Actualizado el 13/08/2021