Tras poner a su Madre al tanto de lo que había ocurrido, y superada la sorpresa inicial de ella debido a ello. Madre e Hijo se dispusieron a caminar por el lugar en un intento de ubicarse.
-El aire está bastante limpio, y hay un silencio bastante agradable.
-Las cosas por aquí son mucho más tranquilas que de dónde venimos Ma, y eso que vivíamos en una sola bastante tranquila.
-Por qué nos habrá traído aquí...?
-Eso es lo que debo averiguar, pero ya sea algo que hare más adelante, por ahora, lo mejor será ubicarnos, y movilizarnos.
-Hacernos una identidad y un lugar donde quedarnos.
-Exactamente.
En su andanza, a la vista de la mujer salto algo, que enseguida distinguió, se alarmo.
-AHh un animal raro! –Chillo al abrazar a su hijo desde atrás, tapando la vista de este.
-D-Dónde? Qué viste Mamá? –Pregunto tratando de ver sin anda de éxito. –Si no me dejas ver, no sabré que fue lo que viste! –Quejo logrando apartar los brazos de su Madre. –En dónde los viste?
-Por allá! -Señalo ella sin despegarse de su Hijo.
En cuanto el muchacho logro disminuir lo que su Madre había visto, solo dejo salir un suspiro en respuesta.
-Tranquila Ma, es solo un Luxio.
-Un qué? Conoces ese animal? –Parpadeo ella perpleja ante esa aclaración. –Cómo puedes saber que animal es ese?
-Es un tanto difícil de explicar, por ahora solo digamos que lo conozco.
-Es peligroso?
-Un poco, más cuando están en manada, pero esté anda solo, lo que me quiere decir, que si lo sigo, encontrare definitivamente algo bueno. Espérame aquí sí? No creo tardar demasiado.
-De acuerdo, pero ten cuidado.
-Estaré Bien, no te preocupes, vuelvo pronto.
Separándose de la mujer, el muchacho se adentró en el bosquejo siguiendo al felino eléctrico, desde una prudente distancia.
-(Si no me equivoco, él está vigilando la zona para alguien más, alguien muy fuerte, si logro convencerlo de ir conmigo, tendré una base estable para empezar mi viaje.)
A pasos calmados y sigilosos siguió al Pokémon eléctrico hasta llegar a un claro en lo profundo del bosquejo. En ese claro, un numeroso grupo de Luxio estaban reunidos y en medio de todos ellos su líder. Un Luxray de gran tamaño recostado contra un árbol, descansando aparentemente.
-(A juzgar por el tamaño, ya es un Luxray adulto, y con mucha experiencia en batalla. La melena gruesa y los rasgos faciales me confirma que es un macho, y con solo ver el color de su pelaje puedo saber que él...) –Pauso un momento para confirmar su hipótesis mientras miraba fijo al Pokémon. – (Esta enfermo...)
Su deducción fue completamente acertada, el gran Pokémon eléctrico no se encontraba en sus mejores condiciones, pero aparentaba delante de los demás miembros de la manada.
-(No se ven tan grave ahora, pero de seguir así, su condición solo empeorara... no puedo quedarme sin hacer nada sabiendo eso, será complicado, pero veré si logro convencerlo.)
Rompiendo una rama apropósito, enseguida los Pokémon presentes pusieron su atención en el lugar de origen del ruido, solo para notar como un humano aparecía de atrás de un árbol mientras los miraba a todos calmadamente y con las manos visibles a los ojos de todos.
Enseguida lo vieron, todos empezaron a gruñir y a liberar su electricidad sin incluir a su líder, quien solo miraba al muchacho con suma atención.
-Tranquilos, no pretendo hacerle nada a ninguno de ustedes, como pueden ver estoy completamente desarmado, ni siquiera tengo un Pokémon para poder defenderme.
De acuerdo a lo planeado, los Pokémon hicieron un circulo a su alrededor eliminando cualquier punto ciego.
-En serio creen que tiene más prioridad ver si soy una amenaza, que revisar el estado de su líder? –Hablo a todos, llamando su atención. –Oh... ninguno de ustedes lo sabía entonces? Su líder está enfermo, el solo mantenerse de pie parece ser un desafío para el.
Esas palabras causaron que todos los Luxios pusieran su atención en su líder, quien empezó a gruñirle al intruso, pero sus intentos de intimidación eran ahogados por su propio y notorio cansancio.
-Tranquilo, se iban a enterar de un modo u otro. En ese estado cualquiera de ellos te puede retar para ser el nuevo alfa, y te echaran a tu suerte, pero no tiene por qué ser así. –Hablo el muchacho guardando sus manos en los bolsillos de su pantalón. –Te quiero proponer una cosa.
Los ojos del Pokémon respondieron a ese comentaron aumentando su atención en el humano frente a él.
-Ven conmigo, te llevare a un lugar donde te atenderán hasta que te recuperes. Estoy por iniciar mi viaje como Entrenador, y quiero un compañero fuerte que me ayude a conseguir mis objetivos, sé que con lo experimentado que eres en batalla, eso no será un problema para ti, te propongo venir conmigo y hacerte mucho más fuerte que cualquier Pokémon que se atreva a retarte en estas tierras, más de lo que por tu cuenta podrás conseguir, recorrer el mundo luchando contra enemigos poderosos, qué te parece la idea?
Allen miro al Pokémon fijamente mientras decía eso, y este escuchaba atentamente. Sus ojos en ningún momento dejaron de verse durante todo ese tiempo.
El Pokémon gruño por lo bajo, para luego ver a sus lacayos, quienes lo miraban con suma atención, algunos preparándose ya para una posible batalla por el trono, lo cual lo hizo suspirar en resignación, antes de gruñirle y asentirle al humano.
-Buena decisión. –Sonrió un poco el Muchacho antes de tomar una de sus PokéBalls para mostrársela.
Tal como si supiera que hacer, el gran Pokémon camino con algo de dificultad hasta estar frente a ella y con una de sus patas la toco, siendo absorbido rápidamente a su interior.
La esfera vibro varias veces en la mano de Allen antes de finalmente brillar dándole a saber que había conseguido su objetivo.
-Bien, nos haremos muy fuerte, solo resiste hasta que te consiga algo de ayuda. –Hablo a la esfera seguido de colocarla en su cinturón. –Bien chicos, uno de ustedes debe asumir el nuevo puesto de alfa, eso se lo dejare a su elección, solo no hagan un gran alboroto si?
Los Luxio gruñeron a eso, en lo que empezaban a movilizarse en el bosque despidiéndose del humano.
-No te preocupes, vendremos a verlos en algún momento futuro, a ver cómo les fue por su cuenta. Ahora debo regresar con Mamá para seguir nuestro curso.
Dejando el bosquejo, no le tomo mucho ubicar nuevamente a su Madre, esta estaba sentada a la sombra, con varios Pokémon del área a su alrededor, extrañamente, todos estaba muy quietos en su lugar.
-Mamá qué estás haciendo?
-Estos pequeñines se acercaron a mí con intenciones de jugar, así que estamos jugando a quien puede estar quieto por más tiempo, pero como llegaste tú, perdí. –Aclaro ella con una hermosa sonrisa mientras acariciaba la cabeza del Starly y Buneary cerca de ella.
-Al menos ya les perdiste el miedo. Ya es hora de irnos, debemos conseguir una ciudad o pueblo pronto, no quiero que pasemos la noche en la intemperie.
-Entiendo. Bueno pequeñitos ya escucharon a mi retoño, me tengo que ir, pero pase un buen rato con ustedes.
El Starly saludo y se fue volando, pero la Buneary, tenía otros planes, pues empezó a saltar alrededor de la Madre de Allen.
-Cielo?
-Le agradas.
-Podemos llevarla con nosotros? prometo que cuidare de ella.
-Claro, no veo porque no.
-Qué bueno! Tú conseguiste lo que buscabas?
-Sí, pero las cosas no podían ser tan fáciles, él está enfermo, y debe recibir tratamiento pronto.
-Enfermo?
-Sí, pero es el lugar donde lo pueden atender, pero para eso, debemos llegar allí.
-Andando entonces.
Con su andanza iniciada, prontamente se ubicaron a donde debían ir.
-Creo que debí pedirle un cambio de ropa para ambos, se me olvido que aún tengo el uniforme del Instituto.
-Sabes que te ves guapo para mí así.
-Ese no es el punto aquí, está en mis prioridades conseguirte algo de ropa.
-Cielo. Tomate las cosas con calma, lo importante aquí es que estamos los 2 juntos no? –Pregunto ella dándole una hermosa sonrisa a su hijo.
-Es cierto, lo siento, es que no quiero que pases incomodidades.
-No debes preocuparte por eso mi Ángel, te recuerdo que Mamá fue teniente en las fuerzas armadas. –Señalo ella haciendo una cara chistosa mientras sacaba musculo de su brazo derecho.
-Lo sé, y aparentas completamente todo lo contrario, lo que te hace aún más peligrosa.
En su conversa, ambos divisaron un camino en la distancia, y la ciudad a lo lejos de este, por lo que ya sabían a donde debían ir.
-No esta tan lejos.
-Más lejos es mi camino al súper mercado, andando Cielo!
-Vamos.
Para horas bajas de la tarde, ambos llegaron finalmente a la ciudad, la cual lleva por nombre, Jubileo.
-Qué bonito lugar Cielo.
-En verdad lo es. Ahora solo debemos Ubicar el Centro Pokémon.
-Centro qué?
-En ese lugar atenderán la enfermedad del Pokémon que atrape, tómalo como un hospital, para ellos.
-Ohh qué bueno!
-Aun debemos caminar un poco más.
-No perdamos más tiempo.
Sin perder la oportunidad de pedirle indicaciones a un Oficial que paseaba por las calles, este les indico que camino debían seguir para llegar a su destino, y al poco tiempo lo tenían justo al frente.
-Que gran lugar, creí que sería más como un pequeño consultorio de veterinarios.
-Así no funcionan las cosas por acá.
Al solo entrar, se encontraron con el vestíbulo y un poco más al fondo el mostrador donde enseguida la imagen de la Enfermera Joy, atrajo la atención de Allen.
Con un fuerte respiro, Allen avanzo hacia ella, notando la presencia de varios entrenadores por el lugar, algunos conversando, otros con sus Pokémon ya sea jugando, o hablándoles. Sus pasos lo llevaron seta el mostrador, donde la tranquila y amable mujer enseguida le atendió.
-Bienvenidos al Centro Pokémon, qué puedo hacer por ti?
-Mi Luxray está enfermo, no sé qué pueda tener y eso me preocupa.
-Cuánto llevas con él?
-Lo atrape hoy.
-Hoy? Vaya, sácalo de su PokéBall, le daré una revisada rápida, Chansey tráeme mis equipos.
Allen obedeció a la mujer, y dejo salir a su Pokémon, que enseguida atrajo la atención de todos los entrenadores a su alrededor.
-Que gran Luxray... -Susurro la Enfermera al agacharse para verlo de frente, instintivamente al Pokémon verla, no sintió ninguna mala intensión de ella, por lo que no hubo reacción.
-Tranquilo, solo te revisare rapamiento para ver qué es lo que te está afectando ok? –Tranquilizo la Enfermera mientras lo revisaba. –Jum...
-Qué tiene, es grave?
-No, no es grave, pero como no ha recibido un tratamiento adecuado, se ha debilitado bastante. Chansey prepara una camilla, debemos internarlo por esa noche. No te preocupes, le trataremos esta enfermedad, y pronto estará como nuevo.
La gran Pokémon rosada trajo la camilla en poco tiempo, y sin degradar su orgullo, el Pokémon mismo se subió a ella, para que la enfermera y la Pokémon lo llevaran a cuidados intensivos.
-Allen, ese era el Pokémon que atrapaste?
-Sí.
-Cielo cómo le hiciste?
-Algo de psicología.
-Era muy grande.
-Lo sé, aún más de lo que creí, eso confirma mi teoría de que los Pokémon pueden crecer continuamente hasta finalmente conseguir un tamaño determinado, la cosa es saber, cuál es ese determinado tamaño.
-Cuando esos chicos lo vieron, empezaron a murmurar sobre ti.
-No lo dudo, esta ciudad está llena de entrenador novatos, incluyéndome, cuyos Pokémon son jóvenes y pequeños, el que de repente venga alguien de la nada y saque un Luxray así sin más, es motivo de murmullos. –Dedujo Allen bajo la mirada de su Madre.
-Eres muy calculador... no debí dejarte leer esos libros de psicología.
-Por qué?
-Aprendiste a leer demasiado bien a la gente.
-Eso no es verdad, siempre se me escapa una que otra cosa, y no creas que es algo que hago con intención, simplemente pasa y ya, solo me basta con ver gestos o movimientos leves en sus facciones para saber si esa persona miente, o no, o que puede llegar a decir, o que hizo en el pasado.
-No uses eso jamás conmigo.
-Claro que no.
-... No lo has hecho verdad?
-...
-Verdad Allen?
Sien tener ganas de responder, oportunamente una tercera voz apareció repentinamente en su conversa, siendo esta perteneciente a una chica, cercana a la edad de Allen.
-D-Disculpa... ese Luxray era tuyo verdad?
-Así es. –Respondió él con calma para posar su atención en la chica. –Ocurre algo?
-Bueno veras... yo inicie mi viaje hace casi nada realmente, y pensé que me podría dar un par de consejos.
-Ohh entiendo. Lo siento, pero no sé si sea el más indiciado para eso, pues veras, yo inicie mi viaje hoy.
-H-Hoy?
-Así es, ese Luxray lo atrape hace unas horas.
La Madre de Allen miraba todo eso con una sonrisa tranquila en su rostro y dándole un poco de espacio.
-Cómo lo atrapaste?
-Le pregunte si quería venir conmigo, y el acepto.
Esa respuesta causo un poco de conmoción en los que alcanzaron a escucharlo.
-Solo eso? –Pregunto la chica sorprendida.
-Sí, solo eso.
-...
-Te puedo dar algunos consejos, en base a lo que yo sé. –Comento él desviando el tema de la conversación. –Me permitirías ver a tu Pokémon?
-C-Claro.
La chica saco la PokéBall de su bolsa, y la arrojo para que un Piplup apareciera de ella, mirando enseguida a su Entrenadora, y al chico frente a ella.
-Este es mi Pokémon...
El muchacho al verlo, se agacho y le extendió una mano, para que el tímido Pokémon se acercara con algo de duda hasta que Allen comenzó a acariciar su cabeza con mucho cuidado y cariño.
-(Es muy joven todavía, una pequeña Piplup hembra según su tamaño y la forma de su pico. no debe conocer mucho más allá del laboratorio donde la tenían, y lo poco que la chica seguramente le ha mostrado. Tal vez lleven 3... no 5 días juntas. Veo que no han logrado progresar mucho en su amistad.) –Pensó el Muchacho mirando y jugando con la Pokémon, antes de desviar su atención a la Entrenadora. –(Es bástate tímida e insegura, con solo la forma en la que hablo puedo confirmar eso, para sus seguramente 15 años, debería tener un poco más de coraje, lo que me dice que es la primera vez que se aventura realmente sola. El resultado de algo así, es que ninguna de las 2 progrese.) –Dedujo al momento de levantar a la Pokémon y ponerse de pie para ver a la chica. –Primero que todo, debes saber, que tus inseguridades se vuelven las de tu Pokémon, entre más nervios tengas, mas ansiosa estará ella, debes lidiar con eso antes que todo, son un equipo después de todo, no eres solo tú, eres ella y tú.
-E-Entiendo.
-Segundo, ambas se ve que han batallado muy poco, Piplup debe ganar más confianza en sí misma más la que tú le des, debes animarla, los combates no deben darle miedo, deben motivarla a hacerse más fuerte. –Aclaro entregándole la Pokémon a su entrenadora. –Tercero, deja de dudar de ti misma, sé que puede ser terrorífico salir sola a explorar el mundo, pero debes superar eso para poder centrarte en lo verdaderamente importante, el bienestar tanto de tus Pokémon como el tuyo propio. Como entrenadora debes estar preparada para cualquier situación repentina, eso se aprende a través de los combates.
La chica asintió a todo mientras escuchaba atentamente lo que el Muchacho decía, como si se tratara de una lección de vida.
-Qué me recomiendas hacer?
-Primero ustedes 2 deben conocerse y llevarse bien. Eres la primera cara que ella vio luego de estar en el laboratorio con los científicos y el Prof. de por aquí. Ella ve el mundo como tú lo ves, si lo ves con inseguridad y miedo que crees que pasara?
-Ella lo vera de la misma manera.
-Exactamente.
-Enfrenten a los Pokémon salvajes de la zona, eso les facilitara un poco todo, los entrenadores serán un poco más agresivos, y ella debe ir primero a un ritmo lento.
-M-Muchas gracias... esto...
-Allen. Kurokiba Allen.
-Mi nombre es Megumi Banner. Es un placer.
-Igualmente. Aún es temprano, si van a los alrededores podrán encontrar Pokémon salvajes con los cuales practicar.
-Hmm! –Asintió animada la chica. –Muchas gracias por todo.
Sin más que decir, con una sonrisa en su rostro, la joven entrenadora se fue, dejando al muchacho solo, girándose ente para ver a su Madre nuevamente, y la expresión que esta tenia.
-Qué?
-Simulaste no saber nada, pero le diste a esa chica una gran cantidad de consejos, muy interesantes.
-Se los dije en base a lo que se.
-Qué bueno que no sacaste los nervios de tu Padre al hablar con las chicas Fufufu luego de que nos conocimos, se ponía muy nervioso, en serio no quería espantarme.
-Parece que no.
-Espero pronto pueda conocer a unas cuantas amigas que hagas aquí.
-Ya veremos.
Ambos esperaron por los alrededores, hasta que la Enfermera regreso y se encontró con ellos.
-Aquí estabas. Tu Luxray está bien, no tienes nada de que preocuparte, por ahora solo necesita algo de reposo para que la medicina haga efecto, estará bien en unas horas. Imagino no tienen donde quedarse no es así?
-No se equivoca.
-En ese caso, ten esto. –Entrego la enfermera con calma unas llaves. –Esa es la habitación 4E, es grande, así que ambos podrán estar cómodos, no te preocupes por el dinero, en el Centro Pokémon, nuestra preocupación, es que los Pokémon estén sanos, y que sus entrenadores tengan donde pasar la noche.
-Muchas gracias.
-No es ningún problema. Ahora si me disculpan, tengo más pacientes que tratar. Solo signa el pasillo derecho y luego a la izquierda.
Siguiendo las indicaciones, de la enfermera, Allen y su Madre, pronto llegaron a la habitación correspondiente. Una recamada para 2 personas, con 2 camas individuales, y un baño.
-Que acogedora se ve Cielo.
-Bastante. Si quieres puedes ir tu primero a darte un baño.
-Gracias, necesito refrescarme un poco.
Dejando a la pequeña coneja a cuidado de Allen, ella comenzó a saltar de cama en cama mientras el muchacho la miraba.
-Tienes muchas energías Buneary. –Hablo, para que ella lo mirara y se acercara a él para sonreírle. –Voy a salir un momento ok? Quiero que te quedes aquí, y cuides de Mamá, tratare de ir y volver rápido.
La Pokémon asintió, y siguió sus saltos de cama en cama, en lo que el muchacho dejaba la habitación, y comenzaba a vagar por los pasillos.
-Tiene que ser por aquí...
Sus pasos finalmente lo llevaron hasta donde quería ir, siendo esta el área de cuidados intensivos, donde pudo ver a su compañero recostado en una gran camilla a través de una ventana.
-Pronto estarás bien... solo descansa por ahora, para empezar bien las cosas, ambos debemos estar al 100% -Murmuro el Muchacho mirando al Pokémon dormir.
Tal como si fuera detectado su presencia, el Pokémon abrió los ojos y los poso sobre quien lo miraba desde la ventana, al momento que ambos hacían un leve asentimiento.
De regreso en la habitación, Allen reposaba en su cama mirando el techo centradamente perdido en sus pensamientos.
-Haaa que bueno es darse un baño después de una larga ducha.
-Te sientes mejor?
-Mucho Cielo, el agua estaba a la temperatura perfecta.
-Ya veo, ahora cúbrete con algo, recuerda, no estás en casa. –Comento sin dejar de ver el techo.
La costumbre estaba tan arraigada en ella, como para ser consciente de que lo no lo hacía.
-Olvide ponerme la Toalla!
-Otra vez... aunque bueno, no tenemos mucha elección de ropa de todas maneras.
-Hay una pequeña lavadora y secadora en el baño, al menos mañana podremos usar la que llevamos y estará limpia.
-Eso ya es algo.
-En que tanto piensas Cielo? –Pregunto la Mujer al colocarse la toalla encima y notar la mirada perdida de su retoño.
-Solo organizo mis ideas, respecto a lo que vamos a hacer.
-Como no sé nada de este mundo, estoy a tu cuidado Cielo.
-No te preocupes, mi máxima prioridad es conseguirte un lugar donde puestas estar tranquila y segura.
-No me importaría ir de aventura contigo. Oh es que acaso te da pena que te vean con tu Madre.
-Para nada, pero planeo viajar mucho, he iré a lugares peligrosos, sé que eso para ti no es nada, pero sabes que para mí, mantenerte segura es mi mayor prioridad.
-Que considerado, pero no te agobies ok?
-Lo sé. Por ahora, déjame contarte un poco sobre todo este mundo en sí.
Con la familia ya aseada y su ropa lista, para la noche, alguien toco a su puerta, siendo esta la Enfermera.
-Buenas noches, disculpen la intromisión, pero les traje a alguien.
Ella se hizo a un lado y en la puerta un gran felino se asomó para ver a los presentes.
-Ya está mucho mejor, para mañana por la mañana estará como nuevo, también vengo a decirles que pueden ir a la cafetería a buscar su cena, no deben preocuparse por el costo, es gratuita.
-Gracias Enfermera. –Agradeció el muchacho al momento de agacharse para ver a su gran Pokémon de frente, acariciando la melena de este. –Es bueno verte recuperado.
La repuesta del tipo eléctrico fue un fuerte gruñido animado.
-Que tengan todos, una buena noche. –Despidió la Enfermera al irse.
El gran Pokémon entro a la habitación, y Allen procedió a presentarlo.
-Mamá te presento a Lux, amigo, ella es mi Madre.
-Hay pero que monada eres! –Chillo la mujer al tiempo de sin temor alguno avanzar hacia el Pokémon para empezar a frotarse contra su gruesa melena, causando que este mirara confuso a su Entrenador.
-Así es ella, acostúmbrate.
-Mono, mono, mono!
-Esperen aquí, iré por la cena de todos, nos hace falta. Mamá su pelaje está lleno de electricidad, podrías electrocutarte si sigues frotándote así.
-Entendido, solo unos cariñitos más.
Tiempo después, toda la familia estaba cenando tranquila y gustosamente.
-Esto sabe muy bien.
-Bastante de hecho.
-De que será la carne?
-Prefiero no saberlo. Mañana partiremos Mamá.
-A dónde?
-A Ciudad Pirita. En ese lugar tendré mi primer desafío como entrenador. Ganar una medalla de Gimnasio.
-Medalla?
-En esta región o país, existen 8 locaciones exactas a lo largo de todo el territorio, donde los entrenadores de Pokémon, pueden ir a desafiar a los líderes a una batalla, en caso de ganar, recibiré una medalla especial, al reunir las 8 medallas locales, podre ser candidato a participar en el Campeonato Pokémon.
-Suena muy interesante Cielo.
-Lo es, ese es mi objetivo por ahora, llegar a ese campeonato, dado que hay muchos entrenadores novatos por aquí, podría apostar, que recién empezó la temporada de entrenadores, lo que da saber que aún tengo bastante tiempo para reunir las medallas, la primera está en la ciudad a la cual iremos mañana, está algo lejos, pero valdrá la pena.
-Y si contratamos un taxi?
-Aún no tenemos para un taxi.
-Bueno, supongo que mañana será una caminata para fortalecer mis piernas.
Con todo por esa noche ya planeado y Listo, la Madre de Allen dormía abrazando a Buneary contra su pecho, mientras el Luxray del muchacho reposaba en la alfombra del suelo tranquilamente. Allen era el único aun despierto.
-Creo que con eso estaremos listos para cualquier complicación, mañana empiezan a moverse las cosas.
Actualizado el 17/07/2021.