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En el Upper East Side, mantenerse con vida no es tan fácil como parece. Y después de la violación de seguridad de la semana pasada que no generó nuevos mensajes, parece que podría estar bailando conmigo misma.
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Una mañana nueva en Nueva York. Tenía un viaje de trabajo planificado, así que ese día me dedicaría a las preparaciones que conlleva un vuelo a Europa. Antes que nada, iba a pasar por Brooklyn, ya que me había olvidado mi bolso el otro día y tenía mis documentos.
Cuando llegué al loft, me encontré con la puerta sin llave, por lo que simplemente la abrí. Dan estaba sentado en la mesa, frente a su computadora portátil, tecleando con pasión.
— Eso es lo que me gusta ver, que escribas de nuevo —sonreí acercándome—. ¿Qué es? ¿Una novela de estudiantes de segundo año? ¿Una historia corta?
— Es más como una refutación. Estos amigos online son como cucarachas —bufó—. Matas a una, y aparecen tres en su lugar.
— ¿Realmente estás siendo ese tipo de autor que lucha contra cada reseña negativa en Amazon? —cuestioné atónita—. La gente puede pensar que has perdido la cabeza.
— Es por eso que tengo a DanFan, el incansable avatar online que he creado para rechazar las criticas...
Bueno, efectivamente perdió la cabeza. Me quedé parada del otro lado de la mesa, mirándolo con una expresión seria.
— Alessandra no me ha devuelto mis llamadas, así que tengo que luchar contra esta batalla por mí mismo.
Le bajé la pantalla de la computadora, impidiéndole seguir
— Eso es todo. Estuve callada mientras irrumpiste a la fiesta de Blair y cuando no fuiste a la gira por segunda vez. Esperaba que, con el tiempo y el apoyo suficiente, te dieras cuenta que incluso aunque el libro no hubiera ido tan bien como esperabas, todavía sigues teniendo todo tu futuro delante de ti. Estar encerrado no hace que te recuperes.
— Estaba defendiendo mi honor, mamá.
— Hablo en serio —me crucé de brazos—. Es hora de dejar Inside atrás y salir afuera. Me enteré que es la fiesta de Cece esta noche, sería bueno para ti ir.
— Bien, de acuerdo —suspiró derrotado.
— Ahora, ¿dónde están mis cosas? —cambié de tema—. Las necesito para el vuelo.
— Las dejé arriba de la cama.
Asentí antes de dirigirme a su habitación. De verdad no pensaba dejar esa silla todo el día.
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Parece que no soy la única que todo el mundo desprecia. Los fans del Chico Solitario poco a poco van disminuyendo, pero quienes lo odian van adelante y se multiplican. ¿Mi favorito? @ODIOAHUMPHREY
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Stella y yo bebíamos café en mi cama mientras leíamos el artículo que habían incluido en la revista New York de esta semana.
— Mis servicios han dado frutos —Stella habló orgullosa—. Están tomando como ejemplo tu pasarela de Valentino del sábado para argumentar por qué podrías convertirte en la próxima Gisele Bündchen, siendo la modelo más solicitada. Y no solo por tu carisma innato, sino por la fiereza de tu catwalk. Buen trabajo.
— Aunque considero muy extremo que me comparen con tal inminencia del modelaje, no puedo no sentirme un poco feliz porque el esfuerzo ha resultado —sonreí—. Al menos en parte... ya que tampoco se han abstenido en comentar que ambas salimos con un jugador del New England Patriots —resoplé, leyendo el final artículo—. La diferencia es que ella se ha casado y ha tenido un hermoso bebé, mientras que yo solo bebí una copa en Ibiza hace cuatro años.
— Pequeños pasos... Además, debo confesarte algo. Cuando era preadolescente y me compraba las revistas de moda, o veía los desfiles por televisión, siempre ansiaba ver a Gisele. Tuve un flechazo por ella desde siempre. Honestamente, creo que fue mi despertar lésbico.
Solté una risa.
— Creo que ahora entiendo por qué tanto entusiasmo por la mención... quieres cumplir tu fantasía conmigo. No sé si sentirme insultada o halagada por descubrirlo.
— Cállate —viró los ojos, quitándome las revistas de las manos—. ¿Por qué tendría fantasías cuando ya tengo conmigo a la promesa, eh? —se burló, pasando la página.
Ahí había un artículo sobre nosotras, con una foto que nos tomaron hace unos días. Y comentaba sobre el incremento social de Stella. Parece que ambas ganamos.
¿Supermodelo sensación del momento emparejada con la promesa más fuerte de la década?
Recientemente se ha visto a ambas bellezas pasar mucho tiempo juntas desde que Stella (24) se ha mudado a la gran manzana. Sabemos que Ashley (20) siempre se la ha involucrado con muchas figuras reconocidas de la cultura popular, ¿pero es acaso su amistad con Maxwell más que una inocente amistad? Se sabe que el ángel rubio de Victoria's Secret tiene un gran repertorio amoroso de mujeres hermosas, ¿es acaso Clayton una de ellas?
Por ahora, dictan ser amigas y comparten muchas fotografías en sus redes sociales. Aquí abajo nuestra selección favorita...
— Me pregunto por cuánto tiempo nos hostigarán para obtener la primicia "mujeres teniendo un romance secreto" que quieren publicar... Si tan solo tuviéramos un romance secreto —murmuré.
Stella me ignoró y siguió bebiendo su café.
No habíamos mencionado su comportamiento distante luego de la fiesta de Blair. Yo elegí olvidar el hecho de que probablemente haya salido con otra mujer, a pesar de que no tenía motivo por cual importarme; mientras que ella eligió olvidar su enojo, a pesar de que aún no sé la causa. Por ahora nos funcionaba esconder la basura debajo de la alfombra.
El sonido de un mensaje acabó con el silencio incomodo. Era mi teléfono.
Mensaje de Chuck:
Nos vemos en 5 minutos. Ayúdame.
No recuerdo haber acordado reunirme con él, pero quién sabe.
Por otro lado, además de pasar el rato con Stella en mi cama, ya había terminado de preparar mi equipaje para el viaje. Soy organizada cuando se trata de trabajo, así que hago listas para no olvidarme nada.
— Así que esta es tu remisión, ¿visitar más seguido a tus amigos?
Stella me miró al escuchar la voz de Blair a distancia. Y yo ahora estaba más confundida que antes. Entonces salí de mi habitación, cerrando la puerta.
Me encontré a Chuck cuando llegué a la sala, siendo perseguido por Blair, quien además sostenía un anotador y un bolígrafo.
— ¿Hola? —dije insegura—. ¿Qué está pasando, no se supone que no deben pasar tiempo juntos?
— Cayó el francés —respondió Chuck—. Como te dije —miró a Blair—, si quieres que tu rana vuelva a ser un príncipe, tal vez deberías empezar a mirarlo directamente a los ojos en lugar de a través de mí.
— De acuerdo, me encantaría ponerme al día con ustedes, pero tengo un viaje en pocas horas —chequeé mi reloj—. Creo que esta reunión puede seguir otro día.
Sumando que Stella estaba a metros de distancia, en mi cama, con mi ropa.
— ¿Necesitas que alguien te acompañe al aeropuerto? —me preguntó Chuck—. Parece que tienes mucho equipaje.
Mis tres maletas se encontraban al lado de la puerta.
— Oh, también aplicas la solidaridad con los demás —dijo Blair mientras escribía en su anotador—. Es una característica fuerte.
Chuck suspiró con cansancio. Sin dudas esta escena era muy bizarra.
— Saben, el Spectator estaría fascinado con escribir un artículo sobre esto —bromeé—. Quizás debería grabarlos y enviárselo a Nate.
— ¿Cómo están las cosas con él? —preguntó Chuck—. Tienes que dejar de evitarlo. El punto es sacarte de tu cabeza y llevarte al mundo, enfrentar a tus demonios.
Todavía pensaba que mi relación con Nate me inquietaba. Aunque prefería que creyera eso antes que sacara el asunto Stella como el otro día. Iba a ser más complicado de explicar.
— Charles, no —resoplé—. Estoy por irme a un viaje muuuy importante. Mi enfrentamiento con Lucifer puede esperar.
— Bien, luego hablamos. Ahora, si me disculpan, tengo terapia.
Empezó a caminar hacia la puerta. Creo que haberle dado una llave de mi apartamento no fue buena idea si iba a seguir montando espectáculos como este.
— Bájale al ritmo —Blair corrió detrás suyo—. La reina no fue diseñada para trotar.
— Ves, la cosa acerca de la terapia, Blair, es que es privado —contestó serio.
— Tú fuiste quien dijo: enfréntate a tus demonios. Piensa en mí como uno de los que cubren —sonrió.
Me aguanté una risa. De acuerdo, debía admitir que era divertido.
— Suerte —me dijo Chuck.
— Uh, creo que tú la necesitas más.
Entonces los dos salieron.
Al parecer Blair está confundida. Se ve que Louis ha cambiado su comportamiento de príncipe encantador, y no trae buenos recuerdos en el paquete. O quizá sí, y eso es lo que más la asusta.
Giré para encontrarme a Stella parada al final del pasillo, con una expresión extraña. Ya estaba vestida con su ropa.
— ¿No le has contado nada a Chuck sobre nosotras? —cuestionó.
— No, creí que estábamos de acuerdo en no contarle a nadie.
Asintió, enganchándose la correa de su bolso antes de caminar a la sala.
— Sí, es cierto... eso acordamos.
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Parece que no soy la única que hace el ajetreo.
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Ya era sábado, lo que significaba que mi trabajo comenzaba. Ayer aterricé en Italia, me encontré con unos colegas para cenar y regresé al hotel temprano. Hoy sería un día agotador, iba a agradecer las horas de sueño.
Ahora estaba parada junto a la puerta de mi habitación, esperando que los productores de Vogue empiecen con la grabación. Nuevamente estaba invitada a un vídeo temático, en el que me verían prepararme para el show de Versace de esta noche.
Una vez que todo estaba listo, gritaron acción.
Ashley Clayton se prepara para el Fashion Show de Versace | VOGUE
Deslicé la puerta corrediza, encontrándome con el camarógrafo preparado para seguirme.
— Hola, Vogue —sonreí—. ¿Qué tal? Pasa conmigo... Estamos preparándonos para el Fashion Show de Versace, presentando su fantástica línea de otoño aquí en Milán. Esta bolsa que ven —señalé la bolsa colgada en la pared—, contiene mi atuendo. Luego se los enseñaré, les aseguro que van a amarlo tanto como yo.
Caminé por la habitación del hotel.
— Por aquí, la linda Tobi va a maquillarme. Y ustedes van a ser parte —me senté en la silla frente al espejo—. Suelo planificar exactamente con el equipo el tipo de maquillaje que me haré, y el de hoy me gusta mucho, ya que siento que queda perfecto con mi look.
La cámara se posó frente a mí, inclinada un poco hacia mi perfil derecho.
— Para los eventos me gusta centrar la atención en los ojos, porque tengo un color muy bonito que siempre es buena idea resaltar, ya que en las fotografías es muy importante la mirada —conté, mientras me aplicaban crema en el rostro—. Hoy no vamos a ser tan extravagantes con las sombras, que es algo que mayormente elegimos, sino que pensamos que un delineado negro de zorro combinaría bien con mi atuendo. En estas ocasiones, me gusta llevar los labios más ligeros, porque la atención tiene que ir para un sitio.
Tobi empezó a maquillar un ojo. Primero una base de sombras marrones y anaranjadas, luego un poco de brillo con un tinte dorado.
— No tengo un ritual antes de un evento, pero sí me gusta empezar a maquillarme y peinarme varias horas antes porque estos minutos son valiosos. Siempre se gastan muy rápido, entonces a veces terminamos con prisa, estresados y agobiados... Prefiero prevenir eso.
Tobi comenzó a delinearme los ojos, por lo que tuve que quedarme quieta por unos minutos antes de volver a hablar.
— Desde pequeña que quise ser modelo. Al principio hice algunas campañas, pero cuando empecé la secundaria mi familia prefirió que me centrara en eso. Para ellos siempre fue importante formarme académicamente antes de seguir otro rumbo... Además querían que tuviera una infancia "normal", alejada de la vida laboral lo más posible. Ya con 16, 17 años, empecé, de a poco, a volver. Y desde ahí que no me detuve. Al principio teníamos un acuerdo pactado, pero luego se dieron cuenta que era buena en esto y que realmente me hacía bien. Digamos que gané —guiñé un ojo—. Generalmente en la vida, mis padres fueron los que me apoyaron. Pero también, algo que me ayuda mucho y creo que es primordial para desconectar cuando estoy saturada, son mis amigos... Somos muy cercanos, a veces hasta me acompañan a eventos y la paso muy bien.
Sonreí al pensar lo increible que ha sido tener a Stella conmigo en mis últimos viajes. Esta vez no pudo venir porque tenía una reunión importante en Toronto mañana, pero sabía que iba a estar apoyándome.
Cuando Tobi me indicó, me miré al espejo para chequear cómo lucía.
— Wow. Que habilidad. A mí siempre me ha gustado el maquillaje, soy un poco artística. Cuando empecé era fatal —reí—. Yo me creía súper pro, pero claramente no lo era. Luego con la profesión, y también después de conocerme más a mí misma e ir probando cosas, he ido mejorando. Creo que ahora me maquillo bastante bien.
Mientras que trabajaba en mi piel, desde el otro lado empezaron a arreglarme las uñas.
— Las uñas también es algo que me encanta. No soy muy buena en eso, pero siempre que me las hacen me gusta mucho. Soy bastante básica, tiene que ver más con el atuendo. Quizás una manicura francesa si es delicado, o con un color metálico si es más plano. Hoy solo vamos a usar un color, ya que el look es llamativo como para acaparar la atención.
Aplicaron esmalte bordo luego de preparar la uña. Mientras tanto, Owen comenzó con mi peinado.
— Con el cabello me gusta variar. Suelto y ondulado creo que es hermoso para las fotos, pero quizás para eventos no es tan cómodo, ya que no suele durar mucho. También tiene que ver con cómo estuve tratando mi cabello esos días. Todo liso ayuda bastante a la hora de crear atuendos, recogido me encanta por la comodidad...
Owen tiró mi cabello hacia arriba, después de aplicarle una crema para peinar en seco. Hoy llevaría el cabello todo recogido en un moño alto, que era decorado con un accesorio verde palido que simulaba una hoja larga.
— Peinarme no se me da tan bien como maquillarme. Debo admitir que soy más vaga con eso —fruncí la nariz—. Cosas básicas seguro, pero depende de qué tan largo tengo el cabello. En este momento lo tengo entre largo y corto, lo he tenido más largo años anteriores, pero creo que es más cómodo la forma en la que lo tengo ahora. A veces me agarra la locura y pienso en cortármelo por aquí —señalé mi cuello.
Después de un rato, mi preparación de belleza terminó, así que me miré al espejo.
— Divino. Ahora me voy a vestir.
Caminé hacia donde se encontraba mi outfit, pero ahora ya estaba colgado afuera de la bolsa. Sonreí entusiasmada.
— Este es mi preseleccionado atuendo de Versace —lo toqué suavemente—. Me ayudó a elegirlo mi estilista Michela. Debatimos un poco entre un modelo muy parecido que había en azul o este, pero al final este ganó. Además, es perfecto para el código de vestimenta
— Sumando que lo han confeccionado y arreglado justo a tu medida —continuó Michela—. Como se ve, es un conjunto negro que consta de un top estilo capa, intervenido por ilustraciones al estilo Versace, con un escote pronunciado y una minifalda a juego. En este caso —mostró los zapatos—, optamos por unas sandalias de cuero negro de tacón alto con una correa de tobillo gruesa con herrajes dorados. Combinan mucho con las joyas que elegimos.
Un chico pasó al frente con los accesorios
— Se complementa con aros dorados de gran tamaño y un bolso Versace acolchado de cuero negro, enviado por la mismísima Donatella —Michela lo acercó a la ropa para ilustrar el resultado—. Creo que va a ser un atuendo magnifico.
— Sin dudas —asentí.
— Bueno, ahora te vas a vestir y luego te ayudamos con los accesorios.
•••
Una vez que estaba completamente vestida, salimos al hall para obtener una toma perfecta. Modelé un poco y me acerqué a la cámara con una sonrisa satisfecha.
— Este es el look terminado. ¡Muy, muy hermoso! Espero que les haya gustado, la verdad que a mí me encantó compartir tiempo con ustedes—hice un corazón con mis manos—. Ojalá hayan disfrutado este vídeo y se hayan divertido conmigo, viendo lo que generalmente hago. Ahora no quiero llegar tarde, así que los despido. Nos vemos pronto, amigos. Gracias, Vogue.
Le lancé un beso a la cámara antes de alejarme.
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La hermana Sledge cantó "We are family" pero no sabía nada sobre las chicas Rhodes.
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Ashley vía Instagram
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ashleyclayton: Gracias por invitarme a tu hermoso show. @donatella_versace @versace 💛
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stellamaxwell: Reinas.
natearchibald: Hermosa, Clay ❤️
ashleyclayton: @natearchibald Gracias, nuevo editor jefe.
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Mucho después de que los clubes hayan cerrado, el infierno de la discoteca continúa. Para algunos, es el deseo ardiente lo que los mantiene despiertos por la noche. Para otros, es la llama de la incertidumbre lo que los atormenta. Si vas a jugar con fósforos, asegúrate de no dejarlos alrededor para encender la llama de nuevo.
Disco no está realmente muerto. Y yo tampoco.
XOXO, Gossip Girl.
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