Segunda parte del one shot anterior.
Advertencia: Consumación del matrimonio, intento de smut.
Margaelle miraba a sus padres, hablaban con Rhaenyra y Daemon, Jace sostenía a Aegon III mientras que Daemon sostenía a Viserys II.
—¿Ya te estás haciendo una idea de cómo serás cómo madre?
—Cállate Aegon.
—¿No olvidaste tomar el té, está vez, amor mío?
—No soy tu amor. —tomó aire. —y lo que haga o no con mi cuerpo no es tu problema.
—Un baile tradicional de los futuros esposos. —dijo Rhaenyra acercándose a los peliblancos. —ve y baila con Luke por favor.
Margaelle asintió, tomando la mano que Lucerys le tendía, bajaron juntos a la pista, mostrando a sus invitados que la grandeza de las Casas Targaryen y Velaryon volverán a su máximo esplendor por los hijos que procrearán para asegurar un siglo más dominando el Trono de Hierro y las Mareas.
Sus manos jalan las del otro, representan la unión e igualdad entre ambas casas, además de redondear el tema del cortejo entre marido y mujer.
Ambos son jinetes, y representan cada uno el orgullo de sus familias descendientes de la antigua Valyria. Su reinado sobre las aguas lo harán sobre los lomos de Arrax y Moonkight, sus respectivos dragones.
Antes de subir, Lucerys besó su mano, provocando un sonrojo en ambas mejillas.
—Estamos aquí para celebrar el matrimonio de mi hija, Margaelle Targaryen con mi nieto, Lucerys Velaryon, futuros señores de Driftmark, por favor, aplaudamos y apoyemos su unión. ¡Sigamos bailando!
Los presentes gritaron dándole la razón al rey, más tarde, seguían disfrutando de la comida, de vez en cuando Lucerys miraba a Margaelle y como está parecía incómoda al lado de Aegon, quien miraba descaradamente su escote.
—Deseo sentarme al lado de mi futura esposa. —indicó y Rhaena cambió de lugar con Margaelle. —Margaelle.
—Lucerys, espero estés disfrutando.
—Disfruto más contigo a mi lado. —halagó. —tuve suerte de casarme contigo.
—Ambos tuvimos suerte de cruzar nuestros caminos, espero no haber lastimado a alguna doncella deseosa de tu mano. -su mirada pasó a Rhaena, quien bebía vino cada tres segundos. -también lamento sí deseabas otra esposa.
—No lo hacía, siempre desee tu mano, pero un bastardo no era digno.
—¿Quién diría una tontería cómo esa? Eres más Targaryen que mis hermanos y yo, hijo de la futura reina, eso es un privilegio enorme Luke.
—Tú eres Targaryen también. —razonó confundido. —eres peliblanca.
—Y de no ser peliblanca, también lo sería, nuestro cabello no nos define Luke, somos Targaryen, en nuestra sangre está domar dragones y ser su familia, sí no fueses Targaryen. ¿Crees qué Arrax te dejaría domarlo? Sí no fuese Targaryen. ¿Crees qué Moonkight me dejaría domarla? Eres Targaryen.
—¿No importa mi cabello?
—Ni un poco. —sonrió en su dirección. —vas a ser un buen hombre de las mareas.
—Y tú una excelente mujer de las mareas. —dijo sonriendo.
Viserys sonrió al ver como ambos jóvenes hablaban libremente, se les veía libres, pero su mirada pasó a Aegon y a Aemond, parecían molestos.
—¿Qué les sucede? —gruñó Alicent cerca de ellos. —no pueden tener ese semblante, menos en la boda de su hermana menor.
—Aemond no deja de pensar que Margaelle tuvo que haberse casado con él.
—Y Aegon no deja de decir vulgaridades respecto a su futura noche de bodas.
—Parecen niños. —está vez, Viserys habló. —dejen sus inconformidades para después.
Aegon gruñó mientras Aemond dejaba que su espalda cayera completamente sobre el respaldar de madera.
Finalmente, Lucerys y Margaelle pasaron al frente, llamando al septon para que realizara los ritos nupciales.
—Que se sepa que el mártir de la Casa Targaryen Lucerys de las Casas de Velaryon y Targaryen de un corazón de carne una vez servido debe ser maldito el que trataría de hablar de la separación. —dijo mientras desenvolvía en lazo puesto en sus manos, ahora se tomaban las manos.
Lucerys besó a Margaelle, recibiendo aplausos del público, algunos aplaudían, otros gritaban, la música había sonado nuevamente y el recién matrimonio estaba junto a toda su familia.
—Espero y sus hijos salgan Targaryen.
—Así será Aegon. —dijo Lucerys. —cuando ese sea el día te avisaremos del nacimiento de tu sobrino.
Margaelle sonrió con orgullo, el peliblanco mayor bebía vino como de costumbre, mientras que Lucerys tomaba la mano de su esposa por debajo de la mesa.
Finalmente había llegado el fin de la boda, el Castillo estaba solo, todos los presentes estaban en sus aposentos, se había ordenado estrictamente que nadie pasará por los aposentos de los recién casados.
Margaelle tenía un vestido de seda y transparencia, mientras que Lucerys la miraba, ambos sabían que hacer, pero querían el consentimiento del otro.
—¿Deseas consumarlo hoy?
—¿Tú lo deseas?
—Sí tú quieres, está bien.
—Ambos queremos, creo.
Luke tomó la iniciativa, tomando del mentón a la peliblanca, besándola suavemente mientras las yemas de sus dedos recorrían la tela.
Margaelle sintió miedo nuevamente, la idea de que Luke fuese como Aegon la asustaba, no parecía ser como Aegon, pero Aegon le había dejado múltiples traumas, la seguían.
Luke la miró a los ojos, Margaelle asintió dando su consentimiento, sintió sus paredes abrirse, abrazando al intruso en su interior, Luke se había quedado inmóvil, esperando una señal para moverse libremente.
Margaelle alzó su cadera, dando a entender que deseaba más velocidad.
Seguidamente los aposentos estaban llenos de jadeos y gemidos de Margaelle, no era comparado con Aegon, no le dolía, se sentía bien, Luke la respetaba y no la lastimaba.
Luke siguió empujando dentro y fuera de ella, escuchando los sonidos obscenos que sus cuerpos brindaban, sintió la vulva de su esposa recibirlo, su esperma estaba dentro de su esposa, mientras sus respiraciones se calmaban y sus cuerpos dejaban de recibir espasmos.
Margaelle besó a Luke, tomando el mando, besó nuevamente al mayor, deseoso por más, Luke le devolvió el beso, ambos gimieron al sentir sus partes rozar, otra vez.
Margaelle miró a Luke mientras lo tomaba, lo escuchó gemir, supo que estaba haciendo bien, hasta que su pecho fue pegado a la cama y sentía a su esposo empujar desde atrás, su pelvis chocando con sus muslos, mientras jadeaba y Margaelle gemía, sintiendo calor en su vientre, un nudo en su vientre mientras sentía la hombría de su esposo llegar más profundo y más hinchado mientras empujaba cada vez más rápido, arráncandole gemidos y dándole el máximo placer una vez más.
Luke salió con cuidado de su interior besando su vientre mientras la miraba con preocupación, pero los ojos de su esposa brillaban mientras su cabello se pegaba a su frente y su pecho subía y bajaba.
—Eso fue genial.
—Lo fue, gracias por no lastimarme.
—¿Te hice...
—¡No! Descuida, es sólo que muchas veces sí lo hacen, estoy feliz de que tú no.
—Maggie, no te lastimaría ni aunque mi vida dependiera de ello. —sonrió besando sus labios. —he deseado estar junto a ti desde niño, me haces feliz, Maggie.
—¿Aunque no fuese pura?
—No me importa no haber sido el primero, mientras sea el último y tú la mía, no importa más.
¿Así qué así se sentía sentirse amada después de hacerlo?
Aegon se equivocaba, Luke parecía amarla, no le importaba si virginidad o su cuerpo, la amaba a ella.
Amaba el echo de que Lucerys era el padre de sus hijos, Baelon, Viserys III, Rhaenyra II y Maegar.
Sin contar el heredero que estaba en su hinchado vientre de ocho meses.