HOTD OS

Aemond Targaryen

Advertencia: Intento de smut.

—Escuché que Aelys tuvo a su quinto bebé.

—Eso fue hace lunas, madre, adivinaré, un niño, castaño y ojiazul. ¿No es así?

—Eso me huele a celos. —cantó Aegon.

—Aemond.

—¿Qué?

—Sé que te duele y sé que estás decepcionado, sé que te duele el no tener una buena esposa.

—Madre...

—Pero trata de sonreír. ¿Quieres? Sé lo mucho que amabas a Aelys, y sé que el nacimiento de Arya te ha dolido más que todos los demás.

—¿Es niña?

—Aemond, no has tenido herederos. ¿Cómo pretendes dejar tu línea de sangre?

—Tal vez Ellyn no hace que llegue.

—¡Aegon!

—Ya, perdón.

—Aelys te amaba Aemond, pero se ha casado con Robb Stark, y han tenido cinco hermosos hijos, Sansa, Arya, Bran, Robb II y Rickon por favor, ten hijos con Ellyn, sólo así puedes garantizar que siga habiendo sangre tuya en el futuro.

—Sí madre.

[***]

Más tarde en sus aposentos, Ellyn Baratheon estaba encima de él, moviendo sus caderas desesperadamente mientras gemía y echaba su cabeza hacía atrás.

Aemond la mantenía junto a su hombría con sus manos en sus caderas, no sentía gran placer, se había rendido con Ellyn desde su compromiso.

Sintió un líquido recorrer su hombría mientras Ellyn lo miraba sonriendo.

—¿Y bien, mi lord? ¿Ha puesto a nuestro hijo en mi vientre?

Pero Aemond no respondió, salió de Ellyn mientras buscaba su pantalón, dispuesto a salir de su habitación.

—Puede fingir que soy la princesa. —expresó con molestia. —tal vez así llegué.

—Aelys no creo que sea tan ruidosa.

—Sé que el destino lo ha decepcionado, y que no soy la esposa que quería.

—Ellyn...

—Pero Aelys ha tenido herederos con Robb, Robb la ha hecho llegar y ella a él, si no. ¿Cómo tienen esos tres niños, cuatro niños?

—No me interesa, créeme Ellyn, no es tu culpa, es...

—¿Es suya? ¿Y es qué acaso no soy lo suficientemente hermosa cómo para hacerlo llegar? ¡He intentado todo!

Y aquello era cierto, por más que Aemond empujará dentro de ella, saliera y entrará tan rápido no lograba llegar, ni con los juegos que Ellyn hacía con su hombría, nada era suficiente.

—No grite.

—¡Sí fuese Aelys estaría feliz de hacerla gritar!

—¿Quiere dejar de compararse con Aelys? —gruñó acercándose a ella. —usted no me gusta, entiendalo, por eso no he llegado, usted no me complace.

—Por favor, mi príncipe, déjame hacerlo, una vez.

Aemond suspiró, Ellyn era asquerosamente insistente con su hombría, tanto que a veces quería arrancarla de su cuerpo y dársela de comer.

Ellyn gimió una vez que vio como el príncipe salía de sus aposentos, furiosa emitió un grito, mientras Criston Cole entraba con ella.

No era secreto para Aemond que Ellyn lo engañaba, todos en Westeros lo sabían.