Aemond Targaryen

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Advertencia: Intento de smut.

—Dime que me odias y me iré.

—¿Realmente lo harás? ¿Realmente te irás, Aemond?

—Acei, no entraré en guerra por ti.

—¿No te asusta una guerra pero sí lo qué creo sentir?

—Mierda, Acei, es de Aegon de quien hablamos.

—¿Quién mencionó a Aegon? Aegon sabe que jamás lo amaré. Me obligó a casarme con él.

—Te casaste con mi hermano, él será el rey y puede exiliarme por traición.

—¿Te preocupa qué te exilie? Mis hijos probablemente serán bastardos. —Acei gruñó, la idea de que sus hijos no fuesen de su esposo sino de su hermano la atemorizaban. —estoy encinta, Aemond.

—¿Eso significa qué no sabes de cuál de los dos es?

—¿Eres inteligente o sólo finges serlo? No sé de quién sea el bebé que llevó dentro, los Dioses tomarán mi acto impuro como un acto de traición.

—No fue del todo traición, cuando lo hicimos no estabas casada con Aegon.

—Aemond.

—Hmmm.

—¡Estuve con los dos al mismo tiempo!

—¡Bueno no tiene que importarte su cabello! ¡Saldrá blanco!

—¿Crees qué nadie notará qué son bastardos?

—Aegon presume cada que puede el haber tomado tu pureza, no creo que sea tan imbécil de creer que hacerlo con su esposa y no permitirle tomar el té de luna no traiga hijos.

—¿Qué pasa sí tienen cabello lacio? ¡Aegon no es lacio!

—¡Lo fue cuando niño!

—¿Tú qué vas a saber? ¡Eres el menor!

—Mi madre me lo dijo, todos cuentan que Aegon era lacio, su cabello era fino. Además, no sería problema, sería un Targaryen.

—¿Haces todo un drama por los supuestos bastardos de Rhaenyra y no te importa si mi hijo lo es? Los hijos de Rhaenyra también son Targaryen.

—Es diferente.

—Es exactamente igual.

—Tus hijos saldrán con cabellos blancos y lacios, de eso puedes estar segura.

—¡Aegon no es del todo lacio!

—¿Y qué importa? No tendrás hijos de Aegon, sí es necesario, todos tus hijos serán míos.

Acei suspiró, Aegon era mayor que ella por varios años, al igual que Aemond, pero sentía más conexión con su cuñado que con su propio esposo.

Y esa conexión los llevaba a la discusión que estaban teniendo ahorita, ambos en una cueva después de posiblemente haber engendrado otro heredero de Aemond.

—Aegon sospechará.

—No realmente, tú sólo tienes que creer Acei, no importa de quién sean los niños, lo que importa es que son Targaryen.

—Vístete, tenemos que irnos.

—¿Me tomas y me dejas? —cuestionó el mayor indignado. —con que así se siente.

—Deja el drama de lado y ve a despertar a Vaghar.

—Mientras mis hijos no saquen tu carácter, todo estará bien.

—Mis hijos, míos y de Aegon, alguien puede escucharte.

—Sino te escucharon a ti menos a mí, estamos en una cueva alejada del reino, Acei, nadie nos escucha.

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