Aemond Targaryen

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No hubo peor error que el de Alicent comprometiendo a Lord Jason Lannister con la hija menor de Rhaenyra Targaryen, a escondidas de Daemon, suyas y de Viserys.

Avaella Velaryon residió en King's Landing en un acuerdo, hasta que fue enviada Antigua con seis días del nombre.

Aemond mentiría sí dijera que amaba la idea de volver a ver a su sobrina, odiaba a Avaella tanto como odiaba a sus hermanos bastardos, a pesar de que la peliblanca no hubiese estado con él, odiaba compartir la atención.

No recordaba su rostro desde hacía ocho inviernos, hasta ese día que finalmente Avaella había llegado y con ello, su día de su nombre también, su festejo por su decimoquinto día del nombre.

—Princesa Avaella, hija de la princesa Rhaenyra y su esposo consorte, el príncipe Daemon. —un guardia anunció su llegada.

Los presentes bajaron la cabeza mientras se levantaban, Avaella era idéntica a Rhaenys.

Llegó a la mesa en donde los Targaryen, Hightower y Velaryon se encontraban, besó la mejilla de su madre, la de Daemon, besó la de su abuelos, saludó a Alicent, mientras que a Aegon le tendía su mano, abrazaba a Helaena e ignoraba completamente a Aemond, cosa que dio de que hablar, mientras golpeaba en la cabeza a Jace y Luke.

¿Por qué odiaba a su tío? Sí bien se sabía que su debilidad era su Lucerys, jamás creyeron que Avaella odiaba tanto a su tío.

Helaena era su tía favorita, Aegon era su tío favorito, amaba a Daeron, también siendo su favorito y Aemond.

Era Aemond.

Se sentó en la otra punta de la mesa, quedando frente a Aemond quien tomaba vino y vigilaba sus pasos.

Su vestido negro tenía un poco pronunciado escote, las entradas de su cabello estaban recogidas con pequeña trenza mientras que su cabello lacio y corto caía en sus hombros, su collar de acero valyrio con un rubí y su sonrisa siniestra.

—Mi princesa. —Jason Lannister se acercó a ella besando su mano. —es un placer verla nuevamente, la última vez que la vi tenía cinco días del nombre.

—Lord Lannister, no recuerdo haberlo visto, aún era muy niña como para estar en la mente de un hombre. —reproche que no pasó por alto a Viserys.

—Espero nuestros herederos salgan tan hermosos como usted.

Los Velaryon Targaryen se miraron sin entender. ¿Qué Avaella iba a casarse con quién?

Avaella no habló, tomó su copa de vino mientras el lord volvía a su mesa.

—¿En serio van a casarla con él? Es viejo y...

—Y Lannister, Aegon.

—¿En qué momento les di permiso de comprometer a mí hija?

—Ya está hecho.

—Desposala tú Aegon. —Aemond gruñó. —y dejas a Helaena en paz.

—¿Y qué yo tenga qué aguantarlo? Ciertamente te prefiero por sobre encima de Aemond. —Avaella sonrió en dirección de su tío.

—Oh, alguien me prefiere por sobre encima de Aemond. —Aegon tocó su pecho dramático. —¡Alguien me quiere!

—Baja la voz menso.

Aegon rió mientras bebía de su copa, y miraba la tensión entre Aemond y Avaella.

—¿Me permite un baile, princesa? —Jason Lannister se había acercado nuevamente.

Avaella asintió levantándose de la mesa, caminando junto al muy muy mayor hacía la enorme pista de baile.

La música había empezado nuevamente, bailaban juntos, Avaella se notaba incómoda cada que el león se acercaba a ella con otras intenciones.

Aemond quien miraba todo desde su lugar cortaba violentamente su comida mirando como el león miraba descaradamente los senos de la menor.

—Cálmate, el pollo ya está muerto.

Pero Aemond bufó, el pollo tenía que ser el león.

Cortó el pollo con más fuerza mirando la incomodidad de la menor de los Velaryon Targaryen, se levantó y bajó a la pista, los presentes lo miraban estupefactos, caminando hacía Avaella.

—¿Me permite bailar con mi sobrina, mi lord?

—Toda suya, príncipe Aemond.

—No me es novedad. —sonrió con cinismo poniendo su mano en la cintura de la peliblanca.

—¿Qué crees qué haces?

—Oh. ¿Quieres seguir bailando con el anciano?

—Bueno, es mejor que bailar contigo.

—Te vas a aburrir de él.

—¿Y acaso importa? Sólo tendremos sexo un par de veces, daré a luz a sus herederos y luego morirá, o yo moriré, no importa, me dejará en paz.

—¿Quieres tener sexo con un anciano?

—Bueno, en Antigua son de mis días, gimen mucho.

—¿Quieres estar con un anciano o un hombre mayor?

—¿Qué diferencia hay? —Aemond la hizo girar. —Ustedes sólo se preocupan por su asqueroso placer, ustedes gruñen, jadean y gimen, nos hacen sangrar y meten su miembro hasta nuestro útero sin importarles sí nos duele o no, tienen su orgasmo y nos dejan a medio placer, a veces ni llegamos ni nos acercamos.

—Hmmm, veo que no has tenido buenas experiencias, puedo cambiar eso.

—No deseo tener sexo contigo.

—Mi querida Avaella. ¿Quieres qué tus hijos salgan horribles cómo él?

—Tendrán mis genes, horribles serán lo último que serán.

—No te cases.

—Entonces desposame, no tienes las agallas.

—Podría hacerlo, pero no nos sirve.

—Entonces no me jodas. —gruñó empujándolo mientras Aemond la jalaba hacía él, casi besando sus labios.

Alicent y Rhaenyra se levantaton al ver la cercanía de ambos, a ambas les traía un deja vú.

La música finalizó y las parejas se fueron a sus respectivos lugares, terminando en la boda de Avaella y Jason Lannister.

—Juro que le arrancaré las pelotas.

—No eres el único que quiere hacerlo.

[***]

Avaella intentó limpiarse de todas las formas posibles después del toque del león, no había sentido nada, sólo lo escuchaba jadear mientras lo hacía una y otra vez, durmió a su lado, después del primer round había caído, Avaella se levantó con cuidado, tomándose el té que Aemond le había preparado.

No iba a tener hijos con Jason Lannister, prefería morir.

[***]

—¿Quieres qué sea el padre de tus hijos?

—¿Por qué es tan difícil de asimilar? Jason no me provoca nada, es un asqueroso anciano que gime como gato.

—Rechazaste acostarte conmigo.

—¿Y eso te dolió? Jódete Aemond, le diré a Daeron.

—No harás tal cosa. —gruñó acercándola a él mientras bajaba su vestido. —yo seré el padre de tus hijos, y quien los llamé bastardos morirán.

[***]

Inviernos después, del vientre de Avaella Targaryen, apellido dado al cumplir su decimoctavo día del nombre, habían nacido los dos "hijos de Jason Lannister" niños peliblancos completamente sin levantar sospechosas, Gael Lannister y Maegor Lannister.

Hasta que una noche fue encontrado en su habitación, había fallecido después de que una prostituta apuñalará su garganta, dejando libre a Avaella, quien había tomado a su tío, Aemond Targaryen como su segundo esposo consorte, siendo padre de sus ahora cinco hijos, Gael, Maegor, Aenys, Laena II y Aegon IV.

HOTD OSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora